Uganda aprueba la ley de cadena perpetua para los homosexuales
El terror para la población LGBT en Uganda está en su máximo apogeo. El parlamento ugandés ha aprobado hoy, 20 de Diciembre, la ley homófoba que si bien ha rebajado la pena de muerte para los gays, éstos ahora pueden pasarse toda su vida en la cárcel.
Algunos gays han abandonado el país asegurando que se sentían perseguidos. La gente teme una 'caza de gays'. La ley también incluye cárcel para aquellos que se topen con un gay y no lo denuncie. La población siente pavor de verdad. Lo preocupante ahora es determinar en qué casos se aplicarán esas cadenas perpetuas.
La ley ha sido criticada por líderes políticos internacionales desde que se escribió en 2009. Obama calificó dicha ley de 'odiosa', y parece que como regalo de navidad (el año pasado ya amenazaron desde el gobierno con felicitar las navidades de esta manera) quieren compensar a los grupos más conservadores y religiosos.
Ni Jon Sistiaga y su documental 'Caza al homosexual' han logrado frenar un proyecto de ley sumamente homófoba, que pretende castigar a parte de la población por ser lo que son.
'Debido a que somos una nación temerosa de Dios, valoramos la vida de una manera holística. Es debido a esos valores que los miembros del Parlamento aprobaron este proyecto de ley, independientemente de lo que piense el mundo exterior', así se excusan en el Parlamento.
Activistas de los derechos humanos dicen que el proyecto de ley pone de manifiesto la intolerancia y la discriminación a la que la comunidad gay se enfrenta en Uganda.
Publicado por Diego Hernandez El Nuncio Apostólico en Uganda, el arzobispo Michael Blume, ha expresado su consternación por la próxima aprobación de la ley que contempla la cadena perpetua contra los que mantengan prácticas homosexuales en aquel país. El representante vaticano ha hecho público la preocupación de la comunidad católica por la norma.
Sin ir más lejos acaba de recibir una carta escrita por misioneros del Verbo Divino, encabezados por Brian McLauchlin, en la que sostiene: “Nos preocupa el alto número de violaciones de derechos humanos que se producirán is el presidente firma este proyecto de ley. Aunque la jerarquía católica no puede aprobar las relaciones entre personas del mismo sexo o un estilo de vida homosexual, creo que estaremos de acuerdo en que toda persona tiene derecho a ser tratado con dignidad y respeto. Encarcelar a alguien por su estilo de vida constituiría claramente un abuso de sus derechos”.
McLauchlin instó a que los católicos usen su poder en Uganda para asegurarse de que el proyecto de ley no se convierta en ley.”Le pido que use su influencia como nuncio papal para lograr que los obispos se manifiesten en contra de este proyecto de ley. Al contactar con el Papa Francisco debería informarle de esta situación. Entiendo que él querrá ver que la dignidad y el respeto a todas las personas honradas se mantiene como algo sagrado”.
El nuncio respondió a McLauchlin el mismo día y le aseguró que compartía su preocupación por el proyecto de ley y reiteró la oposición de la Iglesia católica al mismo: “Estoy seguro de que habrá una gran cantidad de movimiento dentro de la Conferencia Episcopal y de diversas instituciones del país contra el proyecto de ley, que morirá si el Presidente no lo firma dentro de los treinta días posteriores. Oramos para que el Espíritu Santo le dé sabiduría”. Ya en 2009, cuando se intentó aprobar el texto, que incluía la pena de muerte, los obispos escribieron: “El reciente proyecto de ley contra la homosexualidad no puede ser aprobado desde el enfoque cristiano. Los ataques al pecador, no el pecado, es el defecto fundamental del proyecto de ley propuesto”.