Estaba angustiado por su situación económica
Que en paz descanse
Un crimen más de los Castros con la complicidad de la iglesia castrista y del gobierno de Rodriguez Zapatero.
Fue el último periodista liberado y desterrado para España.
Por Juan Carlos Chavez
Angustiado por su precaria situación económica y la imposibilidad de encontrar un empleo para ayudar a mantener a su familia, el periodista y ex preso político cubano Albert Santiago Du Bouchet Hernández se suicidó el miércoles en Las Palmas de Gran Canaria, en España.
Du Bouchet, de 52 años, viajó desterrado desde Cuba hacia España en abril del 2011 junto con su familia y un grupo de 36 prisioneros políticos y decenas de familiares tras ser liberados de prisiones cubanas.
“El estaba muy nervioso porque el mes pasado no le pagaron y no había podido visitarnos”, afirmó desde Madrid, Ana Iris Medina Pérez, ex esposa de Du Bouchet, en una conversación telefónica a El Nuevo Herald. “Cada vez que me llamaba me decía que no le habían pagado. Esa preocupación parece que lo llevó a hacer eso”.
En Cuba, Du Bouchet era director de la agencia no oficialista Habana Press. El 18 de abril del 2009 fue arrestado cuando se dirigía a visitar a unos parientes en Artemisa, en la provincia de La Habana. Las autoridades lo acusaron por desacato y distribución de propaganda enemiga. En un juicio sumario lo condenaron a tres años de prisión. Ya en agosto del 2005 Du Bouchet había sido condenado a un año por cargos relacionados con su trabajo periodístico y su labor opositora.
Elizardo Sánchez Santa Cruz, portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), radicada en La Habana, lamentó la noticia del fallecimiento de Du Bouchet. Agregó que el sentimiento de desarraigo que experimenta la mayoría de los desterrados no es fácil de superar y les impide integrarse en la sociedad.
Muchos de ellos no tenían la voluntad de vivir en España, como era el caso de Du Bouchet, añadió Sánchez.
“Fue bastante activo durante muchos años como periodista independiente”, indicó. “Era una persona de amplia cultura, muy atento, amistoso y perseverante. Creo que su muerte se inscribe dentro de esta tragedia de la nación cubana y la diáspora”.
Du Bouchet fue liberado junto con otros 115 presos políticos como parte de un acuerdo histórico en mayo del 2010 entre el gobernante cubano Raúl Castro y el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega Alamino. Las autoridades condicionaban inicialmente la liberación a la aceptación de tomar el camino del destierro a España. Sólo 12 prisioneros consiguieron quedarse en la isla, luego de negarse a ser liberados bajo cualquier condición.
Cada uno de los ex presos que llegaron a tierras españolas fueron asignados junto con sus familias a tres organizaciones no gubernamentales: la Cruz Roja Española, la Asociación Comisión Católica Española de Migración y la Comisión Española de Ayuda a Refugiados. A mediados del año pasado las autoridades españolas decidieron prorrogar los subsidios para alimentación, transporte y vivienda, que rondan los 700 euros mensuales, según el tipo de familia.
Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España anunció recientemente que podrían recortarse las ayudas que venían recibiendo los ex presos debido a los ajustes presupuestarios. La casi totalidad de los ex presos no ha encontrado trabajo debido a la crisis económica y a la lentitud de la homologación de sus títulos profesionales y universitarios.
Regis Iglesias Ramírez, portavoz del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) en España y exiliado en Madrid desde agosto del 2010, aseguró que la muerte de Du Bouchet es un drama humano que ha sido muy sentido entre los exiliados.
“Recuerda que personas como Du Bouchet han pasado por situaciones muy difíciles”, declaró. “Y verse en una situación económica tan precaria, de pronto actuó como un detonante”.