«Mariela Castro responde a los intereses de su padre»
DDC conversa con Leannes Imbert Acosta,
directora del Observatorio Cubano de los Derechos LGBT.
Leannes Imbert Acosta, activistas del Observatorio Cubano de los Derechos LGBT.
| Madrid
Organizadores del paseo por el Prado celebrado el pasado 28 de junio en homenaje a los sucesos de Stonewall, los integrantes del Observatorio Cubano de los Derechos LGTB exigen una participación mayor en la vida pública. Han hecho intentos por trabajar en colaboración con el CENESEX, que preside Mariela Castro, pero hasta ahora no han obtenido resultados, como se hizo evidente a propósito de la boda de Ignacio Estrada (integrante del Observatorio) y de Wendy Iriepa. Sobre proyectos, intentos, frustraciones y persistencias, DDC habla con Leannes Imbert Acosta.
Le has pedido a Mariela Castro una semana de acceso a los medios de difusión. ¿A través de qué vía hiciste la petición?
He comentado que pediría a Mariela Castro que hiciera gestiones para que también el Observatorio Cubano de los Derechos LGBT tenga acceso (como el CENESEX) a los medios de difusión y, así, poder contar nuestra verdad, desmentir todas las difamaciones y mentiras que, en un intento por satanizar el proyecto, han divulgado la propia Mariela Castro y otros medios oficialistas. Esta petición la he divulgado en algunos medios independientes y enviado por correo electrónico al CENESEX.
¿Qué harías en esa semana, en caso de obtenerla? ¿Cuáles pasos has pensado dar para divulgar el proyecto?
Si nos concedieran el acceso a los medios de difusión por una semana —cosa que no creo posible—, nos encargaríamos de divulgar el verdadero propósito del Observatorio. Podríamos llevar a toda la Isla los diferentes proyectos que hemos elaborado tendientes a promover el respeto a la diversidad sexual. Llevaríamos a cada comunidad, cada escuela, cada familia cubana, un mensaje diferente al que, disfrazado de tolerancia, ha pretendido dar hasta ahora la oficialidad.
Ya que hablamos del proyecto, ¿cómo y cuándo se inició el Observatorio, cuántos integrantes tiene?
Nuestro proyecto existe desde 2007, aunque en aquel entonces se llamaba Movimiento Cubano por la Liberación Homosexual, y estaba más dirigido a establecer demandas al Gobierno para lograr el respeto de los derechos de las personas de la comunidad LGBT.
El Observatorio (OBCUD LGBT), se fundó el pasado 20 de Mayo. El Comité gestor está compuesto por seis observadores de derechos humanos y ya se han hecho activistas doce jóvenes de diversas orientaciones sexuales. No son muchas las personas que componen la organización, pero en cada actividad organizada participan muchísimas personas interesadas en el tema de la diversidad sexual.
Emplazaste a Mariela a conversar en público y a revelar ambos proyectos, CENESEX y Observatorio. ¿En qué se diferencia el Observatorio del CENESEX? ¿Qué razones les haría imposible a ustedes la integración en el CENESEX?
Es cierto que hemos emplazado a Mariela a dialogar públicamente y, aunque no creo que lo haga, esto nos permitiría dar a conocer al público nuestra verdad. El pueblo de Cuba y sobre todo la comunidad LGBT sabría que el OBCUD LGBT no es un proyecto político ni responde a intereses internacionales, y que a diferencia del CENESEX, no ha recibido hasta hoy ni un centavo para realizar su labor. Dejaríamos bien claro que nosotros, a diferencia del CENESEX, partimos del principio de universalidad de los derechos humanos, por lo que no sólo velamos por el respeto de los derechos de las personas LGBT, sino por los de todos y cada uno de los habitantes de esta Isla.
Los gestores del Observatorio son en su mayoría personas LGBT que han visto violados sus derechos más elementales y que, por ende, no necesitan que nadie les pague para llevar a cabo la labor que realizan. Si la comparamos con el palacio que ocupa el CENESEX, nuestra sede es del tamaño de un grano de maíz, y los materiales que elaboramos son resultado del esfuerzo de personas con recursos muy limitados, pero a los que sí les importa el destino de las personas LGBT. El CENESEX, en cambio, recibe grandes sumas de dinero de diferentes ONGs aún convencidas de que Mariela Castro está interesada verdaderamente en derrumbar los muros de homofobia e intolerancia que persisten hoy en Cuba. El OBCUD LGBT, repito, no responde a los intereses de nadie que no sea la comunidad LGBT; Mariela Castro responde a los intereses de su padre; y eso es una de las razones por las que no podríamos integrarnos a CENESEX.
¿Saliste del CENESEX? ¿Cuáles han sido tus relaciones con Mariela Castro y esa institución?
Nunca he pertenecido al CENESEX. No soy especialista en sexología, sino en defectología. No obstante, desde los inicios del proyecto he hecho saber al CENESEX cada actividad planeada y nuestra disposición para trabajar conjuntamente. Desde el inicio hemos construido un puente para que dialoguemos y encontremos puntos en común, pero ellos no lo han querido cruzar, y ya no creo que lo hagan.
Has anunciado que visitarás el CENESEX. ¿Has estado allí? ¿A qué se debe tu visita?
He estado muchas veces en el CENESEX, y aunque mis intentos de conocer a Mariela Castro se han visto frustrados, he sido atendida —gracias a mi capacidad de perseverar— por la Dra. Ada Alfonso, la Vicedirectora del Centro, quien me dejó claro que el CENESEX no trabajaba ni colaboraba con "proyectos que tuvieran un fin político" (basándose en que el OBCUD LGBT tiene relaciones con diferentes sedes diplomáticas acreditadas en Cuba y olvidando que también el CENESEX posee esas relaciones).
¿Qué hay de similar y de diferente entre Mariela Castro y su familia en el poder?
En cuanto a las similitudes y diferencias entre Mariela Castro y su familia en el poder, no sabría hablar con certeza. Sí puedo decirte que, aunque hace algunos años tuve la esperanza de que esta señora cambiara un poco la mentalidad homofóbica de esos señores octogenarios que ostentan hoy el poder, en los últimos tiempos he notado —para desgracia nuestra— que esta hija se parece cada vez más al padre.
¿Crees que hay que agradecerle algo a Mariela Castro en las liberalizaciones en materia sexual, o lo mismo se habría conseguido por presión?
Estoy segura de que los pocos avances en materia de diversidad sexual que se han dado en Cuba han sido inevitables. La influencia de otras culturas, el acceso, aunque mínimo, a internet, etc., han logrado estos cambios. La comunidad LGBT ya llegó a un punto máximo en cuanto a tolerar violaciones de sus derechos y, con o sin la ayuda de Mariela Castro, habrían comenzado a reivindicarlos. Además, es indiscutible —lo he dicho muchas veces— que Mariela trabaja bajo presión, cuando se le presentan desafíos. Un buen ejemplo fue nuestro Paseo por el Prado. Antes de eso, la Castro afirmó muchas veces que estaba en contra de celebrar el Día del Orgullo Gay; sin embargo, al ver que el OBCUD LGBT lo celebraría en grande, decidió, dos días antes, desarrollar actividades para celebrar la fecha.
En un país tan vertical como Cuba, ¿es creíble que las trabas en la ley de unión civil sean responsabilidad de la ministra de Justicia, como argumenta Mariela Castro?
Las únicas trabas que existen para la legalización de la uniones entre personas del mismo sexo las han puesto todos esos ancianos que gobiernan el país. Es patente el hecho de que tanto Fidel Castro como su séquito de octogenarios no van a aceptar tal cosa y, lamentablemente, ellos son los dueños de esta Isla.
¿Cuál considerarías el principal éxito de la marcha por Prado?
Esta primera marcha o paseo del orgullo gay, si bien es cierto que no logró reunir a la cantidad de personas deseadas, también lo es que ayudó a que la comunidad LGBT (no los activistas del CENESEX) se hiciera visible y, sobre todo, sirvió para demostrarle a las autoridades que estamos decididos a reivindicar nuestros derechos, a pesar de la represión y las advertencias.
En la calle, en los barrios, ¿hay menos homofobia hoy en Cuba?
Paulatinamente, se va viendo un cambio de posturas frente a la homosexualidad; la gente se va interesando más por ese fenómeno que es la diversidad sexual. Por tanto, es justamente en este momento cuando un proyecto como el OBCUD LGBT debe hacer su trabajo. Es justamente ahora cuando desarrollaremos con más presteza nuestra labor informativa y educativa.