Los muchachos, declaró García en el 2005, obtenían de él sexo, cocaína y marihuana amenazándolo con denunciarlo por abuso. "¿Quién me hubiera creído? ¿Qué puede hacer un extranjero?".
De acuerdo con el artículo del Dallas Morning News, monseñor García era prácticamente intocable en Filipinas porque su familia es una de las más ricas del país y es dueña de la segunda mayor empresa eléctrica.
Pero el religioso no sólo está implicado en acusaciones de abuso sexual a menores, también es una de las figuras en un escándalo por tráfico ilegal de marfil.
Según una nota de la agencia EFE, las autoridades filipinas analizan la investigación de una trama de comercio ilegal de marfil africano para fabricar figuras religiosas.
Las autoridades indicaron que interrogarán a monseñor Garcia, quien de acuerdo con una investigación de la revista National Geographic, cuenta con una colección que incluye imágenes del Niño Jesús fabricadas supuestamente con marfil ilegal.
Mundita Lim, directora de la Oficina de Medio Ambiente y Áreas Protegidas de Filipinas, afirmó que presentarán cargos contra el sacerdote si no puede mostrar los certificados que prueben que el marfil es de procedencia lícita.
“Nos tiene que mostrar los permisos de Cites”, apuntó Lim, en referencia a los certificados de la Convención Internacional para la Protección de Especies Amenazadas.
Según el artículo de National Geographic que aparecerá en el número de octubre pero que puede leerse ya en su sitio en la internet, García admitió que la procedencia del marfil de algunas de las figuras que colecciona es ilegal e incluso aportó consejos para ocultarlas en los controles de las aduanas.
“Envuélvelo en ropa interior vieja y maloliente y échale ketchup por encima para que parezca manchada de sangre. Así es como se hace”, afirma Garcia en el reportaje firmado por Bryan Christy.
Según CITES, China, Tailandia y Vietnam son los principales mercados donde se vende el marfil, procedente en su mayoría de colmillos de elefantes y cuernos de rinocerontes de países africanos como Nigeria, la República Democrática del Congo o Sudáfrica.
Sin embargo, el reportaje de National Geographic indica que para los expertos de CITES ha pasado desapercibido el tráfico de una parte del marfil en países como Filipinas, donde es convertido en figuras de santos y otras figuras católicas.