Cable de fibra óptica ya opera en Cuba
Varias personas consultan Internet en una "sala de navegación", perteneciente a la empresa estatal Correos de Cuba
Por Juan O. Tamayo
Un cable de fibra óptica entre Cuba y Venezuela construido para acelerar el acceso de Cuba a internet, pero largamente demorado en medio de informaciones de corrupción en la obra, parece finalmente haber entrado en uso comercial – pero quizás sólo para el tráfico destinado a la isla.
La velocidad de las conexiones comerciales de internet de Cuba aumentaron la semana pasada, lo que indica que la isla usa ahora el cable y no simplemente los tres enlaces satelitales, mas lentos, que tenía antes, dijo Doug Madory de Renesys, una compañía estadounidense que supervisa internet.
Pero las nuevas velocidades aún palidecen en comparación con las disponibles en otros países, al tener Chile velocidades tres veces más rápidas que las mejores registradas en Cuba, dijo José Remón, un ex funcionario cubano de telecomunicaciones que vive ahora en Miami.
El cable ALBA-1 de fibra óptica que se encuentra bajo el Caribe entre Venezuela y Cuba se diseñó para ampliar las conexiones satelitales, que le dan a Cuba el más lento y caro acceso a internet en toda América Latina.
Pero el proyecto de $70 millones y financiado por Venezuela se vio repetidamente demorado y afectado por un escándalo de corrupción que puso a varios de sus administradores en prisión. Se declaró listo en el 2011, pero hasta ahora no ha habido pruebas de que el cable hubiera sido activado en alguna ocasión para el uso comercial.
Madory dijo el lunes que durante el fin de semana notó el aumento en las velocidades de conexión de Cuba y que una nueva compañía que manejaba entre la mitad y las dos terceras partes de su tráfico – la española Telefónica, que tiene acuerdos con el monopolio gubernamental venezolano de telecomunicaciones.
Pero las nuevas velocidades todavia se mantienen demasiado lentas para las conexiones que sólo son por cable, agregó, y por eso indican que el cable se esta usando ahora solo para el tráfico de llegada.
Las velocidades más rápidas reportadas por Madory fueron de justo bajo los 400 milisegundos – de Guadalajara en México a Cuba y regreso. Eso es más rápido que cualquier satélite, que tienen una velocidad máxima de 480 milisegundos. Usando el cable exclusivamente el tiempo podria podría reducirse a unos 50 milisegndos, agregó Madory.
“El tráfico es ahora (más rápido) y está claro que ya no es exclusivamente satelital. Pero si fuera exclusivamente por cable, sería mucho más rápido”, dijo por teléfono Madory a El Nuevo Herald desde las instalaciones centrales de Renesys en New Hampshire.
Madory colocó el domingo sus hallazgos en el blog de empleados de la compañía Renesys y dijo el lunes que no había visto cambios en los patrones desde entonces.
Remón, un ex alto funcionario en la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA), un monopolio gubernamental, dijo que no duda para nada de las cifras de Madory, pero considera “absurdo” que las velocidades de conexión de la isla se mantengan tan bajas.
Esa velocidad tan baja “no se le puede vender a nadie en cualquier parte del mundo”, destacó Remón. “Eso está en contra de toda lógica, pero Cuba sigue controlando el acceso”.
Un escándalo de corrupción en el 2011 en ETECSA provocó versiones de que el cable no podía funcionar debido a que sobornos pagados durante su construcción llevaron a la adquisición de equipos malos. Una compañía francesa puso el cable, pero firmas cubanas y venezolanas estuvieron a cargo del proyecto.
Remón informó a finales del 2011 que el cable en realidad funcionaba, pero sólo entre instalaciones de los gobiernos cubano y venezolano en una “ruta no declarada”, que no era accesible al tráfico comercial.
El ministro venezolano de ciencia y tecnología, Jorge Arreaza, anunció a mediados del 2012 que el cable estaba “absolutamente operacional” pero que las autoridades en La Habana estaban a cargo de decidir cuándo y como se usaría.
Ramón agregó por su parte que las bajas velocidades de conexión a internet de Cuba subrayan los temores del gobierno comunista de permitir a los residentes de la isla un acceso más amplio a internet.