El show de Ángel Carromero
Por Jose Antonio Fornaris
LA HABANA, CUBA - cubanet.
Hoy, a las nueve de la mañana en la ciudad de Bayamo, de acuerdo con lo informado de manera oficial el día 18 de septiembre, comenzará el juicio oral contra el español Ángel Francisco Carromero Barios, responsable, afirman las autoridades, de la muerte en un accidente vehicular, ocurrido el pasado 22 de julio, de Osvaldo Paya Sardiñas y Harold Cepero Escalante.
Si ciertamente Carromero es el principal responsable de ese “homicidio en ocasión de conducir vehículo por la vía pública”, pues no hay nada tremebundo en que sea juzgado. Así debe ser y punto.
Pero es que la justicia en Cuba no tiene venda y utiliza la espada cuando es conveniente a la política, de la balanza se olvidó hace ya un montón de años.
Ejemplos de como opera la “justicia” cubana hay muchos, pero baste solo uno: el hundimiento del Remolcador 13 de Marzo, al ser embestido por otras naves y atacados sus pasajeros con fuertes chorros de aguas en la Bahía de La Habana el 13 de julio de 1994.
Esas personas intentaban salír del territorio nacional de forma oculta, no ilegal, porque resulta incomprensible el concepto de que alguien –que no esté bajo arrsto domiciliario- se vaya “ilegalmente” de su propia casa. Es un derecho básico y universalmente reconocido, el de salir o entrar al país de origen de manera libre, cada vez que a una pesona le de ganas de hacerlo.
En ese crimen murieron 42 cubanos, entre ellos 11 menores de edad, uno era un bebé, y otros 30 estuvieron también en peligro de muerte. Las autoridades máximas del país han dicho y repetido en varias ocasiones que eso fue un accidente, pero nadie ha sido nunca señalado como responsable pore se “accidente” y mucho menos llevado ante los tribunales.
Y no existe ninguna duda, que él o los responsables de ese crimen tenían que haber sido llevados ante los tribunales. Las leyes de la nación, así lo establecen, y la ética y la moral lo ordenan.
¿Por qué no fue ni ha sido así hasta el momento? La única explicación posible es que los que dieron la orden de hundir el remolcador 13 de marzo fueron los mismos que ordenaron, dos años antes, derriban las avionetas de la organización humanitaria Hermanos al Rescate, donde cuatro personas quedaron fulminadas al ser atacadas por aviones de guerra de las Fuerzas Áreas de Cuba. Los mismos que gobiernan e imparten la “ley” según sus intereses.
Con antecedentes de ese tipo, es previsible que Carromero será condenado, como lo fue Alan Gross -si es eso lo que conviene al gobierno cubano-, aun si los familiares de Paya y Cepero no presentan cargos contra él.
Ante esta nueva farsa judicial es bueno recordar que en Cuba no existe separación de poderes . Todo está supeditado al Partido Comunista, que es “la fuerza superior que dirige la sociedad”, y muy en específico a los ancianos que nos gobiernan desde 1959.
Aquí no se celebran juicios, se montan espectáculos cuyo final se conoce antes de comenzar. La suerte de Carromero ya está echada y el juicio que comienza hoy será otro de esos espectáculos cuyo guion ya está escrito.