4 de septiembre: Día Mundial de la Salud Sexual
Mi derecho al placer sexual
Cuando hablamos de diversidad, nos encontramos que no tiene límites, somos una comunidad global con diferencias en todos los niveles; diferencias físicas, emocionales, mentales, familiares, sociales, económicas, políticas, culturales, éticas, legales, históricas, religiosas y espirituales.
Esta diversidad nos enriquece cuando sabemos respetarla y aprendemos a vivir con ella. Dentro de esta diversidad, hay una constante por la que hemos trabajado de manera ardua, se trata de un valor fundamental de la humanidad: TODAS- OS TENEMOS DERECHOS HUMANOS y entre ellos, DERECHOS SEXUALES, que como dice la Asociación Mundial para la Salud Sexual y la Organización Mundial de la Salud, son el requisito indispensable para alcanzar la salud sexual individual, familiar, social y global.
Es por ello que este año la WAS decidió incluir la diversidad en su sentido más amplio para celebrar la salud sexual con todas las personas, incluyendo aquellas con alguna discapacidad, personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica, con diferentes orientaciones sexuales, identidades sexuales, religiones, razas, etc.
No importa cuál sea tu diferencia, tienes derechos sexuales y puedes acceder y cuidar tu SALUD SEXUAL, ven y celebra con nosotras-os.
Un mundo diverso, salud sexual para todas y todos
Hoy 4 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual convocado por la World Association for Sexual Health (WAS) bajo el lema “Un mundo diverso, salud sexual para todas y todos”. La WAS quiere poner de manifiesto que la diversidad y pluralidad nos enriquece como sociedad, siempre y cuando sepamos respetarla y se establezcan las condiciones que faciliten la convivencia con ella. Con tal motivo, la Federación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, FELGTB, exige al Gobierno una apuesta clara por la defensa de los derechos sexuales, objetiva y despojada de cargas morales, que permita a la ciudadanía el libre, pleno y saludable desarrollo de su sexualidad. Así se adhiere así a la celebración del Día Mundial de la Salud convocado por la World Association for Sexual Health (WAS).Partiendo del hecho de que los Derechos Sexuales son Derechos Humanos reconocidos por la OMS la importancia de trabajar en la defensa de la salud sexual se convierte en un requisito indispensable a nivel individual, familiar, social y global.
Derechos como la libre y plena expresión del potencial sexual de los individuos, la autonomía y privacidad, la equidad sexual oponiéndose a toda forma de discriminación, la libre asociación sexual, la libre y responsable toma de decisiones reproductivas, la información y educación sexual, así como la atención sanitaria, son irrenunciables y como tales tienen que ser reconocidos y apoyados por la administración.
Para la FELGTB no es comprensible que en pleno año 2012 el Gobierno de España se plantee dar pasos atrás en cuestiones relacionadas con la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, la educación afectivo sexual en las escuelas o que, a día de hoy, el matrimonio igualitario como expresión de la libre asociación sexual, siga recurrido ante el Tribunal Constitucional por el Partido Popular, hoy en el Gobierno. Cuestiones ideológicas como las que promueven este tipo de decisiones se suman a supuestas cuestiones económicas, que reducen la aportación del Estado y las Comunidades Autónomas a las ONGs que trabajan directamente estos temas, o limitan y dificultan el acceso a la atención sanitaria de determinados sectores de la población.
La FELGTB reclama un planteamiento objetivo de la Salud Sexual, basado en el criterio de los Derechos Humanos y no en otros aspectos, y que se establezcan las medidas necesarias para que el abordaje desde todos los sectores implicados garantice el respeto a la diversidad, la formación objetiva y la libertad individual.
Para Boti García Rodrigo, Presidenta de FELGTB, “hablar de salud sexual supone también hablar de salud en su aspecto social. Conseguir la igualdad real y conseguir una sociedad libre de LGTBfobia sólo será posible si hay una apuesta clara por la educación y la información. Medidas como limitar el acceso a las aulas para tratar estas cuestiones o modificar la asignatura Educación para la Ciudadanía, excluyendo la lucha contra el acoso homofóbico y la atención a la diversidad sexual y familiar, son medidas que no fomentan la salud social y que, desde luego, nos hacen una sociedad más débil y menos justa”.
Para Santiago Redondo, coordinador del área de Salud, “desatender la salud de las personas inmigrantes no regularizadas en cuestiones como el VIH, dificultar el acceso a la reproducción asistida de las mujeres bisexuales y lesbianas o que las personas transexuales sigan sin tener una certeza respecto a su atención sanitaria atenta directamente contra los derechos humanos y los derechos sexuales. El Gobierno tiene que garantizar el libre desarrollo de la sexualidad y promover todas aquellas medidas que nos conduzcan a este objetivo”.
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