Pitingo y Mónica Naranjo
se quedaron sin visado para actuar en Estados Unidos
El cantante Pitingo tuvo que suspender su concierto en Nueva York al no obtener el visado
¿QUIEN ES ESTE PITINGO?...POR ACÁ NADIE LO CONOCE..
El nombre del artista y el del pianista de la cantante coincidían con los de terroristas que figuran en la temida lista «no fly»
24 de febrero le sucedió al concierto de Mónica Naranjo. Exactamente dos semanas después fue Pitingo quien se vio obligado a suspender su concierto en Nueva York. En ambas ocasiones el motivo detrás de las cancelaciones fue un problema a la hora de recibir el visado que los artistas necesitan para actuar en Estados Unidos.
Antonio Manuel Álvarez Vélez, el nombre real de Pitingo, estaba dentro de la temida lista «no fly», una lista creada por el Centro de Monitorización de Terroristas (TSC) del Gobierno de EE.UU. y en la que es muy fácil entrar, pero muy difícil salir una vez que tu nombre figura en ella. En el caso de Mónica Naranjo, fue su pianista, José Herrero, quien tuvo el mismo problema y por la misma razón: su nombre coincidía con el de un buscado terrorista.
«Finalmente conseguimos un pianista con papeles, pero no daba tiempo a reaccionar y ensayar todo el repertorio», explica Celia del Barrio, responsable de la organización Live From New York, la empresa detrás de ambos conciertos. «La broma», como la denomina del Barrio, supuso más de 150.000 euros en gastos entre visados, cambios de billetes y el pago del alquiler de la sala.
Del Barrio no podía creer que solo unos días después de haber lidiado con la odisea de cancelar el concierto de Mónica Naranjo le sucediese lo mismo con el cantaor onubense. Ahora el «New York Times» se hace eco del fenómeno, ya que, según apunta, los problemas con los visados están dejando vacíos varios escenarios en los últimos meses.
Los costes de la política migratoria
El caso de Pitingo, cuyo equipo tuvo que hacer frente a pérdidas por valor de 20.000 euros, le sirve al diario como ejemplo de una tendencia creciente: los intercambios culturales con Estados Unidos son cada vez más difíciles.
Tanto que hay instituciones como la Orquesta The Hallé de Manchester que han claudicado en sus esfuerzos de tratar de actuar en EE.UU. por los absurdos costes de tiempo y dinero que implica la gestión de los visados. Como relata el rotativo americano, para una orquesta con un equipo que ronda las 100 personas, solo el gasto necesario en visados ascendería a 70.000 dólares, cerca de 53.000 euros.
Según los datos vertidos por el «New York Times», entre 2006 y 2010 se denegaron casi el 25% de los visados de artista solicitados. Todo en pos de «mantener la seguridad como la principal prioridad», como anota un portavoz del departamento de Estado que no facilitó su nombre.
A pesar del revuelo, algunos artistas no se rinden. En el caso de Pitingo, el cantante quiere intentar volver a Nueva York en octubre. «El visado llegó un día después del concierto, pero lo tiene por un año», apunta del Barrio.