Orlando Cruz
sólo gana una batalla y se acerca a pelea por un título mundial
Una vez que pasó la tormenta mediática que siguió a la revelación sobre su “orgullo homosexual’’, Orlando Cruz sólo quería el reconocimiento por sus habilidades encima del ring.
El boricua dio un paso importante en ese sentido cuando el viernes en la noche venció al mexicano Jorge Pazos por decisión unánime de los jueces en el Kissimmee Civic Center ante miles de sus compatriotas y una audiencia nacional –por la cadena Telemundo- que apreció en vivo y en directo su corazón de guerrero.
“Gracias a Dios hicimos una buena preparación y se vio el resultado’’, expresó Cruz, quien subió al cuadrilátero una libra por encima de las 126 permitidas. “No fue una semana fácil, pero gracias a mi equipo de trabajo, pudimos salir victoriosos ante un rival que vino a combatir de verdad’’.
Algunos dudaban del balance emocional del puertorriqueño luego de responder a tantos pedidos de entrevistas, y no era para menos. Se trata del primer púgil profesional en la historia que abiertamente admite ser homosexual, lo que no es poca cosa en un deporte tan machista como el boxeo.
Pero Cruz fue sencillamente superior al mexicano, colocó los mejores golpes y se mantuvo entrando y saliendo con combinaciones aque desconcertaron a Pazos. El uso de su jab como advertencia de su mano zurda, resultó demasiado e inclinó la balanza en las boletas de los jueces que quedaron 118-110, 118-110 y 117-111, todas a su favor.
El azteca, sin duda, equivocó el plan de pelea y en vez de buscar constantemente a un hombre que parecía cederle la iniciativa, se mantuvo a distancia hasta que en los últimos dos asaltos trató de forzar las acciones. Para ese momento, ya el boricua tenía la pelea a buen resguardo.
Para Cruz este éxito reviste vital importancia, no sólo por ser el primero luego de su revelación y las expectativas creadas en torno al tema, sino por que le abre las puertas a un combate por el título mundial de las 126 libras contra Orlando Salido –otro mexicano- si este sale airoso de un compromiso que tiene en febrero contra Mike García.
Entre los asistentes se encontraban varios representantes del pugilismo puertorriqueño como Wilfredo Vázquez Jr. y Juan Manuel López, pero nadie era tan importante para Cruz como su madre, Dominga Torres, quien nunca se pierde una pelea de su hijo, y menos desde que decidió proclamar al mundo su forma de ser y sentir.
“Ahora’’, expresó una mamá emocionada, “lo quiero más que nunca’’.