Un noveno bailarín cubano
desertó a EEUU tras burlar los controles de la isla
Jaime Reytor, bailarín del Ballet Nacional de Cuba (BNC), llegó el viernes a Estados Unidos tras hacerse con su pasaporte visado y viajar a Miami sin avisar siquiera a su familia. Según cuenta el joven de 23 años, el noveno integrante del grupo que escapó, no viajó a Puerto Rico con el resto de la compañía porque “a última hora me quitaron del listado y me pusieron como suplente”.
Pero el jueves recibió una llamada telefónica inesperada de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, en la que le avisaban que debía completar la entrevista y podía recoger su pasaporte visado al día siguiente. Sin pensarlo dos veces, Reytor compró el viernes un pasaje a Miami y se montó en el primer vuelo sin avisar siquiera a su madre, que vive en Matanzas.
“Tenía miedo de hablar por teléfono y que se enteraran. Era muy raro porque los funcionarios del ballet siempre se encargan de esos trámites y los bailarines no tienen acceso a su pasaporte. Un familiar me prestó el dinero del pasaje y recogí algunas cosas de la taquilla del ballet y fingí que estaba enfermo, para poder irme. Tenía mucho miedo de que los funcionarios del ballet preguntaran por mi pasaporte y me descubrieran”, dijo Reytor en entrevista telefónica con el Nuevo Herald desde Phoenix, Arizona.
Un hombre que conoció en el aeropuerto le permitió quedarse en su casa cuando llegó a Miami pues el bailarín no tiene familia en Estados Unidos. Un amigo, el bailarín cubano Alejandro Méndez, que también desertó el año pasado, le compró después un pasaje para que volara a Phoenix.
Una situación límite similar vivieron los otros siete bailarines que llegaron a Miami entre el sábado y el lunes tras abandonar al BNC en Puerto Rico. Mónica Gómez, Ignacio Galíndez, Raisel Cruz, Jorge Oscar Sánchez, Ariel Soto, Lisset Santander y Yaima Méndez, todos entre los 21 y los 25 años, ofrecieron el martes una conferencia de prensa en la sede del Miami Hispanic Cultural Arts Center.
Otra bailarina, Yinet Fernández, permanece en Puerto Rico, donde tiene familia, según explicó Ariel Soto.
Los siete bailarines dicen sentirse muy bien pero la incertidumbre y el peso de la decisión que han tomado siendo tan jóvenes se puede notar en sus respuestas. Casi con lágrimas en los ojos, Santander dice no tener familiares en el país y según cuenta Gómez, su compañera de cuarto en Puerto Rico, Santander “fue la última en decidirse”. Cruz confiesa sentir ya “nostalgia” por sus familiares “porque nos vamos a pasar tiempo sin verlos”.
Pero a la vez, estos jóvenes se muestran determinados a cumplir con las metas que les trajeron aquí. En nombre del grupo, Galíndez declaró que estaban en Estados Unidos para “bailar y realizar sus sueños”.
Méndez explicó que, en su caso, llevaba nueve meses planeando la huida y dijo sentirse “muy contenta por dar este paso, el gran paso”. Otros aseveraron llevar hasta tres años considerando abandonar la compañía.
Las nuevas leyes migratorias permiten que los cubanos puedan viajar por motivos personales y permanecer en el exterior por dos años, antes de ser considerados “emigrados”. Pero si se encuentran trabajando, el centro laboral debe otorgar una autorización, que en la práctica, sigue funcionando como un permiso de salida.
Galíndez estaba considerando emigrar desde mucho antes e intentó viajar por un trámite personal, lo que le permitiría volver a la isla con más facilidad, pero “la compañía no me dio el permiso”, dijo.
El bailarín comentó que el BNC apenas está haciendo dos giras anuales “y esa es la principal motivación de los bailarines”.
En Cuba, Galíndez ganaba 485 pesos cubanos y una “estímulo” de 10 CUC, que en total suman alrededor de $35. En Miami, se está quedando en casa de la tía de un amigo, pero dijo confiar en su talento y “poder llegar a bailar en algo más importante”.
“Los bailarines cubanos tienen mucho talento pero en Cuba explotan a los que ellos quieran”, dijo refiriéndose a los directivos del Ballet Nacional.
Precisamente, el manejo interno del BNC parece ser un elemento de peso en la decisión que tomaron. Méndez subrayó que la promoción dentro de la compañía es “muy difícil; si no caes bien, es casi imposible. Yo estuve casi seis años allí y prácticamente nunca pude bailar como solista”.
Reytor también comentó que con el relevo inevitable en la dirección de la compañía, pues Alicia Alonso cumplió ya 94 años, la situación interna del BNC está “muy revuelta. Todos quieren mandar y las cosas están tensas”.
Varios bailarines y fuentes consultadas han comentado que Pedro Simón, esposo de Alonso y director del Museo Nacional de la Danza, concentra un gran poder dentro del BNC pues la afamada bailarina desde hace años ya no puede ver y, últimamente, ya no puede hablar coherentemente.
Los recién llegados se refirieron a Alicia Alonso con respeto. Gómez especuló que “Alicia debía sentirse muy triste porque ha perdido a miembros de su compañía y cada vez que hay una gira se quedan cinco o seis”.
Pero en La Habana, el BNC ofreció también una conferencia de prensa el martes en la tarde, con la presencia de Alonso, en la que no mencionó a los bailarines que no volvieron a la isla.
Todos los miembros de este grupo de bailarines tienen visas hasta el día 12 de junio. Según el abogado de inmigración Willy Allen, ellos podrían calificar para asilo político pues “la petición de asilo contempla no solo la persecución pasada sino también futura. Ellos, como los periodistas, médicos o actores que viajan oficialmente, son considerados representantes de Cuba y el hecho de que se queden los convierte en desertores según las leyes cubanas”.
Pedro Pablo Peña, director del Ballet Clásico Cubano de Miami, aclaró que la sede del Miami Hispanic Cultural Arts Center puede cobijar a los bailarines que, por el momento, no tienen donde alojarse, “como sucedió con el grupo que llegó el año pasado”.
El año pasado llegaron siete jóvenes bailarines a Miami y también fueron acogidos por Peña y el Ballet Clásico Cubano. Todos encontraron empleo en menos de seis meses.
Peña apuntó que los recién llegados se entrenarán con su compañía hasta que puedan encontrar un conjunto que los acoja “porque lamentablemente no tenemos presupuesto para contratarlos a todos”. Peña también dijo que, en general, todos “tienen buen nivel” aunque fuentes conocedoras en La Habana han señalado que Gómez y Galíndez destacan especialmente por sus potencialidades.
Asimismo, Peña confirmó que el grupo se presentará el próximo 15 de junio a las cinco de la tarde en el Miami Dade County Auditorium como parte de la gala “Diaghilev Ballets Russes”, con los primeros bailarines Lorena Feijóo y Vitor Luis, del Ballet de San Francisco, y Susan Bello, bailarina principal del Teatro Teresa Carreño.
El programa incluirá la suite de “Las sílfides”, “Preludio a la siesta de un fauno”, “Cleopatra”, “Narciso”, “La muerte del cisne”, “Scherezada”, “El carnaval”, “El pájaro de fuego” y “Les Biches”.