El turismo sexual de los españoles a la isla
Juan O. Tamayo
Luz Rivera solloza al recordar los groseros comentarios hechos sobre las mujeres cubanas por un grupo de tres turistas españoles a bordo de un vuelo de Madrid a La Habana el invierno pasado.
“Esos borrachos, hijos de p... hablaban a todo pulmón que en Cuba podían comprar a cualquier mujer por unos zapatos, que podían encontrar hasta niñas, y que las mulatas y negras eran baratas y calientes”, contó la Cubana de 41 años que trabaja como maestra en Madrid.
Cuando el avión aterrizó, agregó, ella alertó a un funcionario cubano de inmigración que los españoles habían hablado de contratar a niñas. El funcionario se sonrió y se fue, afirmó Rivera.
Los españoles componen uno de los más conocidos grupos de extranjeros que viajan a Cuba en busca de sexo con prostitutas, ya sea adultas o menores de edad, concluyó una investigación conjunta del Toronto Star y El Nuevo Herald. Canadienses y otros europeos también vuelan a la isla en busca de relaciones sexuales.
Iván García, periodista y bloguero de La Habana que ha escrito varios reportajes sobre la prostitución, dijo que sus investigaciones indican que los españoles “son los que más vienen para p....r, y precisamente buscan a las más jóvenes”.
El turismo sexual español a Cuba “existe, y tiene lugar en grandes cantidades y tiene lugar todo el año”, afirmó Eduardo Aguirre Reyes, nacido en Cuba y embajador estadounidense en Madrid del 2005 al 2009.
Más de 100,000 turistas españoles visitan Cuba cada año por su sol y sus playas, el lenguaje compartido, los precios bajos, la riqueza de su historia como ex colonia y, a menudo, mujeres de piel morena.
“Hay un cierto matiz de fruta prohibida asociado con el turismo sexual” de españoles a Cuba, dijo Aguirre, quien provocó un revuelo en medios de prensa cuando criticó el tema durante una comparecencia pública en Barcelona en el 2008.
En España, la prostitución es legal y altamente visible. Un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos en el 2010 estimó que entre 200,000 y 400,000 mujeres trabajaban como prostitutas en el país, de 47 millones de habitantes.
Un estudio de las Naciones Unidas del año anterior señaló que el 39 por ciento de los hombres del país admitieron haber visitado a una prostituta por lo menos una vez.
El tamaño del mercado del turismo sexual español con menores es difícil de establecer, aunque informes indican que es significativo. Preguntas enviadas por El Nuevo Herald a una agencia de policía y a una organización no gubernamental que se dedican al problema no fueron respondidas.
La rama española del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reportó en el 2007 que una amplia mayoría de los 1,200 españoles entrevistados rechazaron el abuso de menores en el extranjero, pero 10 por ciento dijeron conocer a alguien que lo hacía.
Los españoles hicieron entre 35,000 y 50,000 viajes al extranjero cada año para tener sexo con menores, según un informe del 2004 de la rama madrileña de Save the Children (Salve a los Niños, STC) aunque admitió que sus cifras eran estimadas.
El informe listó a Cuba como su destino principal, seguida por la República Dominicana, México, El Salvador y Colombia. También puso a España en el quinto lugar entre los países europeos cuyos ciudadanos viajan en busca de sexo con menores, por debajo de Francia, Bélgica, Italia y Alemania.
Más de 5,000 muchachas y muchachos de menos de 18 años estaban envueltos en la prostitución doméstica, y el país era el segundo en Europa en pornografía infantil, según el informe de STC del 2004.
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