Elizabeth Gámez
Federico García Lorca fue primero músico que poeta, fue un niño lector, un admirador de la naturaleza, pero también fue un temeroso de proyectar su intimidad a través de sus letras, así recordó al granadino Rosa María Peraza, ante un público que llenó Otelo's Café.
La poeta transmitió en el programa Tomando Café con la pasión que siente por la vida y obra del también dramaturgo español, de quien recordó nació en Fuente Vaqueros, Granada.
La velada fluyó como la noche, sin sentirse, ante la amenidad de Peraza que durante su conferencia contó con la colaboración de Claudia Apodaca, Luiza Millán, Genaro Sahagún y Eduardo Arriaga, quienes compartieron poesía de García Lorca, así como de Pável Meza, quien tocó melodías de amigos del también dramaturgo.
Peraza llevó a un recorrido por la vida y obra del autor del Poema del cante jondo, narró que por que estuvo en contacto pleno con la naturaleza, muchos de sus poemas primarios hablan de bichos, escarabajos, caracoles, insectos a los que consideraba sus amigos.
Cuando tenía 9 ó 10 años, añadió, sintió que se le acabó la niñez cuando sus padres se lo llevaron a vivir de Valderrubio a Granada, para que él y sus hermanos Francisco, Concha e Isabel estudiaran en mejores escuelas. Ese sentimiento también lo plasmó en uno de sus poemas que la audiencia escuchó.
Recordó que en Granada, García Lorca empezó a estudiar piano, aprendió de composición, armonía, solfeo con la asesoría de Martín Domínguez, quien lo consideraba un excelente alumno, incluso le recomendó que se fuera a buscar otros horizontes en este arte, a lo que su padre se negó.
Este mismo maestro llevaba a su grupo a viajes culturales por España, y aquello que el granadino vio y admiró por su país lo plasmó en su primer libro Impresiones y paisajes.
Él se inclinaba ya por escribir, y su padre, que era rico, quería que labrara la tierra.
En un casino de Granada, Andrés Segovia leyó a don Federico un poema de su hijo, y lo visualizó como el mejor.
Peraza señaló que García Lorca en sus poemas mezcla pasajes con amores y estado de ánimo. Y se tardaba en publicar por temor a que el público viera su interior, y era su madre, doña Vicenta, quien lo presionaba para que lo hiciera.
Comentó que callaba su homosexualidad porque no quería que su trabajo poético y dramaturgo se juzgara por ello.
Recordó su libro del Cante jondo resultado de un concurso, así como su obra de teatro Mariana Pineda, dedicado a una mujer granadina que fue asesinada, y el libro de canciones con temas para niños que dedicó a unos amigos chilenos.
Así como también dijo que García Lorca se asustó de la repercusión que tuvo su exposición de dibujos, le temía a la fama porque ésta, decía, atravesaba su intimidad.
"Su libro más perfecto es el Romance gitano, que lo hizo en forma narrativa y lírica, hizo una innovación y causó una gran conmoción en España", sostuvo Peraza del poeta granadino.
También lo recordó como un hombre homosexual vilipendiado públicamente por los críticos de arte.
El ambiente de poemas y música acercó a los espectadores, entre ellos bailarines, dramaturgos, pintores, actores de teatro, a la melancolía y pasión del poeta granadino.