El cubanoamericano hizo historia tres veces como el primer poeta latino,
el primer gay y el más joven bardo en una ceremonia de investidura.
Richard Blanco: 'Me parece un sueño'
El poeta cubanoestadounidense Richard Blanco, que salió este lunes de su relativo anonimato en la investidura pública del presidente Barack Obama, consideró en entrevista con EFE que los hispanos son parte "esencial" de la labor de unidad que forja Estados Unidos.
Blanco fue escogido por Obama para la tradicional ceremonia de investidura pública, algo que, a su juicio, es señal tanto de la pujanza de la comunidad latina en EE UU como de la política de inclusión de su Gobierno.
"Es un honor increíble y no sé exactamente cómo fui elegido, y espero que sea que (Obama) ha leído mi obra y que le ha gustado me parece un sueño", dijo Blanco, horas antes de compartir tarima con el mandatario estadounidense.
Blanco, nacido en España de exiliados cubanos, hizo historia tres veces como el primer poeta latino, el primer gay y, a sus 44 años, como el más joven bardo en una ceremonia de investidura con un poema que insta a la unidad nacional.
Es apenas el quinto poeta en una investidura presidencial en EE UU, precedido por Robert Frost, en 1961; Maya Angelou, en 1993; Miller Williams, y Elizabeth Alexander, en 2009.
Escogió el tema de la unidad para hablar de "cómo podemos unirnos en EE UU para hacer que (este proyecto de país) funcione, de cómo cada uno de nosotros es una parte esencial de este país", precisó.
Blanco consideró que Estados Unidos es un país en pleno proceso de "negociación cultural", con todo y los retos que eso conlleva, y en donde la palabra "esperanza" sigue "fresca" y vigente.
A modo de ejemplo de esa evolución, Blanco, que desde 2009 vive con su pareja en Bethel, en una zona rural del estado nororiental de Maine, señaló la creciente aceptación de los homosexuales en la sociedad.
"He visto cambios en mi vida que me asombran, incluyendo la aprobación de matrimonios homosexuales en Maine, donde vivo. Es una historia emocionante, aún en ciernes, que hace de EE UU un país tan bello, y en el que todos contribuimos a escribir esa historia", afirmó.
Para Blanco, los latinos están forjando una narrativa de inclusión y de diversidad cultural en EE UU, donde el ascenso del primer presidente negro en la historia del país es prueba de que el "sueño americano" sigue vivo.
De ahí que su narrativa como un niño criado en el seno de una familia de clase trabajadora en Miami (Florida) encuentra afinidad con la de Obama.
"Creo que parte de eso se debe a su historia de vida, que es como el sueño americano. Puedo imaginar que, cuando él era niño, pudo haber tenido algunas de las mismas preguntas que yo tuve sobre esa negociación cultural, ese tratar de encontrar tu lugar en la mesa", observó.
Ingeniero civil de profesión, fue la constante búsqueda de identidad y reafirmación de su "cubanidad" lo que lo impulsó a explorar la poesía hace casi dos décadas, encontrando inspiración en las obras de José Martí, Sandra Cisneros, Martin Espada, o Pablo Neruda.
Anclado en la cultura cubana, las tradiciones familiares informan poemas como Looking for the Gulf Motel, que pinta una potente imagen de su familia en un motel de playa: su madre prepara un "arroz con pollo" y deambula con "sandalias de margarita" de Kmart, mientras su padre observa en la piscina a "dos niños que jamás verá convertidos en hombres y orgullosos de él".
Blanco ha hecho viajes a Cuba para visitar a familiares, pero recuerda con especial añoranza uno que le arrancó las lágrimas.
"Fue como adentrarme en una película de mi vida ver la casa de la abuela y papá, la central azucarera donde trabajaba el abuelo, y como nada había cambiado, los carros eran de los años 50, era como volver en una máquina del tiempo, me acostaba todas las noches con lágrimas", señaló.
Recuerda entre risas que a su difunto padre le gustaba gastar bromas, una de las cuales es que fue bautizado "Richard" en honor al dimitido presidente Richard Nixon, un acérrimo anticastrista.
"Se convirtió en parte del folklore de la familia y me quedé con ese cuento porque me pareció chistoso", bromeó Blanco, ganador de prestigiosos premios literarios.
Blanco supo que fue seleccionado por Obama el pasado 12 de diciembre, y recibió instrucciones de presentar tres poemas, de los que se escogería el recitado hoy.
Aunque la escritura es un trabajo solitario, Blanco dijo que su presentación en el "Mall" de Washington ante unas 800.000 personas no le ha causado nervios porque en Miami se acostumbró a las muchedumbres y a la "pachanga".
Blanco dijo desear que la gente conserve de su poema y de la investidura de hoy, el "ideal de unidad" y el compromiso de que los hispanos ayuden a los suyos para el avance de la minoría.
Texto del poema leído por Richard Blanco en la investidura de Obama
Éste es el texto oficial del poema en español divulgado por el Comité organizador de la Investidura Presidencial-
"Un hoy" Un sol brilló sobre nosotros hoy, encendió sobre nuestras costas, revelándose sobre las montañas, saludando las caras de los Grandes Lagos, difundiendo una simple verdad a lo largo de las Grandes Llanuras, y después corriendo a lo largo de los Rockies.
Una luz, despertando los techos, bajo cada uno, una historia contada por nuestros gestos silenciosos moviéndose detrás de ventanas.
Mi cara, tu cara, millones de caras en los espejos de la mañana, cada uno bostezando a la vida, haciendo crescendo en nuestro día- autobuses escolares amarillo-lápiz, el ritmo de los semáforos, puestos de frutas- manzanas, limones y naranjas surtidas como arcoíris pidiendo nuestros elogios.
Camiones plateados pesados con petróleo o papel-- ladrillos o leche, pululando por carreteras a nuestro lado, en nuestro camino a limpiar mesas, revisar libros de contabilidad, o salvar vidas-- enseñar geometría, o cobrar la comida como lo hizo mi madre por veinte años, para que yo pudiera escribir este poema.
Todos nosotros tan vitales como la única luz a través de la cual nos movemos, la misma luz en los pizarrones con lecciones para el día- ecuaciones por resolver, historia por cuestionar, o átomos imaginados, el "Tengo un sueño" que seguimos soñando, o el imposible vocabulario de tristeza que no explicará los pupitres vacíos de veinte niños marcados ausentes hoy, y para siempre. Muchas oraciones pero una luz respirando color en los vitrales, vida en las caras de las estatuas de bronce, calor en los escalones de nuestros museos y las bancas en los parques mientras madres ven a niños resbalarse hacia el día.
Un suelo. Nuestro suelo, arraigándonos a cada tallo de maíz, cada cabeza de trigo sembrada por sudor y manos, manos recogiendo carbón o figando molinos en desiertos y cimas de colinas que nos mantienen cálidos, manos cavando zanjas, encauzando pipas y cables, manos gastadas como las mi padre cortando caña de azúcar para que mi hermano y yo pudiéramos tener libros y zapatos.
El polvo de granjas y desiertos, ciudades y llanuras mezcladas por un viento --nuestro aliento. Respira. Escúchalo a través del bello estrépito del día de taxis tocando el claxon, autobuses lanzándose por avenidas, la sinfonía de pasos, guitaras y chillidos de trenes subterráneos, el inesperado pájaro de canto en tu tendedero.
Escucha- chirriantes columpios en parques, trenes silbando o susurros cruzando mesas en cafés, Escucha- las puertas que abrimos el uno para el otro todo el día, diciendo- hello, shalom, buon giorno, howdy, namaste o buenos días en el idioma que mi madre me enseñó---en cada idioma hablado al viento llevando nuestras vidas sin prejuicio, mientras estas palabras libran mis labios.
Un cielo- desde que los Apalaches y Sierras reclamaron su majestad, y el Mississippi y Colorado forjaron su camino hacia el mar. Da gracias al trabajo de nuestras manos- tejiendo el acero en los puentes, terminando un reporte más para el jefe a tiempo, cosiendo otra herida o uniforme, la primera pincelada en un retrato, o el último piso del Freedom Tower proyectándose en el cielo que cede ante nuestra resistencia
Un cielo, hacia el que a veces levantamos la mirada cansada de trabajar- algunos días adivinando el clima de nuestras vidas, algunos días dando gracias por un amor que también te ama, algunas veces alabando a una madre que supo dar, o perdonar a un padre que no supo darte lo que querías.
Vamos camino a casa- a través del brillo de la lluvia o el peso de la nieva, o el rubor ciruela del anochecer, pero siempre--a casa, siempre bajo un mismo cielo, nuestro cielo. Y siempre una luna como tambor silencioso golpeando en cada techo y en cada ventana, de un país --todos nosotros-- viendo las estrellas esperanza-una nueva constelación esperando que la cartografiemos esperando que la nombremos--juntos.