Las parrandas navideñas puertorriqueñas
La tradicional parranda puertorriqueña tiene su origen en las primeras sociedades de la ruralía colonial, conformadas por cimarrones, conversos y descendientes de indígenas.
Las parrandas, también conocidas como trullas o asaltos navideños son una tradición puertorriqueña que se remonta a la costumbre católica. En su origen se acostumbraba una procesión que visitaba las distintas casas emulando a San José y la Virgen María pidiendo posada en Belén. De esa manera se abría cada casa a la comunidad en celebración de la hospitalidad hacia el Niño Jesus que estaba por nacer. La adición de villancicos, aguinaldos y el compartir social fue generando con el tiempo en una de las tradiciones boricuas de más trascendencia cultural y de mas alegría familiar entre los puertorriqueños.
Por definición una PARRANDA NAVIDEÑA al estilo puertorriqueño es un grupo de amigos o familia que visita un hogar llevando consigo música de navidad y ambiente fiestero. Suena más sencillo de lo que es. Existen muchos tipos de parrandas y pueden variar en sus tamaños, su música y su logística fiestera. Por ejemplo, yo he visto parrandas en casas, apartamentos, fincas, iglesias, oficinas, escuelas y hasta en los centros comerciales.
En mis primeras parrandas, unos amigos del vecindario y yo, nos íbamos casa por casa cantando aguinaldos y los vecinos nos daban unos centavos y algunos dulces. Los instrumentos eran latas y palitos, un güiro, unas maracas y nuestros limitados repertorios infantiles. Luego fuimos creciendo y nuestras parrandas también. La inclusión de los panderos de PLENA y otros instrumentos como cuatro, guitarras, vientos y percusión le dieron una profundidad mayor a la música. Esas parrandas ya contaban con adultos, familiares, muchas muchachas, excelente repertorio de canciones, ensayos y coreografía.
Otro elemento que llegó con mi evolución por el parrandeo boricua fue EL ASALTO o parranda sorpresa en horas de la madrugada a una o varias casas. Para los que no han disfrutado de una de estas maquiavélicas fiestas, les explico. Un grupo de amigos se coordinan y después de una corta velada dejan que uno de sus amistades se vaya para la casa a dormir. Luego llaman a el resto de la tropa que van a dar la parranda y digamos a que a eso de la 1:30 AM llegan todos hasta la puerta del seleccionado por los ‘Dioses” como el afortunado y sin mediar timbres o toques de puerta todos gritan…
¡ASALTO!
Y comienza la música y los cantos con algo asi como…
TRAIGO ESTA TRUYA PARA QUE TE LEVANTES
TRAIGO ESTA TRUYA PARA QUE TE LEVANTES
ESTA TRUYA ESTA CALIENTE
ESTA TRUYA ESTA QUE ARDE…
Acto inmediato los que están dentro de la casa saltan despavoridos y dicen NOOOO!!!! Y miran disimulados por la ventana a ver si es a otro vecino que lo están parrandeando, y ven a los primos, las tías y otros familiares junto con quince personas que no logran distinguir. No se han puesto la ropa cuando uno de los nenes prende una luz dentro de la casa y la música cambia automáticamente a..
PRENDISTE LA LUZ, METISTE LA PATA
PRENDISTE LA LUZ, METISTE LA PATA
PORQUE AHORA SABEMOS
QUE ESTAS EN TU CASA
La música sigue ahora con mas animo y SINO ME DAN DE BEBER LLORO, SINO ME DAN DE BEBER LLORO se convierte el himno en medio de la media noche. ¿Y los vecinos que? Pues se despiertan también por carambola. Luego que el afortunado y su esposa se logran poner una ropita rápida y se sacan las lagañas un poco, abren la puerta y todos entran a la sala. Este desfile de saludos entra y sigue la cantata por lo menos tres o cuatro canciones más. Se besan los familiares, se ríen, gozan y se toman un descansito para enjuagarse el buche.
Todo buen parrandero debe saber dos cosas. Si das asaltos, te darán asaltos y segundo que la casa se prepara bien después de noviembre. Una buena compra que incluya distintas bebidas, comida y cervezas. Se arregla la casa, se pone bonita y hasta se pinta un poco. Muchos otros preparativos se hacían como preparar un área en la marquesina con sillas o guardar una adorno delicado para que parrandero tomado no lo vaya a malograr.
Muchas veces, si ya era tarde, la doña de la casa ofrecía cocinar un asopado mientras se picaban con los clásicos quesitos, salchichón, galletas Ritz y alguno que otro chicharrón. La bebida corría abundantemente y seguía la música por otro rato. Yo he estado en parrandas hasta que ha salido el sol, lo cual no lo recomiendo y también he ido a parrandas con múltiples casas visitadas en una noche. En esos casos la parranda se va agrandando con la inclusión voluntaria de los primeros visitados.
He tenido el privilegio de estar en parrandas de día, de noche y de madrugada; avisadas y de sorpresa; con ribetes humildes y con músicos profesionales. Pero lo que siempre he sentido de esta tradición, no importa la parranda que sea, es que nos une como pueblo y restablece nuestros vínculos amistosos y familiares.
En tiempos recientes se las parrandas tipo asalto navideño han estado en desuso en la isla por razones de seguridad y para que la gente no maneje bebidos. Sin embargo me consta que se parrandea tanto en la Isla como aca en los Estados Unidos de una forma u otra. A mi entender esta es una de las tradiciones mas hermosas que tenemos los puertorriqueños y es nuestro deber legarlo a las futuras generaciones.
Pero por ahora vamos calladitos,
están durmiendo, SSHHH!
Vamos, UNA, DOS, TRESSSS!
¡ASALTO!
ALEGRE VENGO
DE LA MONTAÑA
DE MI CABANA,
QUE ALEGRE ESTA
Y A MIS AMIGOS
LES TRAIGO FLORES
DE LAS MEJORES
DE MI ROSAL….
Felicidades a todos y a fiestear estas navidades…