“¿Cómo que se murió la Sarita?”, pregunta incrédula una vecina a quien le doy la noticia mientras espero para comprar mi cuota diaria de pan por la libreta. “No hace mucho, una amiga me prestó una revista donde salía Sarita, ya estaba mayor, pero se veía bien, con la boca y las uñas pintadas de colores brillantes”.
Enseguida, otras personas empiezan a opinar sobre Sara Montiel. “La única vez en mi vida que hice tremenda cola para ver un filme fue cuando estrenaron El último cuplé. Entonces vivía por Centro Habana y lo ví en el cine Cuatro Caminos, ya desaparecido”, dice una señora que confiesa haber sido una gran admiradora de la diva española.
Un joven cuenta que desde niño, en un tocadiscos que había en su casa, una y otra vez su abuela ponía Fumando espero y La violetera, dos de las canciones más conocidas de la Montiel. “Vine a ver una foto suya hace poco, todavía se conservaba bien, en sus buenos tiempos debe haber sido preciosa”. Un viejo vendedor de periódicos, interviene: “Preciosa no, preciosíma. Una de las mujeres más bellas de España, igual que Carmen Sevilla, otra artista apreciada en Cuba. He visto muchas películas de la Montiel, mi favorita es Veracruz, con Gary Cooper y Burt Lancaster, la vi en mi pueblo, acababa de cumplir los 16 años”.
He estado escuchando y he preferido no contar la vez que mi madre, quien a cada rato alquilaba revistas Hola a un librero particular (cobraba 3 pesos por tres días), llegó a la casa con el ejemplar que traía un gran reportaje del viaje de Sara Montiel a La Habana, poco después de su boda con el cubano Toni Hernández, casi 40 años menor que ella. Hubo gente a favor y en contra del casamiento. Y cuando llegó la noticia del divorcio, los detractores, orgullosos, decían: “Te lo dije, que ese matrimonio no iba a durar mucho”.
Sarita, como le llamaban los cubanos, murió inesperadamente, a los 85 años, en su domicilio madrileño. Quiso el destino que ese mismo día, en Londres, falleciera otramujer de armas de tomar, Margaret Thatcher. La ‘dama de hierro’ también era conocida en Cuba, pero nunca llegó a tener la popularidad de la ‘reina del cuplé’. Para algunos críticos, la Montiel fue el reflejo de una época donde el vodevil y lo kitsch gustaba y vendía. Para otros, una hembra más sexy y hermosa que Marilyn Monroe. Valoraciones al margen, Sara Montiel fue una actriz y una intérprete muy querida por los cubanos. Desde San Antonio a Maisí.