casos de abusos sexuales a niños por los miembros del Vaticano...
Melissa Sanchez
Otro hombre alegó el martes que mantuvo una relación sexual con el padre Rolando García de la iglesia de St. Agatha cuando era menor de edad.
En contraste con otras supuestas víctimas de García que han demandado a la Arquidiócesis de Miami en años recientes, Tony Simmons se identificó durante una conferencia de prensa realizada frente a la iglesia.
En su demanda millonaria, presentada por el abogado Jeff Herman, Simmons dijo que consintió a tener una relación sexual con García a cambio de dinero por varios años, empezando cuando era un adolescente en 1994.
En respuesta, una vocera de la Arquidiócesis recordó a la comunidad que no es la primera vez que Herman presente una denuncia contra García.
“El señor Herman ha presentado varias demandas contra la Arquidiócesis de Miami que involucran al padre García y, hasta ahora, ninguna ha sido comprobada como creíble”, escribió Mary Ross Agosta, jefa de comunicaciones de la Arquidiócesis.
Agosta afirmó que la Arquidiócesis sigue procedimientos muy claros para responder a denuncias de abuso sexual, incluyendo la presentación de información ante la Oficina de la Fiscalía Estatal de Miami-Dade y el ofrecimiento de terapia tanto para la supuesta víctima y el acusado. Además se realiza una investigación interna cuyos resultados son presentados ante el arzobispo Thomas Wenski.
Simmons dijo que tenía 16 años y que vivía en un hogar para adolescentes desamparados en Fort Lauderdale cuando conoció a García, entonces un cura en la iglesia Little Flower en Hollywood. Dijo que García le ofreció consejos, y lo invitaba a comer o al cine.
El primer supuesto acto sexual ocurrió una noche cuando regresaban del cine.. De acuerdo con Simmons, García se estacionó bajo un puente y le ofreció hacerle sexo oral.
“No era una relación romántica. Yo siempre recibía algo a cambio”, dijo. “Por eso no creía que era una víctima. Pensé que todo era por mi propia decisión”.
Simmons, quien actualmente vive en Virginia, mantuvo una relación con García por años. De hecho, el sacerdote le consiguió trabajo como pintor en la iglesia St. Agatha cuando se cambió de parroquia. Ross Agosta confirmó que Simmons trabajó en esa iglesia.
Según la demanda, la relación sexual terminó en el 2003, cuando Simmons se inscribió en el Ejercito de Estados Unidos. Los hombres continuaron siendo amigos de larga distancia hasta la semana pasada. Durante una conversación por teléfono, dijo Simmons, García mencionó que había sido acusado recientemente de abuso sexual contra un menor.
“Cuando supe que había otras denuncias, comencé a darme cuenta de que había sido una víctima, y que no era el único”, declaró Simmons. “Creo que es mi obligación denunciar lo que pasó”.
Después de la conversación, Simmons dijo que investigó las denuncias por internet, encontró el nombre del abogado Herman, y lo contactó.
En septiembre, Herman presentó una demanda contra la Arquidiócesis que acusa a García de abusar sexualmente de un menor en los años 80. García ha negado esas alegaciones y aceptó ser sometido a un detector de mentiras para comprobar su inocencia. Esa demanda se mantiene en curso.
Herman también demandó a la Arquidiócesis en el 2007, acusando a García de abusar de un monaguillo de la iglesia San Juan Bosco a finales de los años 80. Ese caso terminó en un acuerdo confidencial fuera de la corte, a pesar de que la supuesta víctima no pudo identificar con absoluta certeza que García había sido su abusador.
Las demandas y la resultante atención mediática han dividido a los feligreses de St. Agatha. Algunos padres de familia con hijos en la escuela privada que forma parte de la iglesia han pedido que la Arquidiócesis separe a García de su cargo. Otros parroquianos han salido a defender a García, quien ha sido cura de la iglesia desde el 2001.
“Nunca hemos visto nada inapropiado en él ni con los niños de la escuela”, dijo Delsa Durán. “¿De qué manera se prueba algo así? Queda la duda en todo el mundo, y mucha gente va creer las acusaciones. Pero, ¿qué pasa si fue mentira? Es una cosa muy delicada”.