Any Winehouse su chispa NO se apaga - Cuba Eterna

ANY,SU CHISPA NO SE APAGA

NACIÓ OTRO MITO Y UNA LEYENDA

Su vida fue un drama montado en las páginas de los tabloides, su muerte una tragedia observada por millones. Así abre la nota del diario The Times sobre el funeral de Amy Winehouse hace dos semanas. Ese sábado en el que encontraron su cuerpo en su apartamento en Camden Square era uno de los primeros días soleados de un lluvioso verano inglés; con una taza de té en las manos el anuncio de su partida nos dejó en shock. ¿Noticia inesperada? No. ¿Sorpresiva? Sí.

Desde ese mismo momento cientos de admiradores se reunieron al pie de su casa, cercada por policías, bañada de flores, tarjetas, copas a medio llenar y fotos de una artista que había revolucionado la escena musical en una década de cantantes y música de oropel.

“Nunca disfrutó o aceptó un halago”, expresó Sophie Heawood del diario The Independent. “La droga era su adicción. No sabía cuándo parar de beber. Y a menudo decía que le importaba un bledo”, explica el crítico de música de The Guardian, Alexis Petridis.

Su impacto en el mundo de la música lo logró con solo dos discos: Frank (2003) y Back to Black (2006). En Frank vemos a una Amy con ritmos de jazz, con un aire neo-soul, un toque de hip-hop. La voz estaba allí: profunda y oscura. Conocidas son sus canciones Fuck me pumps o Stronger than me.

En esos años, los días de la joven del norte de Londres transcurrían entre círculos de productores, artistas, cantantes, en el Jazz Café o en su pub preferido The Hawley Arms en Camden, donde a veces servía copas detrás de la barra. Dicen que se la veía en el supermercado como cualquier otro habitante de su barrio.

“Conocí a Amy hace años. La primera vez la vi en Camden. Una amiga me dijo que Winehouse era una cantante de jazz.

¿De jazz? Pensé que sería un poco excéntrica. Hablé con ella y era después de todo dulce, especial, pero más que nada, vulnerable. Yo recién salía de rehabilitación y percibí que Amy y yo sufríamos del mismo mal, la enfermedad de la adicción. Poseía ese síntoma que impide a los adictos comunicarse, ese velo perceptible de no estar allí”, explicó el actor Russell Brand en un conmovedor tributo a su amiga para diario The Guardian.

Mark Ronson, productor responsable de Back to Black, comentó esta anécdota a la periodista de The Independent: “Presenté a Amy a mi madre el día que su disco había alcanzado platino. A su vez mi madre la presentó a alguien más expresando con emoción el logro de la cantante. Le dije, ¡cállate! Si lo dices enfrente de Amy, ella literalmente se esconde en un caparazón. No le gustan los elogios, ni siquiera en el día que su disco consigue el platino”.

Ronson también contó sobre la experiencia de trabajar en el álbum juntos. “Ella escribió todas las canciones a excepción de Back to Black que ambos compusimos. Amy tocaría una canción en acústico, me mostraría los coros y se marcharía. Yo trabajaría en las noches, afinaría los coros y continuaría con los arreglos. Ella empezaría con un blues de los 40 y yo incluiría un soul de los 60. Pero Rehab no fue una inicialmente una canción. Ella me estaba contando una experiencia personal. -Oh, they tried to make me go to rehab- y adopta una voz cómica- y dice: no, no, no.- Fue chistoso y pensé -esto podría ser una buena canción-”.

Desde luego, nadie estaría preparado para el álbum Back to Black. “Amy reapareció emancipada, cubierta de tatuajes, vestida como la vocalista de una banda de música en dibujos animados de los años sesenta, dispuesta a levantarse en la cima del éxito o caerse según la desolación de sus ánimos”, explica Petridis. Y continúa.

“Su imagen expresaba que no era una artista a prueba o subyugada a los antojos de la compañía musical; era la llamativa y reconocida imagen de una estrella del pop de su era. El cambio en el estilo musical fue igual de asombroso. Las letras de sus canciones fueron afiladas y silenciosamente bellas: All I can ever be to you is a darkness that you know (todo lo que puedo ser es la oscuridad que conoces)”.

Como Russell Brand lo describe en el diario The Guardian. “Un día llegué a Roundhouse y presencié el surgimiento de un genio. En su extraña y exquisita presencia percibo una voz con un poder y dolor profundo. Winehouse. ¿Winehouse? ¡Winehouse! Comprobé que ella no era una desventurada wanna be o una que nunca alcanzaría reconocimiento. Era un genio extraordinario”.

Lo que le sorprende a la periodista de The Independent es que Amy se enfocaba en resaltar su lado negativo o insultante. “Tenía mucha chispa, pero su faceta oscura era evidente. Siempre había una mancha en el vaso. Sus uñas estaban sucias, sus rodillas huesudas. Y la queríamos por lo que era, un alivio al ver a las princesas del pop impecables. Amy y Lily Allen fueron un enorme aire fresco que hablaron sobre las drogas, las batallas con sus cuerpos y de sus vidas creciendo en Londres. Lo opuesto a las princesas de Disney o a las estrellas emplasticadas”.

Pero Russell Brand es enfático al manifestar que “la adicción es una enfermedad seria. Termina en cárcel, instituciones mentales o muerte. Hemos perdido a una bella y talentosa mujer. Lo que podemos hacer es cambiar la forma en que juzgamos esta condición, no como un crimen o un romántico artificio, sino como una enfermedad que mata”.

Imposible olvidar a Amy. Y aún nos quedamos con el voraz deseo de escuchar su tercer álbum que nunca alcanzó a grabar.

Número uno en las listas de popularidad

Su álbum Back to Black se adueña del primer lugar de la lista de discos más vendidos en el Reino Unido. Le sigue Frank en el puesto 5 y la combinación de los discos Frank y Back to Black en el número 10.
Cuatro de sus canciones se ubican entre los 40 éxitos más sonados. (Back to Black, Tears dry on their own, Rehab y Love is a losing game).

Hace pocos días el padre de la fallecida cantante, Mitch Winehouse, se reunió con representantes del gobierno británico para discutir políticas de drogas y tratamientos. Él manifestó el interés de su familia de crear un centro de rehabilitación para drogadictos en Londres que no pueden costearse un tratamiento privado.

Disco Póstumo

El diario Mail on Sunday publicó que un póstumo disco de la cantante se lanzará al mercado. Según el vocero de la cantante, Chris Goodman, su tercer álbum estaba destinado a convertirse en su registro más personal en el cual refiere los detalles de su divorcio con Blake Fielder, sus continuos problemas con el alcohol y las drogas.

“Ella siempre cargaría su libreta donde escribía sus canciones e ideas. La gente que ha escuchado sus nuevas canciones dicen que son las más autobiográficas. En ellas narra una traumática fase de su vida, con Black, su ex-marido en prisión, y la relación terminando en divorcio, explicó su vocero al Mail on Sunday.