Los últimos días de la diva Whitney, tras salir de su última actuación.
Por Pablo Scarpellini | Los Ángeles La crónica de los últimos días de Whitney Houston contradice a los que pensaban que estaba en el camino de una reaparición sólida y contundente. Su aspecto deslavazado, su incoherencia por momentos y sus aparentes copas de más la hicieron regresar a su imagen más triste, la de la decadencia inevitable. A falta de una versión oficial, fuentes como TMZ y ABC señalan a los fármacos y el alcohol como la combinación letal que acabó con su vida.
Y eso que una noche antes de su muerte, el pasado sábado por la tarde en un hotel de Los Ángeles, se volvió a subir al escenario, en la que sería su última actuación, para interpretar 'Yes, Jesus Loves Me'. Fue en el concierto de Kelly Price & Friends, en uno de los actos previos a la entrega de los Grammy.
Salió aplaudida del recinto tras actuar en un emotivo dúo con Kelly, aunque no logró disimular los estragos en su poderosa voz, causados por años de adicciones. Esa misma noche volvería a las andadas, de fiesta hasta altas horas de la madrugada.
Después, se dejó ver por el lobby del hotel vestida de forma extraña, saltando y haciendo gestos impropios de una estrella de su categoría, además de entrometerse en una promoción de prensa de sus amigas Brenda and Monica, tratando de hacerlas reír detrás de las cámaras mientras hablaban con los periodistas.
Muchos encuentran la explicación en la conocida adicción de la cantante a las drogas. De hecho, unos días antes de su muerte, fue fotografiada saliendo de un médico de Beverly Hills al que había visitado dos veces en cinco días.
Otros, como la periodista Shaun Robinson de la cadena de televisión Access Hollywood, muestran su sorpresa tras haber entrevistado a la artista meses antes. "Cuando la miré a los ojos me dije que ésta iba a ser la vez en que Whitney Houston iba a reaparecer", señaló.
Aquella conversación fue parte de la promoción de su última película, 'The Sparkle', que se estrenará en agosto de este año. Por desgracia, la actriz no podrá verla en cines ni darle un último impulso a su carrera
Regresa al lugar donde nació
Imagen del avión en el momento del despegue
El cuerpo sin vida de la cantante Whitney Houston se encuentra en un jet privado, propiedad del cineasta afroamericano Tyler Perry, en dirección hacia Newark (Nueva Jersey), la ciudad donde nació la artista y en la que se celebrará su funeral.
El aparato despegó desde el aeropuerto de Van Nuys (Los Ángeles), informó la web 'RadarOnline.com', especializada en información sobre famosos. En el jet viajaron también miembros de la familia de Houston así como amigos íntimos de la cantante, fallecida el pasado sábado.
Según la versión policial, Houston fue encontrada "inconsciente" en la bañera de la habitación del hotel Beverly Hilton por "un miembro de su equipo" y fue declarada muerta a las 15.55 hora local por el personal de los servicios de emergencia que intentaron reanimarla sin éxito.
El portal 'TMZ.com', que cita a fuentes próximas a Houston, sostiene que la oficina forense de Los Ángeles habría confirmado a la familia que la artista no murió ahogada, sino por la combinación de calmantes y otros fármacos con alcohol. Según esta versión, a la familia se le habría informado de que no se encontró suficiente agua en los pulmones de Houston para determinar que el ahogamiento fuera la causa de la muerte, y que la artista pudo haber fallecido antes de que se sumergiera en el agua de la bañera.
El diario de Nueva Jersey 'Star Ledger' publicó que el funeral tendrá lugar el viernes en el 'Prudential Center', un pabellón con capacidad para unas 19.000 personas donde juegan sus partidos como local los New Jersey Nets de la NBA.