Fidel Castro premiado por el Consejo Mundial de la Paz.
Quién los aconseja
Premio a quien pidió a gritos y por escrito) el holocausto atómico
Parece un chiste, Fidel Castro acaba de ser premiado por el Consejo Mundial de la Paz. El mismo individuo que en el año 1962 pidió a Nikita Kruschov que lanzara un ataque nuclear contra los Estados Unidos y acabara de una vez con el imperialismo norteamericano, convirtiendo a Cuba, de paso, en el paraíso de las cucarachas. Por suerte Kruschov no le hizo caso, y el pacifista en jefe se quedó con las ganas.
Por Hildebrando Chaviano Montes
Este mismo personaje armó y entrenó movimientos guerrilleros en América Latina durante largos años y alentó aquello de crear “dos, tres, muchos Viet Nam”, con la participación directa o indirecta de tropas especiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. El ejército cubano participó en cuanta guerra hubo en África y en el Medio Oriente. Miles de cubanos murieron en estas aventuras, y miles de africanos cayeron a manos de los soldados enviados por Fidel Castro a solicitud de la Unión Soviética.
En la propia Cuba, se instauró el fusilamiento desde el año 1959, con sesiones televisadas y amplia divulgación en los medios de prensa. Miles de cubanos murieron ante los pelotones de fusilamiento después de ser sometidos a juicios sumarios sin garantías procesales. Otros miles han sufrido largas penas de cárcel por el simple hecho de disentir de la política oficial. Millones han encontrado en el exilio la única vía de escape ante la represión y las penurias de todo tipo.
Hoy, Cuba es una gran olla de presión con la amenaza de dejar sin empleo a un millón y medio de trabajadores, además de los ya existentes, el aumento exorbitante de los precios de productos de primera necesidad, la pérdida acelerada de supuestos beneficios otorgados por la revolución, la mala calidad de los servicios de salud y educación, la generalización de la corrupción y el aumento de la represión a niveles fascistas.
En el país que Fidel Castro dirigió por medio siglo, no ha habido paz desde que llegó al poder porque en realidad nunca ha sido un hombre de paz. La violencia física y de palabra contra los que se han opuesto y se oponen a sus delirios, ha sido la norma de este octogenario gobernante, que entre muecas y tambaleos, hace mutis mientras agradece que al fin sus amigos se acuerden de él y le den un premio por la paz… de los sepulcros, del fondo del Estrecho de La Florida, y la de las prisiones.