Tropiezo… pero marcho.
“ Acuérdate de que eres polvo y que volverás al polvo “
(Gn 3, 19)
Las cenizas recuerdan la fragilidad de los que marchan.
Hablan del cansancio del camino y la exigencia de la travesía.
Hacen memoria de los golpes y de las heridas.
Hablan del ramo consumido por el pecado.
Recibir las cenizas, tender la mano, presentar su frente,
es decir estoy abierto, estoy hecho añicos, estoy sucio, estoy negro,
estoy polvoriento, estoy reseco, tropiezo,
pero marcho.
Gabriel Ringlet Communión Béthanie