Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Contrainteligencia militar cubana amenaza al periodista Iván Garcia
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 19/02/2013 16:58
 
“Hace rato estamos tras sus pasos”
Digital image
Iván García
Por Iván García / LA HABANA.-
En días recientes, un vecino, preocupado, se me acercó para alertarme de una investigación de los servicios especiales sobre mi persona. “Hace rato estamos tras sus pasos”, le dijo el oficial al vecino. No es nada nuevo.

Según fuentes del barrio, la Contrainteligencia Militar (CIM) indaga desde hace tres años cualquier dato que les pueda ser útil en la confección de mi dossier o expediente. Les interesa particularmente mi vida privada. Y cómo o dónde obtengo información para mis artículos, notas y crónicas.

En agosto de 2010 me citaron a una unidad de tropas especiales de las Fuerzas Armadas para un interrogatorio de algo más de una hora. Y, entre otras amenazas, me dijeron que “en otros países por escribir un artículo no te citan, te matan”.

Soy un habanero que escribe su percepción de la realidad cubana, en particular de La Habana, provincia donde resido desde que en 1965 nací. Hay varias Cuba. Disímiles realidades. Sería muy pretencioso pensar que un simple reporte de un periodista libre pueda abarcar el complejo y rico panorama de toda la isla.

Están los que aplauden y votan temprano en elecciones que nada resuelven. Los que creen en el sistema. Los oportunistas que utilizan el carnet del partido como una escalera de caracol para escalar dentro de la superestructura del poder.

Por supuesto, también hay jineteras y jineteros. Travestis y homosexuales que se prostituyen. Maestros emergentes mediocres. Médicos apáticos que cada mañana llegan al consultorio motivados por los ‘pacientes especiales’ que les hacen regalos en dinero efectivo o en especie.

Personas que trabajan solo porque en sus puestos se puede robar, cualquier cosa. Desde un bombillo hasta un kilogramo de harina. En las calles de mi ciudad también hay drogas. Jóvenes sin futuro entre 15 y 30 año que utilizan los sicotrópicos y marihuana como un consuelo.

Igualmente, hay gente honesta. Cómo no, existen muchos ciudadanos honrados. Pero mi termómetro personal me indica que aumenta la cifra de cubanos desencantados por la pésima gestión económica y política del gobierno.

En cualquier conversación, en la calle, en tu barrio o dentro de un viejo taxi, escuchas a la gente quejándose en alta voz de los autócratas de verde olivo. Te confiesan sus deseos de emigrar. Y te dicen que están cansados de 54 años de un socialismo tropical, exótico e inconcluso, que no satisface sus expectativas.

Cuba duele o reconforta. Depende del lado que usted lo mire. Particularmente no creo que una salud pública, educación gratuita y acceso a la cultura justifiquen la falta de democracia.

En numerosos aspectos de la vida social, hace tiempo que Cuba dejó de ser diferente a otras naciones pobres del Tercer Mundo. Todavía no hay crimen organizado ni batallones de mendigos por las calles.

Pero existen formidables carteles y clanes de burócratas corruptos que tras bambalinas manejan la oferta y demanda de la economía nacional. No pocos se han hecho ricos. Muy ricos, lucrando con la escasez.

Son como un frontón. Es el enemigo real que debe enfrentar el General Raúl Castro en su batida contra la corrupción. Razia que curiosamente no llega a los estamentos elevados del poder.

Los jefes de jefes dentro del aparato estatal siguen haciendo caja y llenando de ceros sus cuentas personales. Están pensando en el futuro. Taimados, abriendo una ventana a los negocios que podrían llegar desde el norte.

No creo que la disidencia política y los periodistas independiente seamos un problema grave para el régimen. No somos muchos. Y estamos divididos. Entre el acoso, la cárcel y el miedo, la oposición cubana no ha podido vertebrar un discurso que llegue al cubano de a pie.

No tenemos publicaciones ni disponemos de horas de radio o televisión donde podamos exponer nuestros puntos de vista. No tenemos un líder sólido capaz de aunar voluntades. Estamos esperando por figuras como Henrique Capriles.

En una autocracia es difícil que germinen o brillen personas que disientan. Ser opositor en Cuba parece cosa de locos o aventureros. No lo es. Simplemente un puñado de cubanos con talante demócrata, que desean que las reglas de juego en su Patria se encausen por la vía de las libertades, el respeto y la tolerancia.

Y que el Estado deje de manejar como un teatro de guiñol los poderes fundamentales. No soy de derecha ni de izquierda. Hace rato que claudiqué a la simple dicotomía política.

Es el gobierno cubano el que está ubicado a la derecha del espectro político. El más conservador. El más contrarrevolucionario. El auténtico freno antidemocrático.

No soy un héroe. Ni un tipo especial. Tengo un montón de defectos. También tengo miedo. Pero hace tiempo que aposté por mi libertad individual.

Eso me hace sentir diferente. Cada mañana, cuando me afeito ante el espejo, me siento bien conmigo mismo. No tengo que simular. Ni vivir una doble vida.

Desde La Habana, redacto y firmo con mi nombre las notas que recogen mi apreciación sobre situaciones que ahora mismo ocurre en Cuba. Escribo de los perdedores. De los marginales. No los invento. Ellos existen.

Intento retratar las vidas precarias de aquéllos que sus testimonios no aparecen en la complaciente prensa estatal. Aunque no siempre lo logre. Les envió un mensaje de vuelta a los tipos duros de la contrainteligencia militar. Seguiré escribiendo.
Iván García nació en La Habana en agosto de 1965. Es hijo de una periodista y un abogado. Su vocación por el periodismo que conoció desde la infancia lo llevó a iniciarse en esta profesión mientras realizaba otros oficios para ganarse la vida y desde 1995 que fue admitido para trabajar en Cuba Press, agencia de prensa independiente de Cuba, sus artículos han sido publicados en diferentes medios impresos y digitales en el mundo. Cuatro años antes de comenzar a escribir como periodista independiente, estuvo arrestado en Villa Marista, acusado de “propaganda enemiga”. Actualmente es colaborador desde La Habana de Diario de Cuba y Diario Las Américas
 
 


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados