Naciones Unidas denuncia las matanzas de albinos en Tanzania
El pasado 31 de enero, un niño de tan solo siete años era asesinado bajo la creencia
de que las extremidades y órganos sexuales de los miembros de este colectivo proporcionan buena suerte
Said Seremani, un albino tanzano de 17 años, durante un entrenamiento con su equipo de fútbol en 2010
EDUARDO S. MOLANO /
La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha condenado una reciente serie de «ataques horrorosos» contra personas con albinismo (una anomalía que se caracteriza por la ausencia congénita de pigmentación en ojos, piel y pelo) en Tanzania.
Para Pillay, el país africano -hogar de más de 270.000 miembros de este colectivo- debe actuar para detener los «asesinatos viciosos» y la discriminación a la que se enfrenta el grupo.
Desde 2000, tan solo cinco personas han sido condenadas en Tanzania por estos crímenes. Sin embargo, en 2009, más de 50 albinos fueron ejecutados en la región, debido a la creencia generalizada de que las extremidades y los órganos sexuales de sus miembros proporcionan buena suerte a quien los porta.
Precisamente son las zonas mineras y costeras de Tanzania donde se registran los índices más bajos de pobreza, lo que facilita la difusión de estas creencias. De igual modo, motiva que muchos de los albinos recién nacidos sean asesinados para su posterior comercialización en forma de símbolos de buena suerte.
Unas agresiones que Abdillah Omari conoce a la perfección.
«En las zonas rurales, donde los brujos controlan las administraciones locales, es imposible huir de estas creencias», afirma a ABC Omari, miembro de la «Fundación de Albinos de Tanzania».
Para contener estas supersticiones, el Gobierno tanzano nombró en abril de 2008 a una parlamentaria albina, Al Shaymaa Kwegyr.
Desde entonces, la principal misión de Kwegyr ha sido la elaboración de un censo que permita a esta comunidad acceder a tratamientos sanitarios -como ocurre en Sudáfrica, donde su condición es tratada como «discapacidad»- ya que, además de sufrir agresiones, los albinos deben luchar contra otros problemas médicos como son las numerosas quemaduras que sufren por su escasa resistencia a la luz solar
De igual modo, Khalfani Bar'wani -miembro del Frente Cívico Unido (Cuf, por sus siglas en inglés) y representante también del colectivo- se convertía en 2010 en diputado de la provincia de Lindi Urba, al sureste del país. El primer albino en ser elegido de manera democrática.
Cuatro ataques en dos semanas
Pese a ello, esto no parece haber contenido la furia de los agresores.
Como denuncia la propia alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, solo entre el 31 de enero y el 15 de febrero de este año, se produjeron cuatro ataques a personas con albinismo.
En la primera de estas agresiones, Lugolola Bunzari, un niño de 7 años de edad, era asesinado brutalmente en la localidad de Kanunge, al noroeste del país.
«Sus atacantes redujeron su frente, brazo derecho y hombro izquierdo. Así como le cortaron el brazo izquierdo por encima del codo», asegura Pillay, quien agrega que el abuelo del joven, de 95 años de edad, también fue ejecutado mientras trataba de proteger al niño.