Los Castro autorizan la compraventa de viviendas en Cuba
Será legal a partir del 10 de noviembre, aunque ya era una práctica común en el mercado negro como ocurría con los vehículos
Una cubana sale de su casa en La Habana Vieja
Por Carmen Muñoz
Comprar o vender una casa entre particulares en Cuba será legal a partir del próximo 10 de noviembre. Aunque de hecho se podía realizar a través del mercado negro durante más de cinco décadas de prohibiciones desde la llegada de Fidel Castro al poder en 1959.
Junto a la compraventa de vehículos, autorizada hace un mes, y la esperada reforma migratoria, forman parte de las medidas anunciadas por el presidente Raúl Castro para «actualizar» el sistema socialista y eliminar el exceso de trabas. Pero el primer problema que se encuentran los cubanos al intentar comprar una casa o un coche es que el salario medio es de 18 dólares mensuales.
El diario oficial «Granma» anunció este jueves la entrada en vigor de «nuevas normas para la transmisión de la propiedad de la vivienda», en un intento de relanzar la economía y acabar con el déficit de viviendas. Se reconocerá, en concreto, «la compraventa, permuta, donación y adjudicación -por divorcio, fallecimiento o salida definitiva del país- de viviendas entre personas naturales cubanas con domicilio en el país y extranjeros residentes permanentes en la isla».
Dos viviendas
Los cubanos podrán tener dos viviendas: una permanente y otra para el descanso, según la nueva legislación. La transmisión de la propiedad se hará mediante notario público y se aplicarán impuestos no precisados por el órgano oficial del Partido Comunista.
La primera reacción del economista independiente Óscar Espinosa Chepe fue de «escepticismo, primero tengo que ver la ley, aunque no creo que vaya a resolver el problema de la vivienda». En unas declaraciones a ABC, este ex preso político reclama «más flexibilidad y libertad, puede ser un punto de transición, pero no es válido para el futuro».
La dictadura, a su juicio, debe permitir la creación de pequeñas o medianas empresas privadas o cooperativas que se dediquen a la construcción para acabar con un déficit de más de medio millón de viviendas, según reconocieron las autoridades cubanas en 2005. Aunque los expertos elevan la cifra a más de un millón.
Desde 1959 se ha construido muy poco y lo que existía se ha ido deteriorando por falta de mantenimiento. ¿Quién no ha visto las casas coloniales de La Habana literalmente cayéndose? El régimen castrista ha reconocido que el 50 por ciento de las construcciones se encuentra en mal estado y más de ocho de cada diez edificios necesitan reparaciones.
Las 87.000 viviendas destruidas por la fuerza de los huracanes en 2008 no se han repuesto: en 2009 se construyeron unas 35.000 y en 2010 unas 33.000 casas. Siempre de dudosa calidad. En el interior de la isla la situación es peor que en La Habana, según el economista cubano.
«La cuestión de la vivienda es muy delicada y fuente de muchos conflictos: es normal que varias generaciones de una misma familia convivan hacinadas en una vivienda en mal estado», describe Óscar Espinosa Chepe.
EE UU celebra el permiso de compraventa de casas y condena la 'paliza' a Fariñas
'Deploramos el uso de la fuerza contra ciudadanos que pacíficamente ejercen sus derechos humanos', señaló un portavoz del Departamento de Estado.
Agencias | Washington
El Gobierno de Estados Unidos calificó hoy como "paso positivo" la decisión de La Habana de permitir, por primera vez en más de 50 años, la compraventa de viviendas en Cuba, aunque insistió en el respeto a los derechos humanos en la Isla, reportó EFE.
Según un decreto publicado en la Gaceta Oficial, los cubanos podrán, por primera vez en más de medio siglo, comprar y vender viviendas de forma particular a partir del próximo 10 de noviembre, en el marco de una reforma legislativa aprobada por Raúl Castro.
"Es un paso positivo que deja al pueblo cubano más libertad en la determinación de su futuro y el futuro de su país", dijo a EFE William Ostick, un portavoz del Departamento de Estado.
El portavoz no quiso comentar sobre si ese anuncio abre o no la puerta a que la Administración Obama realice más modificaciones en su política exterior hacia La Habana, desde que flexibilizó los viajes y remesas de cubanoamericanos a la Isla.
Durante mucho tiempo, el Gobierno de Washington ha dejado en claro que La Habana debe dar pasos para cesar la represión de disidentes y mejorar la situación de derechos humanos.
En ese sentido, el portavoz del Departamento de Estado condenó el arresto del opositor Guillermo Fariñas en la ciudad de Santa Clara.
"Condenamos la detención y paliza por parte del Gobierno cubano de ciudadanos en Santa Clara, incluyendo Guillermo Fariñas, y nos preocupa su bienestar", dijo Ostick.
"Deploramos el uso de la fuerza contra ciudadanos que pacíficamente ejercen sus derechos humanos, y apoyamos los derechos de los ciudadanos cubanos de expresarse libremente y determinar su propio futuro", enfatizó el portavoz.
"Pedimos el cese inmediato del acoso y violencia perpetrados contra críticos pacíficos del Gobierno", puntualizó Ostick.
Fariñas fue detenido cuando iba a visitar al disidente Alcides Rivera en el hospital donde se encuentra ingresado tras una huelga de hambre que realiza desde hace más de un mes, según fuentes familiares y de la disidencia interna. Fue liberado este jueves.