Los jóvenes, que han encabezado las actuales protestas tras 15 años de chavismo, han crecido viendo a Venezuela quebrarse económica, política y socialmente, pero a diferencia de los cubanos nacidos en dictadura , los venezolanos nacieron en democracia, sus padres la han vivido, como también una sociedad más abastecida, donde comprar un medicamento o un alimento básico no era una proeza. Tampoco la libertad de expresión estaba en peligro.
"Vamos a aprovechar lo poquito que nos queda de libertad antes de que Conatel censure el internet también", dice María Betania Romero por correo. María tiene 23 años, se graduó de Comunicación Social, Mención Artes Audiovisuales, pero está desempleada. Vive en Ciudad Bolívar "porque en Caracas está muy complicada la situación".
"He notado el particular grado de humillación que existe en las colas para comprar comida. Somos una sociedad sin dignidad", escribe en Twitter Víctor Alejandro Burgos, caraqueño de 25 años. Abogado de profesión, lleva el blog El otro cuaderno. Textos suyos han aparecido en revistas literarias como Bonsái (México), Bibliomula (Venezuela) y Euritmia (México), entre otras.
Contactados ambos a través de las redes sociales, aceptaron compartir sus opiniones y testimonios de la situación actual en Venezuela. Ni Víctor ni María pueden leer esta entrevista en DIARIO DE CUBA, pues el acceso a nuestra web fue bloqueado desde la muerte de Hugo Chávez.
A poco más de un mes del inicio de las protestas estudiantiles, ¿cómo es la situación actual en las calles? ¿Ha mermado la participación o sigue siendo masiva?
Víctor: Hasta dónde sé, en nuestra historia reciente (200 años), nunca se habían visto unas protestas que durarán tanto tiempo, tantos días. La participación sigue siendo muy alta. Es cierto que no se han unido algunos sectores de la sociedad, pero el descontento es general. Se protesta por la escasez, la inseguridad, los presos políticos, la mala gestión del Gobierno, la inflación, la crisis económica...
Hay muchos motivos para protestar y no he encontrado a nadie que esté de acuerdo con el manejo del gobierno de Maduro. Y cada día que pasa hay más motivos para protestar (torturas, desapariciones, juicios políticos, etc) y cada vez es más la gente que se va uniendo.
En las calles uno ve cierta paralización de la ciudad. Pero en unos sectores más que en otros. Al oeste, en el gran municipio Libertador, donde hay un alcalde chavista y están todas las instituciones del Gobierno, bueno, es de suponer que no hay muchas protestas.
Pero cada vez más gente se está uniendo y uno puede ver eso en cómo el interior del país, en casi todos los estados, se han hecho y siguen haciéndose⎯ protestas de asistencia masiva.
María: En la mayoría de la ciudades en protesta las manifestaciones son todos los días, no hemos descansado ni fines de semana, ni feriados ni carnavales. En Ciudad Bolívar, donde me encuentro, se han concentrado en la protesta de la gente en la calle, pero en Puerto Ordaz (a 45 minutos de aquí) se han centrado en armar barricadas y trancar la ciudad para manifestarse, y un viaje que demora hacer en 15 minutos ahora toma una hora y media.
Son diferentes formas de protesta, pero siguen muy activas y el descontento no ha mermado, aumenta cada día cuando matan, hieren o detienen a un venezolano.
Se suele estigmatizar y dividir a los venezolanos entre "chavistas" y "escuálidos", y no falta quien sugiere que los que se manifiestan son "jóvenes de clase alta", ¿qué tipo de personas asisten a estas protestas?
María: A las protestas asiste todo tipo de gente, es falso decir que todo el rico es opositor y que todo el pobre es chavista/madurista.
Víctor: Hay quienes dicen que la política venezolana es una lucha de clases. Puede ser. En mi opinión no lo creo. Pero si alguna vez existió esa lucha, el chavismo se encargó de propagarla. Y si no, la inventó. Tengo 25 años y he vivido la mayoría de mi vida bajo el gobierno chavista. Sé que en todo caso, no tengo la suficiente experiencia para opinar sobre las circunstancias que trajeron al chavismo, pero sí puedo dar testimonio de que el chavismo ha destrozado la sociedad venezolana, separándola cada vez más, estigmatizando los estratos sociales y condenándolos a ser lo que se cree, a primera vista, que son.
El chavismo ha gobernado a base de prejuicios. Si vives en el este de Caracas, eres de derecha, imperialista, escuálido, vendepatria, y una procesión de otros insultos. Si vives, en cambio, en el oeste de Caracas, entonces eres el pueblo, la pobreza es una virtud del espíritu revolucionario... Palabras huecas para dar esperanzas y promesas a un sector de la sociedad que ve en migajas favores del Gobierno, y no una deficiente gestión de quienes fueron elegidos para servir a toda la sociedad, sin distinción política.
Los líderes opositores han remarcado el carácter pacífico de las protestas. En cambio, Maduro los acusa de "fascistas" que quieren llevar el país a una guerra civil. ¿Cómo ven el papel que está jugando la oposición?
María: El papel de la oposición me parece muy nulo. No hay un líder claro en todo esto, ellos dan la cara cuando les apetece. Los que salen día a día y arriesgan su vida son los estudiantes y la sociedad civil, nosotros queremos desentendernos de toda politiquería. La protesta no tiene fines políticos ni se hace para defender a un partido o a un líder preso, porque ninguna de las personas que sale a diario a la calle quiere ser presidente. La protesta se da por las razones ya planteadas por el movimiento estudiantil.
Víctor: Algo bueno que ha surgido de todo esto que se ha evidenciado que la alta dirigencia opositora tiene intereses muy distintos a sus bases. Por esa razón, han existido ciertas fracturas dentro de la oposición. Sí, pueden parecer debilidades. Pero quienes dicen eso son dirigentes del chavismo que no están acostumbrado a la disidencia, y a los que les resulta impensable mantener en sus filas a alguien que los contradiga.
En la oposición hay muchos puntos de vistas y diferentes formas de actuar pero, sobre todas esas disimilitudes, hay un propósito común. El carácter pacífico de las protestas siempre se ha remarcado. Existen sectores de la oposición que no creen y no profesan eso. Ellos han encontrado sus propias formas de protestar y, por mala fortuna, eso le ha convenido más al Gobierno que lo que ha podido perjudicarle. Si esos sectores no se dan cuenta de eso, seguirán haciéndole un gran favor al Gobierno del cual se pretende salir. Y que Maduro hable de fascismo, es un chiste.
¿En qué se diferencian estas manifestaciones a las ocurridas en abril de 2013, tras las elecciones donde Maduro fue proclamado ganador ante Capriles?
Víctor: Si en ese momento se hubiera protestado como se ha hecho en estos días, Maduro no hubiera podido asumir la presidencia. La alta dirigencia de la oposición impuso sus intereses en aquel momento. Esta vez no ha podido.
María: En las de abril el líder claro era Capriles, en estas protestas no hay líder lo que genera un creciente caos. La represión ha sido brutal, estamos en una especie de "guerra civil" no declarada, entre comillas porque un bando tiene armas y el otro ideas. Aparte, el descontento es mayor por las malas políticas económicas que tomó Maduro en el último año, aquí todo es incomprable, y si tienes la plata para comprarlo, escasea. Es decir, los ánimos no estaban tan caldeados en abril.
Sectores de la izquierda se rehusan a utilizar el término "dictadura" para calificar al régimen venezolano, ya que Maduro “fue elegido” con el 50,66% de los votos y Capriles obtuvo el 49,07%, en unas elecciones que la oposición calificó de fraude. A día de hoy, con 35 fallecidos, la mayor parte víctimas del uso irregular de armas de fuego, miles de personas detenidas con apertura de procesos legales y al menos 40 casos de tortura documentados por organismos de derechos humanos, ¿cómo definen al gobierno de tu país?
Víctor: Claro que es una dictadura. El venezolano siempre le ha tenido miedo a los términos y a ajustarse a ellos. Acá existe una palabra que define muy bien esto, la cual es "caimanera". Uno la aprende desde pequeño cuando entre los vecinos se organizan partidos de fútbol. Y en eso consiste. Es una caimanera, no un partido de fútbol. Claro, hay una pelota y jugadores, pero no se respeta ninguna norma, no se impone ninguna regla, cada quien hace lo que mejor le parece. Es algo informal.
Acá en Venezuela todo es así. Uno habla del Poder Judicial, de la separación de poderes, de democracia... Y sabe que son cosas que no existen. Podríamos hablar de una dictadura autócrata militarista, pero no, es apenas una caimanera de una dictadura autócrata militarista. El país entero es una caimanera.
María: Estamos ante una dictadura a la que poco a poco se le está cayendo la careta de democracia. En Estado de derecho no estamos, Nicolás Maduro no me garantiza que puedo salir a la calle y no me matarán, mi derecho a la vida no está asegurado. Si estuviéramos en democracia, lo justo sería que él gobernara para todo el país, y aquí los únicos que tienen derecho a marchar son los oficialistas. Con los demás, bombas y perdigones.
Hay mucha gente que denuncia a sus vecinos ante la Guardia Nacional Bolivariana por haber ido a protestas, y les han echado gas dentro de sus casas, han allanado hogares y edificios. Han violado la autonomía de universidades. Acá, estés donde estés, nada te garantiza que vas a estar a salvo.
En estos 15 años de chavismo, y ahora con Maduro en el poder, la presencia cubana en Venezuela se sigue afianzando a través de las distintas misiones, pero también aumenta la "cubanofobia" de los sectores opositores que los consideran "invasores", ¿cómo ve el venezolano al cubano?
Víctor: Este tema siempre lo he aborrecido. Creo que la xenofobia es una muestra de ignorancia y estupidez cavernícola que no tiene comparación. Tal vez el racismo lo iguala y, mira, son casi-casi lo mismo. Con los cubanos en Venezuela ha pasado lo mismo que cuando intentas darle algo a alguien a la fuerza, en contra de su voluntad. Quien es forzado, termina odiando y aborreciendo lo que le están haciendo aceptar. Nuestro repudio tiene que ir en tal caso contra aquellos que celebran y aplauden la revolución cubana y a los hermanos Castro. No contra los cubanos, muchos de ellos víctimas por más tiempo de lo que nosotros estamos empezando a sufrir.
Sí existe odio a los cubanos. Uno puede verlo en los sectores más irreflexivos de la oposición. Pero es eso. Es el rechazo contra algo forzado. Espero que una vez que cese el forcejeo, cesé también el rechazo.
María: La cubanofobia existe y me parece terrible, porque el pueblo cubano no tiene la culpa de la injerencia de su Gobierno aquí. Pasa mucho que los cubanos usan a Venezuela como un puente para escapar a otros países; quisiera saber la cifra de cubanos que han venido por misiones y han terminado desapareciendo.
En lo personal, me parece injusto que con tanto desempleo en el país traigan a más gente y que ganen más dinero o la misma cantidad que un médico venezolano. Chávez es el vivo ejemplo de la poca confianza que le tiene el Gobierno al médico y profesional venezolano, fue a tratarse a Cuba e inventó la Universidad Bolivariana que es una total decadencia.
La resistencia civil ha recibido apoyo de artistas, figuras internacionales, también de políticos como el presidente de Panamá Ricardo Martinelli, o el colombiano Alvaro Uribe y el costarricense Oscar Arias quienes criticaron el "silencio cómplice" de América Latina ante la represión. Asimismo, Estados Unidos planea sanciones, pero la OEA se demarca, ¿qué opinión les merece la atención internacional al conflicto venezolano?
Víctor: La opinión internacional me trae sin cuidado. Agradezco su interés, la verdad. Pero a nivel de política internacional hay muchos intereses que no vemos, que ignoramos. Es como pararse frente al mar y desconocer las corrientes submarinas. Además, en el mundo, hoy en día, hay gobiernos represores, dictatoriales, violadores de derechos humanos, y pues, el mundo sigue su curso. Esto es un problema que tenemos que resolver dentro de nuestras fronteras, no fuera. Lo único que puede hacer la comunidad internacional es apoyarnos. Nada más.
María: La atención internacional, aunque Maduro lo desconozca, funciona a modo de presión. Si los ojos están puestos en Venezuela el Gobierno tiene que jugar sus cartas con más cuidado.
Tras la censura de numerosos medios de comunicación, las redes sociales han tomado protagonismo para suplir la falta de información, ¿cómo se informan los venezolanos? ¿Qué cuentan los medios oficiales?
Víctor: Existe un bloqueo casi total en radio y televisión. Los medios oficiales no hacen otra cosa que desfigurar los hechos a conveniencia del Gobierno. Al ciudadano le ha tocado convertirse en periodista dentro de su propio entorno. Reportar lo que ve. Acá en Venezuela, respecto al periodismo se está viviendo algo tremendo. Las represiones e intimidaciones contra periodistas independientes han sido brutales y siguen siéndolo. Los medios oficiales se han convertido en maquinarias de propaganda absurda. Tal es nuestro nivel de información que hoy, a más de un mes del inicio de las protestas, hay personas que ignoran muchos hechos.
María: Los medios oficiales cuentan la historia como les conviene, utilizan los focos violentos (de los cuales los estudiantes se han demarcado) para deslegitimar toda la protesta. No toda la población tiene acceso a redes, se han usado medios alternativos como las pancartas y volantes, sin embargo, hay mucha desinformación.
Entre la población chavista, ¿hay descontento?
Víctor: Por lo que sé, hay descontento. El chavismo no sabe qué hacer con Maduro. Pero todo chavista se cuida de hacer duras críticas. Sin embargo, no puedo extenderme porque desconozco lo que sucede en las filas del chavismo.
María: Sé de chavistas que no están de acuerdo con las medidas de Maduro, por las redes sociales más que todo. Con mis amigos oficialistas no he hablado, por años hemos evitado tocar el tema político, y hoy mucho más con estos ánimos.
¿Cómo se vive mientras esto ocurre, cuál es el escenario cotidiano?
Víctor: En mi opinión, el desabastecimiento, la inflación y la inseguridad son los aspectos más críticos de esta crisis. No hay que olvidar que durante estas protestas, las causas que en principio las motivaron, no han cambiado. Todos los pronósticos son fatales. Estamos en una lenta caída. Días y a día debemos sobrevivir. Suena extremo y lo es. El venezolano no sabe qué es una preocupación meramente existencial. Todas nuestras preocupaciones son de supervivencia. ¿Qué comeremos? ¿Alcanzará el dinero? ¿Seremos asesinados por la delincuencia?
María: Por lo general, el país ha seguido en su cotidianidad a pesar de las manifestaciones. Sin embargo, debido a barricadas y protestas se ha visto afectado el comercio y la educación. Algunas universidades han suspendido clases y en los colegios se evidencia la poca asistencia.
Hay quienes quieren que la protesta se acabe ya para volver a la "normalidad", pero si esa normalidad significa seguir haciendo cola por tres horas para comprar comida, pelear por una lata de leche, ir a 7 farmacias hasta darte por vencida por no encontrar un medicamento, haber estudiado 5 años y no encontrar empleo, ir al hospital y que te digan "no hay suero", salir a la calle y caminar con miedo porque te pueden matar, pues, prefiero que siga la protesta.
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