El Ayuntamiento de Madrid acordó el miércoles dar el nombre del difunto disidente cubano Oswaldo Payá a una de sus calles.
La iniciativa salió adelante con los votos del gobernante Partido Popular, con mayoría absoluta en la alcaldía, y el rechazo de Partido Socialista e Izquierda Unida.
Carlos Payá, hermano del disidente fallecido y residente en España, asistió a la votación.
Todavía no se conoce en qué barrio de Madrid se ubicará la calle.
El delegado de las Artes Fernando Villalonga subrayó la "coherencia política" y la trayectoria intelectual de Payá y destacó su profunda convicción de cambio en Cuba por la vía pacífica.
Payá murió el 22 de julio en Cuba, a los 60 años, tras estrellarse el coche en el que viajaba. El conductor del vehículo era el español Angel Carromero, quien fue condenado a cuatro años de prisión en la isla como responsable del accidente.
En virtud de un acuerdo diplomático entre los dos países, fue trasladado a España en diciembre, donde cumple la pena en un régimen abierto o de semi libertad.
Carromero es dirigente juvenil del gobernante Partido Popular y trabaja para el ayuntamiento de Madrid en uno de sus distritos.
Villalonga recordó también a Carromero durante su discurso, lo que provocó las críticas airadas del opositor Partido Socialista.
El concejal Diego Cruz dijo que mezclar la memoria de Payá con la de Carromero es "vergonzante".
Payá, ingeniero de profesión, ganó fama internacional en la década de 1990 al organizar el Proyecto Varela, un proceso de recogida de firmas que buscaba forzar a las autoridades a realizar un referendo para modificar la constitución de la isla con miras a dar un giro pluripartidista y abrir camino a la iniciativa privada.
El Proyecto Varela fue visto como la más grande campaña para cambiar el sistema en décadas por parte de la fragmentaria disidencia de la isla.
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