Dos lesbianas ponen a prueba la Constitución de Ecuador
Helen Bicknell y Nicola Rothon no pueden inscribir a su hija Satya con los apellidos de ambas.
La pequeña Satya, de cuatro meses, no existe legalmente. Ella tiene dos madres y el Registro Civil no aceptó inscribirla con los apellidos de ambas. Hoy a las 15:00 se llevará a cabo una audiencia en el Juzgado Cuarto de Garantías Penales de Pichincha para resolver el caso.
Las británicas Nicola Rothon y Helen Bicknell son pareja desde hace 14 años y viven en el Ecuador desde 2007. Ellas legalizaron su unión de hecho en Inglaterra. Y gracias a la nueva Constitución de Montecristi pudieron hacerlo también aquí.
Ese fue un factor clave para decidir quedarse. La nueva Carta Política era garantista de sus derechos como pareja homosexual. Pero 5 años después descubrieron que no era precisamente así.
Helen es profesora de inglés y Nicola da clases de yoga. Hace tres años y medio decidieron comprar un terreno en las afueras de Quito y radicarse allí. Eso les permitió adquirir la residencia. En su nuevo hogar se dedican a sembrar alimentos orgánicos y Nicola a dar sus clases de yoga. Además ayudan a otras personas dándoles hospedaje y alimentación a cambio de que ayuden en sus sembríos.
Su gusto por el país creció tanto que hace dos años decidieron formar una familia. Uno de sus amigos donó esperma para la inseminación. Así Nicola quedó embarazada y el pasado 8 de diciembre nació Satya con los mismos ojos azules de su madre.
El 27 de diciembre fueron a inscribirla en el Registro Civil. Allí empezó su pesadilla legal. Les dijeron que no podían inscribirla como hija de ambas por ser mujeres. El sistema solo permite ingresar los datos de un padre y una madre. La solución que les brindaron fue que Nicola la inscriba como madre soltera. La pareja se negó. Les pidieron entonces que remitan su solicitud por escrito. Así lo hicieron y por la misma vía recibieron la negativa del Registro Civil.
Les explicaron que la Constitución reconoce la igualdad de derechos de las personas homosexuales, pero la legislación vigente del Registro Civil, de 1978, no lo permite.
Para Helen y Nicola el asunto es bastante simple: la Constitución las ampara y ambas son las madres de Satya. Pero la incoherencia de las leyes impide que ella exista legalmente y que pueda salir del país para conocer a sus abuelos en Inglaterra. Allí podría ser inscrita como hija de las dos madres. Pero hay otro problema: Satya es ecuatoriana y mientras no tenga un certificado de nacimiento, no puede dejar el país. Y tampoco la pareja está dispuesta a renunciar a sus derechos.
Con este problema acudieron a la Defensoría del Pueblo (DPE). Carla Patiño, directora nacional de Protección de Derechos Humanos y de la Naturaleza escuchó su caso y las apoyó. Su institución presentó, el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, dos acciones de protección en el Palacio de Justicia en Quito.
Una fue para que Helen y Nicola puedan inscribir con los apellidos de las dos a su hija Satya. Y la otra para una familia que quiere inscribir a su hija con el apellido de la madre primero. La Defensoría demanda la protección del derecho de las niñas a inscribirse en el Registro Civil. Así mismo a la igualdad y la no discriminación.
Helen y Nicola tienen esperanza en que su problema termine con la audiencia de hoy. De lo contrario, la Defensoría y ellas están dispuestas a agotar instancias para obtener el cabal cumplimiento de sus derechos. La niña, nacida en Ecuador hace cuatro meses, tiene derecho a llamarse Satya Bicknell Rothon.