Santa Claus es un hombre de cierta edad, entrado en carnes, vestido de rojo y de raza blanca. Esta es la idea que muchos estadounidenses tienen, pero no todos. Y justo, este último, el color de su piel ha abierto un debate en Estados Unidos, acentuado por las diferencias raciales que existen desde hace siglos en la nación. La creencia popular de que este personaje es blanco procede de una mezcla de elementos que unes el folclore holandés, con su Sinterklass, y el inglés, con el obispo griego del siglo IV, San Nicolás.
Sin embargo, hoy en día, Santa Claus está lejos de estos orígenes y para muchos la imagen, o la idea del mismo, es solo un símbolo entrañable de estas fechas navideñas, informa AP.
La polémica en EE UU comenzó cuando Megyn Kelly, presentadora de un programa de la Fox (cadena de televisión conservadora), contestó con dureza a un ensayo escrito por la bloguera Aisha Harris en slate.com, en el que ésta daba su propia impresión sobre el tradicional personaje y narra cómo un adolescente se pregunta por qué Santa Claus siempre ha sido representado por un hombre blanco y éste se siente avergonzado por ello.
"Yo recuerdo a dos Santas en mi infancia, al blanco que está inmerso en la sociedad estadounidense y aquél que mi padre me contaba: que era un hombre de piel más oscura". "Quizás", continúa la escritora, "Santa Claus, debería ser reemplazado por un pingüino, mitad blanco, mitad negro, para evitar ese sentimiento de inseguridad y vergüenza a millones de niños que no son blancos".
Kelly, ante estas declaraciones, respondió: "Para todos los niños que estén viendo esto, quiero decirles que Santa Claus es blanco. Al igual qué pasa con Jesucristo, que también es blanco".
La situación provocó que, en redes sociales como Twitter, miles de usuarios debatieran sobre la raza del hombre vestido de rojo y blanco que entra por la chimenea cada noche de Nochebuena. Muchos defendieron la visión de Harris: "Santa Claus es un símbolo de bondad, de compasión, y de anteponer la felicidad de los demás a la propia". Otros fueron más allá y criticaron a la presentadora: "Me parece increíble qué siendo éste un personaje ficticio, esta mujer no se lo pueda imaginar negro".
El presentador Bill O'Reilly, también de la FOX, salió a la defensa de su compañera Kelly. Según expresaba en un comunicado, O'Reilly sugirió que "la procedencia Santa Claus es una historia verdadera": "Kelly tiene razón y es una persona blanca". Aunque días después se retractó: "¿Es importante la raza? No, no importa. El espíritu de Santa Claus supera todos los límites raciales". Y añadió que "los liberales le han dado un tinte político a este asunto con el objetivo de demonizar a la cadena FOX".
¿Escuchasteis el secreto sobre Santa?, preguntó Kenan Thompson, actor y disfrazado del famoso personaje, a la audiencia de The Saturday Night Live. "Bueno, os lo digo, soy negro", añadió refiriéndose a los comentarios de Kelly. Mientras que Jon Stewart en su programa definió el succeso como una "guerra abierta contra la Navidad".
Muchos ciudadanos afroamericanos solicitaron la dimisión inmediata de la presentadora. "Todo esto es ridículo, Santa Claus es un personaje inventado. Su piel no es de ningún color", dijo Don Lemon, presentador negro de la CNN.
A parte de los comentarios de Kelly, otros dos incidentes han avivado el debate sobre el color de Santa en EE UU. En el primero, ocurrido en la Universidad de Indiana, sucedió tras el reparto de unos panfletos en los que se preguntaba si Santa Claus podía ser negro. Varios estudiantes expresaron que "si éste fuera de color, solo visitaría los guetos". El otro hecho, acontecido en Nuevo México, ocurrió cuando un profesor fue amonestado por decirle a un niño negro que iba disfrazado de Santa que "si no sabía que éste era blanco".
La peculiar controversia ha hecho también qué muchos no pudieran aguantar la risa definiendo el debate como "una locura más de la Navidad". La profesora de la universidad de Harvard, Laura Nasrallah, experta en el Nuevo Testamento, aseguró en político.com: "El debate sobre el color de Santa Claus no tiene sentido porque no existe. Y al ser un personaje ficticio cada uno puede crear su propia versión".
Por ejemplo, en el libro The Native American Night Before Christmas, Gary Robinson -su autor- habla de un Santa Claus indio que visita a los niños con búfalos voladores que reparten regalos y víveres. "Al igual que ocurre con Jesucristo, que en cada cultura adopta una imagen diferente, lo mismo pasa con Santa", explicó Robinson a AP.