LA NUEVA DIVA DEL POP, EN EL ESTADIO DE RIVER
Los más fanáticos, acamparon durante días para obtener las mejores ubicaciones frente al escenario. La previa, colorida, se convirtió en otro anticipo. Lady Gaga hizo delirar esta noche a 50 mil seguidores en la cancha de River, con un sólido show que tuvo un repaso de todos sus hits.
En la previa, cientos de fans llegaron al estadio Monumental con exóticos disfraces y maquillajes en honor a la estrella del pop. Otros grupos de jóvenes, en tanto, se instalaron en el Faena Hotel, donde se alojó Lady Gaga, quien escribió en las redes sociales, mientras recorría la ciudad: "¡Argentina es tan hermosa! ¡Estamos pasando un día maravilloso! Los amamos y la estamos pasando genial recorriendo el mundo para cantar para ustedes".
Ya terminó el acampe de varios días, en el que los “monstruitos” invocaron a su diosa pagana, Lady Gaga. Ya terminó la espera. Cuando los trajes comenzaban a mostrar las costuras y los bordados mal hechos, la diva pop apareció en River. Fue su primera vez en Argentina, ante unas 50 mil personas que llenaron el estadio, en el marco de la gira mundial Born This Way Ball .
El espectáculo comenzó con la DJ Lady Starlight y la banda The Darkness como teloneros. Lady Gaga salió al escenario a las 21.40 cantando Highway Unicorn (Road to love) arriba de un corcel negro delante de un castillo medieval, que fue lo único que prácticamente mantuvo su forma durante todo el show.
Los fans sabían que ése era el inicio no sólo del recital, sino de toda su parafernalia de trajes, corpiños-metralletas y otras delicias de la nueva reina del pop adolescente. Luego siguió Government Hooker y en un momento desapareció para volver a nacer de un vientre gigante y cantar Born This Way . “No hay nada malo en amar lo que sos”, dice esa canción, que se convirtió en un nuevo himno del “sé tu mismo”.
La ítalo-americana de 26 años se cambió varias veces de traje con formas que apuntan más a ser piezas artísticas que a resaltar la sensualidad de una figura. Además del caballo, hubo otros móviles: un monopatín a motor y una moto.
Lady Gaga, como Madonna, apareció siempre secundada por un cuerpo de bailarines en su mayoría varones. En Just dance y Love Game el Monumental se volvió una discoteca, una fiesta multitudinaria e icónica del pop.
Después de Bad Kids , comenzó el gran momento íntimo de la noche, el que no se repite en ninguna ciudad. Los fans comenzaron a tirar regalos y ella a charlar un poco con sus monstruitos. Llovieron peluches, una remera de la selección argentina que ella se puso y hasta un paquete de yerba. “¿Y esto qué es?¿Se fuma?” preguntó. Y después confesó que ella fuma té. Tres fans fueron elegidos para subir al escenario y cantar Hair , ese tema que habla del pelo como paradigma de libertad.
Americano y Poker Face sonaron en River al cierre de esta edición, cuando todavía faltaban algunas canciones del programa y los bises. “Agradezco todas las mañanas ser una pop star. Soy la chica más feliz del mundo”, dijo. Y después, en una frase algo más terrenal, deslizó: “Gracias por pagar la entrada. Sé que está muy cara, pero vamos a volver en el próximo tour”.
Unas horas antes del inicio del show, Lady Gaga escribió en su cuenta de Twitter, que tiene 31 millones de seguidores. “Tocando para 43 mil personas en Buenos Aires. Hoy, los pequeños monstruos intentaron derribar mi camioneta. ¡Completamente maravilloso!”.
Tras su paso porteño, el recorrido continuará en Santiago de Chile.
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