Zlatan Ibrahimovic, el chico malo de la Eurocopa
Genio y figura hasta la sepultura, Zlatan Ibrahimovic reaparece como líder de la selección de Suecia para tratar de liderar a un conjunto que nunca ha superado las semifinales de una Eurocopa. Ibrahimovic, curtido ya en mil batallas a sus casi 31 años, ha recuperado toda su potencia como jugador en el AC Milan, tras su truculenta aventura en el FC Barcelona, en la que salió por la puerta de atrás pese a haber logrado levantar dos Supercopas de España, una Supercopa de Europa, una Liga y un Mundial de clubs.
Su belleza única se debe a la mezcla de genes escandinavos y balcánicos. Su figura destaca sobre el terreno de juego de manera especial, además de su altura (1,95) sus tatuajes lucen como parte de él...Ibrahimovic no podía tener otro nombre y es que Zlatan significa oro en bosnio.
Siempre en el ojo del huracán por su tosco carácter, ‘Ibracadabra’ ha renacido en el club italiano como el artillero que fue en el Ajax desde 2001 hasta 2004. El delantero, dotado con una técnica inmejorable, una potencia desmesurada y un olfato insaciable de gol, ha sabido convertir su físico en su mejor arma al largo de toda su carrera.
Ni Anelka, ni Zidane ni siquiera Cristiano Ronaldo. Zlatan Ibrahimovic lleva cinco traspasos a sus espaldas y en breve podría cerrarse su venta al PSG. El traspaso más costoso fue el del Barça, que pagó 87 millones de euros por él y solo recibió 24 del Milan por su venta. Si finalmente se confirma su marcha al PSG por 40 millones de euros, el total del dinero generado por el sueco en sus traspasos sería de 208,8 millones de euros.
Siempre en el ojo del huracán salieron a la luz pública unas fotos en las que Zlatan compartía confidencias con su compañero Gerard Piqué (novio de Shakira) cuando estaba en el equipo blaugrana. Algunos quisieron interpretar que entre ellos había química más allá del compañerismo pero todo quedó en un rumor de las malas lenguas. La imagen la inmortalizó un paparazzi y cada uno que opine lo que quiera.
Zlatan, toda una belleza balcánica con temperamento y un chulazo que vale su peso en oro.