En Palmarito de Cauto y en Mella (municipios de Santiago de Cuba) el agua en estos momentos la echas en una vasija o un vaso de vidrio y ves microorganismos en movimiento, es decir que ya no son de tamaño microscópico, sino de tamaño visible a la vista del ser humano”, declaró a martinoticias.com el opositor José Daniel Ferrer, residente de esta provincia.
Fuentes oficiales insisten en asegurar que el agua en Cuba es potable, afirmación que confirmó el representante de la UNICEF en la isla con motivo del Día Mundial del Agua, celebrado el pasado 22 de marzo de 2011.
Según cifras oficiales, más del 95 por ciento de la población cubana tiene acceso a agua potable.
“Eso es una mentira gigantesca”, comentó al respecto José Daniel Ferrer.
En la región Oriental del país los pueblos y ciudades que están en los márgenes del Río Cauto como Palmarito de Cauto, Julio Antonio Mella, Palma Soriano, Contramaestre y las poblaciones rurales de la zona padecen de un alto índice de parasitismo y otras enfermedades producto de la mala calidad del agua, asegura el exprisionero del Grupo de los 75.
Los sistemas de desagüe, muy primitivos por cierto, de aguas negras de estos pueblos se vierten directamente en la presa Protesta de Baraguá.
“El agua no hace falta llevarla a un laboratorio como el mundo moderno exige, pero de solo verla cualquiera se horroriza por las condiciones que presenta a la vista”, asegura Ferrer.
Por ejemplo, en los municipios santiagueros, Palmarito de Cauto y en Palma Soriano, muchísimas personas están padeciendo de problemas gastrointestinales, asegura José Daniel Ferrer García, producto de la situación del agua nada potable.
El tratamiento recomendado por los médicos es el antibiótico Claritromicina. Sin embargo, por lo general no aparece en la farmacia en moneda nacional. A veces está disponible solo en las farmacias con divisa.
“Los médicos aseguran que se debe al agua no potable. Ellos piden a las personas que hiervan el agua, pero con el alto costo de la corriente eléctrica y la escasez del combustible son pocas las familias que pueden darse el lujo de hervir el agua. Esto del
Agua no potable le está haciendo mucho daño a muchísimas personas del Oriente del país principalmente en mi región (Santiago de Cuba)”.
En las prisiones el problema del agua también es crítico, ejemplo de ellos son las prisiones de Las Tunas y de Guantánamo.
En la prisión de Aguadores ubicada en las afueras de la Ciudad de Santiago de Cuba, donde el agua es sometida a un tratamiento de cloro, tan solo se distribuyen dos litros por reo para un día. Sin embargo, los recipientes donde la envasan carecen de la higiene adecuada contaminando así el líquido y generando altos niveles de parasitismo y diarreas.
“El agua puede ir en tiempos normales: de un agua con su característica incolora pero con mucho elemento, mucha partícula sólida flotando entre el agua hasta un agua que es achocolatada con mucho lodo en tiempos de lluvia. Por ejemplo, cuando llueve y le entra corriente al Río Cauto en toda esta zona el agua que sube es achocolatada”.
Tuberías y salideros.
A diario se extrae desde las fuentes de abasto unos 726 litros de agua por habitante, cifra que duplica la norma establecida de 325 litros por persona, aseguraron fuentes del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, en el 2010 en una entrevista al periódico oficialista Granma.
La razón para esto es que en la isla se pierde el 50 por ciento del agua que se bombea, entre otros por el mal estado de las redes hidráulicas.
En el caso de La Habana las cifras oficiales del gobierno cubano muestran que se despilfarra el 70 por ciento del agua que se bombea, a causa de salideros.
Para el economista Oscar Espinosa Chepe, residente del municipio Playa, en La Habana, “el problema fundamental es que las tuberías están en muy malas condiciones. Son tuberías muy antiguas que no se han reparado, que necesitan cambiarse, se pierde (el agua) por muchas de estas que están rotas. Tienen un programa de cambios que necesita grandes inversiones pero el gobierno no está capacitado para eso”.
En las casas por ejemplo se despilfarra por las malas condiciones de la llaves (pila, o pluma), estas se pueden comprar en moneda nacional o convertible pero a precios muy altos. “Por ahí se pierde una cantidad de agua extraordinaria”, afirma el reconocido opositor.
Los salideros de agua causan daños extraordinarios a las calles, aceras y contenes, “hay una interacción perversa porque el agua no es solo que falte, sino que al derramarse crea toda una serie de problemas adicionales y esto se combina con un atraso extraordinario en todo lo que es el desagüe en Ciudad de La Habana”.
Chepe explica que los conductos de las aguas negras también están en malas condiciones por falta de mantenimiento y por falta de inversión porque La Habana es una ciudad que ha ido creciendo y los sistema de alcantarillados son los mismos de hace más de cincuenta años.
“Se sabe que hay una mezcla de aguas negras con las aguas de las tuberías rotas y se contamina el agua y la calidad del agua que se ingiere en las ciudades cubanas es realmente muy desfavorable”.
Hay muchos barrios en La Habana que son abastecidos con pipa, claro que esa manipulación del agua contribuye al deterioro de la calidad.
Por ejemplo, en Santiago de Cuba se hicieron importantes obras de reparación y de tendidos de redes para llevar el agua a las casas. Sin embargo, hay un problema grave porque al pasar el agua con cierta presión por las tuberías corroídas por el óxido y el paso del tiempo, éstas han explotado aumentando las filtraciones.
“Yo he pasado una situación muy difícil en las cárceles, por ejemplo en Guantánamo tenía que esperar a que bajara el limo del agua que yo tomaba y tomarme el agua de arriba y en Santiago, en el propio hospital, el agua tenía partículas y se asentaban en el fondo.Cuando llegué a La Habana al Hospital Militar me hallaron todo tipo de parásitos habidos y por haber, o sea la colección completa de parásitos”, recuerda Chepe.
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