Jóvenes argentinos: “La violencia oficial es impresionante en Cuba”
Pedro Robledo y Valentina Aragona fueron sacados por la fuerza de la isla
EXPULSADOS DE CUBA
POR LUIS LEONEL LEÓN - DIARIO LAS AMERICAS.
Dos jóvenes argentinos, Pedro Robledo y Valentina Aragona, fueron violentamente expulsados de Cuba por la Seguridad del Estado la pasada semana.
Con recursos propios viajaron a conocer una isla que para muchos es un mito, una vieja consigna. Querían escuchar el sentir del pueblo y reunirse con activistas de derechos humanos, como Estado de Sats, pero no tuvieron mucha suerte.
Robledo es estudiante de Derecho. Su imagen se hizo popular en argentina tras ser golpeado por un grupo extremista que le reprimió su homosexualidad. Trabaja en el Gobierno de Buenos Aires como asesor en temas de juventud y diversidad, muy vinculado a las minorías.
Los jóvenes aterrizaron en La Habana el 3 de diciembre y se fueron a un hotel de Cayo Coco. Además de disfrutar la playa, quisieron generar vínculos y relacionarse con la gente.
En Ciego de Ávila se encontraron con familiares de nuevos amigos y experimentaron la vida como is fueran locales. El 7 de diciembre regresaron a La Habana a visitar lugares recomendados y compartieron con activistas del Observatorio Crítico.
En la madrugada del 10 de diciembre regresaron al Hotel Copacabana. En la zona donde observaron autos de policía y estaban advertidos de algunas detenciones que se habían producido durante la jornada. A la mañana siguiente pensaban participar en el evento convocado por Estado de Sats en la vivienda de Antonio Rodiles, en el municipio Playa.
La historia fue completamente distinta. ¿Qué sucedió entonces?
A las 5 de la mañana nos tocaron la puerta de la habitación tres policías, un civil y un encargado del hotel, para decirnos que debíamos irnos. Reclamamos una llamar a la Embajada argentina o la presencia del cónsul, y nos mintieron, dijeron que el Cónsul argentino ya nos esperaba en la oficina de Inmigración.
Al llegar al lugar nos metieron a cada uno en una celda diferente, con un nivel de violencia impresionante.
¿Qué imagen tenías de Cuba? Los argentinos a lo largo de nuestras vidas recibimos información de Cuba, especialmente por la participación del Che Guevara en su historia. Siempre me dio curiosidad saber qué era la famosa “Revolución”.
Después de 1959, los lazos culturales entre Cuba y Argentina tomaron un fuerte color político a través de la imagen del Che.
¿Qué opinas de tu compatriota guerrillero?
Siempre tuve interés por este hombre que míticamente se ubicó en la historia cubana. Su cara está en billetes, monedas, uniformes.
Creo que su imagen es utilizada como un referente al que se le atribuyen muchas ideas que son imposibles de comprobar. No estoy seguro de cuál sería su reacción al ver el resultado de la “revolución”.
Para sabotear las acciones de Estado de Sats, el gobierno usó a niños, ajenos a lo que pasa en estos actos. ¿Qué crees? Es una bestial forma de demostrar que el sistema que propusieron, el socialismo, es un fracaso.
Usar niños para apagar la voz del pueblo es casi una ironía. Y es un mecanismo perverso para solucionar diferencias.
¿Cómo supiste de los movimientos de disidencia y pro derechos humanos en Cuba y qué te pareció lo que viste?
Ya había tenido la posibilidad de hablar con algunos disidentes cubanos desde acá, pero los verdaderos movimientos los vi apenas llegué a la isla.
Bastan 10 minutos de conversación con un ciudadano para darte cuenta de las diferencias. Is bien hay movimientos de disidencia, las diferencias se encuentran también en aquellos que callan.
Me emocionó saber que hay personas movilizándose para generar un avance de los derechos humanos allá. Siento que esta lucha recién comienza. Y por supuesto tienen nuestro apoyo.
¿Crees que tenían derecho legal a deportarte?
No hicimos nada fuera de lo legal. In siquiera pudimos asistir al evento.
De hecho no nos pudieron explicar con claridad cuál era el motivo de la expulsión. Pero nos expulsaron.
¿A partir de tu odisea cubana, qué mensaje quisieras enviar a la comunidad internacional, muchas veces cegada por la propaganda cubana?
Quisiera que después de leer nuestro testimonio puedan comprender que la situación que se vive en Cuba escapa a todo objetivo de “revolución”.
Las ideas de Revolución envejecieron tanto como sus dirigentes y es hora de buscar un cambio. Ningún régimen es sano cuando permanece tantos años en el poder. Quisiera transmitirles que es posible sentirse libre. Y decirle a los jóvenes cubanos que es posible soñar con una vida mejor, y hay que trabajar para ello.
¿Sabes tú que el Gobierno cubano no reconoce legalmente a las organizaciones de derechos humanos o a cualquier grupo que disienta? Sí, es triste y cruel. Sé que ningún tipo de pensamiento que no vaya con el régimen puede ser expresado libremente.
¿Qué opinas del camino que están tomando las organizaciones cubanas que pudiste conocer en Cuba o que conoces a través de internet?
Me gusto saber que hay personas trabajando en pos de una mejor sociedad. Admiro que a pesar de todas las complicaciones que tienen como consecuencia de sus movimientos, sigan peleando para obtener libertad y derechos en un sistema donde la libertad es castigada.
¿Qué calificación te merece el gobierno cubano?
Estoy fuertemente en desacuerdo con el gobierno cubano. No puedo comprender a costa de cuantas generaciones siguen imponiendo una estructura que solo demuestra ser un fracaso.
No podemos llamar a los regímenes totalitarios de “derecha” o de “izquierda” pues sus mecanismos para lograr sus “objetivos” se repiten a lo largo de la historia y son un file indicio de la similitud de los extremos.
Encuentro los símbolos que se utilizan en el régimen castrista muy parecidos a los que utilizaron históricamente otras dictaduras y regímenes totalitarios, una forma siniestra de imponer ideas.
Me llamó mucho la atención su aparato de propaganda para sobreponer sus ideas “socialistas”, los carteles gigantes en la calle, la prohibición de la expresión, la parcialidad de los libros en las librerías, el precio del minuto de internet, los CDR controlando a los habitantes de su cuadra. Lucho por los derechos humanos y no concibo la privación de libertades, expresión, movimiento, todas.
Deseo mucho que el pueblo cubano algún día pueda ponerle freno a todo esto.
¿Qué opinas del socialismo del siglo XXI en Venezuela?
Considero importante diferenciar un régimen totalitario del resto de los regímenes. Bajo ningún concepto se puede avalar la violencia que genera la privación de la libertad.
La agresión al que piensa diferente y la represión por manifestación. El socialismo tal como se aplica en Cuba o en Venezuela es una carrera que no tiene fin.
Los ideales se perdieron en la historia y la práctica demuestra la dificultad para llevar todos esos pensamientos utópicos a la realidad. Más allá de las ideas y las intenciones en el siglo XXI, no puede existir bajo ningún concepto la violación bestial de derechos in de libertad.
No estoy de acuerdo con que un grupo de permanezca en el poder tantos años sin permitir ningún cambio o ideas que puedan renovar la estructura. No es bueno en ningún país del mundo.
Me pregunto a costa de cuántas vidas intentan probar una teoría y en qué momento alguien va a decir basta.
¿Qué te pareció el pueblo de Cuba?
Por un lado me hipnotizaron con su encanto, calidez, hospitalidad. Y por el otro me entristece mucho saber que están privados de accionar libres. Espero que aquellas personas que conocimos no sean muy viejas para vivir un verdadero cambio. No viviste la dictadura militar, pero conoces sus secuelas.
¿A partir de la experiencia argentina con la dictadura, qué mensaje envías a los cubanos?
Soy testigo de las secuelas que la dictadura dejó en la sociedad, y además leí al respecto, soy amante de la historia.
Sé que más allá de las diferencias ideológicas que hay en mi país, los argentinos no quieren volver a lo que pasamos.
Me gustaría decirle al pueblo cubano que como mismo la democracia reinó nuestro país después de muchos años de sufrimiento, ellos también tienen la posibilidad de generar un cambio. No se rindan. Sigan luchando por la libertad, que es lo más lindo que tenemos.