El modelo libio y Cuba
LA HABANA, Cuba
A pesar de lo confuso y parco de la información que el gobierno cubano brinda a la población sobre los acontecimientos que ocurren en Libia, se sabe que el coronel Gadafi es ya historia. ¿Qué importancia tienen estos acontecimientos para Cuba? Pues, el modelo social, la forma en que han llegado los cambios a ese país.
Por años, diversos centros de estudio e investigación de la situación cubana, desde los Estados Unidos y Europa, han desarrollado seminarios y algún que otro fórum académico para determinar los posibles escenarios futuros de Cuba. Aunque las teorías resultantes han sido variadas, la creencia generada es la ocurrencia de una transición pacífica en la Isla, que pueda derivar hacia la instauración de un régimen democrático en el país.
Reconocidas figuras de las Ciencias Sociales y Económicas participantes en estos eventos, han sugerido posibles coincidencias del caso cubano con los que determinaron el paso a la democracia de otras dictaduras en América y en Europa del Este. La bibliografía examinada al efecto ha sido numerosa y bien calificada. No obstante, los especialistas no han tenido en cuenta un importantísimo factor: la trayectoria de Fidel Castro.
Desde su ascenso al poder, Castro ha sido consistente en declarar la “irreversibilidad del socialismo”, lo que equivale a su negativa a abandonar el poder. Esta aseveración, Fidel Castro la ha reiterado en cada una de las oportunidades en que las circunstancias económico-sociales por las que atravesaba la Isla, le han obligado a introducir algunos cambios en el modelo económico socialista. Cada vez que ha mejorado un poco la situación gracias a las medidas tomadas, Castro retoma la línea ortodoxa para la “construcción del socialismo”.
Lo curioso es que, a pesar de la trayectoria del dictador y de cuantas veces ha reiterado lo mismo, los gobiernos y los medios de prensa occidentales no parecen creer en la determinación de este “iluminado”, a hundir la Isla en el mar, antes que abandonar su delirante proyecto político.
Si la intransigencia de Muamar el Gadafi, ha desatado en Libia una cruenta guerra civil que tiene al país sumido en un caos que, probablemente, conlleve a la desintegración del estado libio; la tozudez de Fidel Castro no es menor que la de aquél.
El que deseé un modelo para analizar cómo podrían producirse los cambios políticos en Cuba, será más realista si contempla el caso libio que lo ocurrido en otros escenarios mundiales.
Los octogenarios de la llamada “generación histórica”, al igual que Gadafi, no están dispuestos a permitir que ocurran cambios en el país que pongan en peligro su permanencia en el poder, y para evitarlo están dispuestos a acudir a la violencia extrema.
Si alguien lo duda, pregúntele a Laura Pollán, Yoani Sánchez, Eugenio Leal o Darsi Ferrer; por citar a algunos miembros de la sociedad civil cubana, que han sufrido golpizas, acoso y vejámenes, por intentar poner en práctica pacíficamente sus derechos ciudadanos.