Silvio Rodríguez acusa a Pablo Milanés de hacer 'daño interno' al régimen
Dice que le dolieron sus críticas en Miami, 'a unos días de un concierto que, por más propaganda que hacían, no se llenaba'.
SILVIO RODRIGUEZ EL MÚSICO ABYECTO,E INDOLENTE CON EL SUFRIMIENTO DEL PUEBLO CUBANO
El cantautor Silvio Rodríguez acusó a su examigo Pablo Milanés de hacer "daño interno" al régimen con sus declaraciones en Miami y le advirtió que "en las revoluciones nadie es imprescindible".
"Coincido con Pablo en muchos de sus juicios críticos sobre la realidad cubana (...) Lo que escandaliza a algunos no es el contenido de sus críticas, sino la forma, que además de burda parece desamorada, sin el más mínimo compromiso afectivo", cuestionó Rodríguez en una respuesta a un comentario de un lector en su blog Segunda Cita.
El autor de El Necio aseguró que le dolió que Milanés "haya manifestado esas críticas en Miami, a unos días de un concierto que, por más propaganda que hacían, no se llenaba".
"Y para colmo, que las hiciera a medios que tildan de héroes a terroristas que han derribado aviones civiles, medios cuyos dueños han pagado actos de violencia contra Cuba", añadió.
Rodríguez publicó en su blog una misiva de 1986, firmada por él y Pablo, contra Carlos Alberto Montaner, y respondió a un lector que dijo que la carta a Edmundo García le parecía "honesta".
"Ese es un daño interno que nos hacen actitudes como esta. Pero en las Revoluciones, si son verdaderas (como creo que es la cubana), nadie es imprescindible, al menos para siempre. Cada baja nos enseña a llenar la ausencia con lo que tengamos, y a aspirar a ser tan buenos como lo que nos falta", dijo.
Según Rodríguez, hace más de veinte años que no ve al autor de Yolanda.
"Tampoco nos hemos hablado ni por teléfono (...) Aún sin estar cerca, en este tiempo sin relacionarnos directamente, ambos hemos mantenido una actitud respetuosa respecto al otro", añadió.
De acuerdo con el cantautor oficialista, él "jamás" ha permitido que en su presencia se hable mal de Milanés.
"Cuando me botaron del ICR en 1968, también fue por defenderle. Y por pincipios —míos— lo sigo haciendo, aun cuando Pablo me incluya a mi entre los 'despreciables' que seguimos defendiendo la Revolución, y los que firmamos la carta que él entendió a su manera", señaló.
El diablo los cría y ellos se sacan los ojos
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