Revisiones 'incómodas'
La mayor parte de las mujeres acudimos al ginecólogo con cierta periodicidad.
Los hombres, sin embargo, rehúyen de ir al urólogo
por vergüenza, a pesar del riesgo que supone
Los chicos necesitan enseñar el pene. En los vestuarios, en la piscina...
Pero si se trata de mostrárselo al especialista, la cosa cambia
Sara Gil
Hace un tiempo hice un reportaje sobre el urólogo. Muchos de los chicos a los que entrevisté no sabían decirme la especialidad médica de este profesional. Otros tantos no habían ido jamás y la mayoría acudía cuando sus partes bajas estaban dañadas. Ninguno de ellos, sin embargo, había acudido por una revisión ordinaria.
A muchas mujeres nos cuesta bastante hacer la visita de rigor al ginecólogo, pero sabemos que cuando hay un problema, debemos ir. Quizás las mujeres estamos más concienciadas de que una revisión puede dar lugar a un diagnóstico no esperado como, por ejemplo, el Virus del Papiloma Humano (VPH). Pero en el caso de los hombres también puede ocurrir lo mismo.
Lo que realmente me llama la atención es que, desde que llegamos a esa maravillosa etapa llamada pubertad, las mujeres luchamos para que la llegada de nuestra menstruación se note lo menos posible o nuestros pezones no sobresalgan más de lo debido. Por el contrario, los chicos necesitan enseñar el pene. En los vestuarios, en la piscina, con los amigos... Pero si se trata de mostrárselo al especialista, la cosa se complica.
Intimidados por el especialista
¿Tendrá que ver que el médico sea hombre o mujer? En cualquier caso la mayoría de los chicos se sentirían intimidados. En la situación de que fuera un hombre el que os tuviera que manipular las partes nobles os sentiríais ultrajados. «¡Oh no, un varón tocándome el pene! ¿Saldré de la consulta siendo gay?» Eso sí, si es una mujer, la cosa no cambia mucho. ¿Estarías a la altura de demostrar las dimensiones de tu pene ante una fémina que lo está tratando como su instrumento de trabajo?
Como siempre, no quiero generalizar, pero a la vista está que el urólogo no es un especialista al que a los hombres os dé por hacer una visita de vez en cuando. El hecho de que, de repente, aparezcan en tus genitales unas verruguitas, manchas o simplemente escozor no es que tu cuerpo haya decidido cambiar la morfología de tu aparato reproductor, sino que una ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual) te puede estar acechando a la vuelta de la esquina.
Esto, como en otras muchas parcelas de nuestra vida, más vale prevenir que curar, ya que en estos casos a veces la cura cuesta o no se llega a sanar del todo, y a nadie le gusta ver como su pajarito deja de piar.