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General: El modelo andrógino Andrej Pejic se opera para cambiar de sexo
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 26/07/2014 21:29
El modelo andrógino Andrej Pejic se cambia de sexo: ahora se llama Andreja
Andrej Pejic que a sus 22 años era el modelo andrógino más popular en las pasarelas occidentales, se operó
para cambiar de sexo y anunció que continuará desfilando pero solo lo hará para colecciones de mujer  .
 
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El modelo andrógino Andrej Pejic se opera para cambiar de sexo
Hasta ahora, el joven de 22 años desfilaba tanto para hombres
como mujeres, pero tras esta decisión solo lo hará para colecciones de mujer
     POR BLAINE ZUCKERMAN
El modelo andrógino Andrej Pejic se ha cambiado el nombre y a partir de ahora se llama Andreja. Y es que ha decidio pasarse definitivamente al sexo femenino. De hecho, ella misma ha dicho que solo va a desfilar en pasarelas femeninas.

La australiana de origen bosnio ha revelado que se ha sometido a una cirugía para cambiar de sexo, y ahora es una mujer transgénero. La joven de 22 años asegura que "todos los seres humanos merecen el mismo trato sin importar su identidad de género o sexualidad".
Para reafirmar más aun su cambio, ha feminizado su nombre. "Es un nombre cristiano ortodoxo, y en la religión es un nombre masculino. Quería mantener la 'j' y por ello decidí añadirle una 'a'. No sé si existe pero este es mi nombre", explica Andreja.

La modelo ha colgado un escrito en Facebook donde asegura que a pesar de su cambio sigue siendo la misma persona. Y añade que "Como una mujer transgénero espero demostrar que después de la transición (un proceso que salva vidas) se puede ser feliz y exitoso en su nueva etapa, sin tener que alejarse del pasado".

En 2011, Andrej Pejic fue la estrella revelación en el mundo de la moda , llamando la atención como un modelo masculino que caminó la pasarela de moda femenina muestra para los diseñadores poderosas como Marc Jacobs y Jean Paul Gaultier.

Pero en una reciente tarde de julio en la ciudad de Nueva York, un collar de la placa de identificación de oro en la carta guión cae en el lugar correcto en el pecho de la modelo para que cualquier espectador podía leer claramente "Andreja" y entender sutilmente el mensaje Pejic ahora está revelando al mundo : La reconocida modelo andrógino sometió a una cirugía de reasignación de sexo a principios de este año.

"Quiero compartir mi historia con el mundo, porque creo que tengo una responsabilidad social", Pejic, 22, le dijo a People en exclusiva. "Espero que al ser abierto acerca de esto, se convierte en un problema menor."

Los Primeros Años
"Siempre soñé con ser una niña", explica el modelo nacido en Serbia. "Uno de mis primeros recuerdos está haciendo girar alrededor de la falda de mi madre tratando de verse como una bailarina."

Pero las cosas cambiaron cuando su familia se trasladó a Australia. Por 9 años, Pejic vino a recibir lo que ella describe como "un mensaje social, de mi hermano y amigos en la escuela", que ya era hora de guardar las muñecas y las faldas que ella prefería.

"Yo quería ser un buen chico y quería complacer a mis padres", dice ella. Con poco éxito, Pejic fue por tratar de pasar el rato con los chicos y participar en deportes de equipo. "Mantuve mis sueños y mi imaginación a mí mismo y me hice bastante bien en actuar como un niño. Pero yo estaba escondido quién era yo."

El Descubrimiento
A la edad de 13, en Broadmeadows, un suburbio de Melbourne, el curso de Pejic se volvió digital. "Fui a la biblioteca y escribí 'cambio de sexo' en Google y mi vida cambió", recuerda. Los resultados de búsqueda para el término ahora anticuado produjeron una avalancha de información y alivio. “Descubrio que hay toda una comunidad de personas trans. Hay médicos, hay atención médica, hay investigación, y fue revelación para mí. Desde ese día, yo sabía lo que tenía que hacer”.

Yendo a través de canales regulados por el gobierno para un menor de edad para la transición procesos judiciales largos requeridos y ella no tenía ni el dinero para cubrir los honorarios legales, ni el tiempo, ya que sabía que las hormonas masculinas estaban tomando efecto en su cuerpo. "Sabía que la pubertad sería convertirme en algo así como mi hermano y su padre", señala Pejic, quien comenzó a tomar bloqueadores pubertad.

Levantado sobre todo por su madre, ella siempre tenía a su familia para apoyarse en lo largo de su viaje. "Cuando le dije a mi madre, a la abuela y mi hermano, todos estaban muy a favor",... Pejic, que finalmente volvió a introducir el toque femenino en su vida dejando atras todos los días que había rechazado y se desarrolló un plan para su futuro, dice. "Yo iba a terminar la escuela secundaria como Andrej, transición, y olvidarse de mi pasado masculina."

A Detour Diseñador
Comenzó las evaluaciones psiquiátricas requeridas para poder acceder a este procedimiento con 13 años de edad,... pero puso en suspenso su deseo  cuando fue descubierta a los 17 años por un agente de modelos. Su carrera despegó y se hizo internacionalmente conocida,  a pesar de estar “orgullosa de mi carrera, estaba  disconforme con mi género”.

 "Mi carrera como modelo fue una oportunidad de ver el mundo y ganar un poco de estabilidad financiera", explica.
Aunque su nombre fue incluido entre los modelos masculinos en las mejores agencias en todo el mundo, se encontró en la envidiable posición de modelar las modas de ambos,  hombres y mujeres. Ella cita el 2011 como un momento en pista muy bonito en su memoria, "Al ser una novia para Gaultier, fue un momento muy especial para mí", dice Pejic el de caminar haute couture primavera espectáculo del diseñador.

Pero "hace aproximadamente un año y medio, he reevaluado cosas", dice Pejic."Yo estaba orgulloso de mi carrera pero no conforme de género.  Para mi el mayor sueño era estar a gusto en mi propio cuerpo. Tengo que ser fiel a mí mismo y la carrera sólo va a tener que encajar alrededor de eso."

Pejic comenzó a reunirse con los médicos de los EE.UU. para continuar con su transición a la cirugía de reasignación de sexo.

Un nuevo comienzo
Pejic recuerda el día en que había estado soñando durante tantos años.

"Yo estaba feliz había llegado el momento - tan feliz como puede ser antes de una cirugía", dijo a PEOPLE. Su recuperación física del proceso ha sido constante. "Fue alrededor de tres meses antes de que me sentí como yo mismo otra vez", admite.

Cuando se le preguntó acerca de la extensión de su cirugía, "Estoy completamente de acuerdo con Laverne Cox y [el ex editor de personal PEOPLE.com] Janet Mock , "explica Pejic de mujeres transgénero notables que optan por no discutir públicamente sus genitales y en su lugar prefieren centrarse en la defensa y el activismo dentro de la comunidad trans. Además, "¿lo qué hay entre las piernas de alguien no es lo que son."

Aunque Pejic ha tenido varios novios serios en los últimos años, ella es actualmente soltera, pero añade, "Estoy abierto al amor."

Pero lo más importante, ella es amante de este nuevo capítulo en su vida. "Cada día es como una nueva revelación", dice ella. "Me siento más cómoda que nunca. Me siento comoda en un 100 por ciento."

Creo que todos evolucionamos a medida que envejecemos y eso es normal, pero me gusta pensar que mi reciente transición no me ha convertido en una persona diferente. Soy la misma persona, no hay diferencia, sólo un sexo diferente que espero todos puedan entender.

También me gustaría llegar a todos los jóvenes no conformes con su género por ahí: yo sé que es difícil, yo he estado así, pero recuerda que es tu derecho el ser aceptado como lo que te identificas, te mereces el mismo respeto que cualquier otro ser humano en este planeta. Como una mujer transexual espero demostrar que después de la transición (un proceso que salva vidas) se puede ser feliz y exitoso en su nueva etapa sin tener que alejar a su pasado. Las diferencias más importantes no deben significar divisiones, unámonos todos. Se Auténtico, Se Tú”.
 
Andrej Pejic Ahora Andreja Después de la Cirugía de Reasignación de Sexo
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: administrador2 Enviado: 27/07/2014 18:52
“Papá, estás muy guapa”
Allyson Robinson es una de las defensoras de los derechos de los transexuales en el Ejército         
Foto
La exmilitar transexual Allyson Robinson (a la derecha) junto a su familia.
 
        Por Cristina F. Pereda /  EL PAÍS
Allyson Robinson tiene cuatro hijos que le llaman “papá”. Los dos mayores aún recuerdan cuando era un hombre. En el álbum familiar conservan fotografías de su graduación en West Point, la academia del Ejército estadounidense, y bromean: “¡ese no eres tú!. Dos décadas después de graduarse, Robinson lidera el movimiento por los derechos de los transexuales.

Robinson cuenta que supo “desde los tres o cuatro años” que era “diferente”. No comprendía por qué la gente “pensaba que yo era de una manera cuando yo sabía que no era esa persona”. Es una historia que ha explicado muchas veces. En conferencias, discursos y campañas como activista. Las consecuencias, también: “Aprendí muy joven a mantenerlo oculto”. Desde la adolescencia hasta después de dejar el Ejército, Robinson empleó lo que llama “mecanismos de adaptación” para vivir escondida. Hasta West Point le acompañó una maleta con ropa de mujer. “Me ayudaba saber que podía escaparme un fin de semana a un hotel, mirarme en el espejo y no ver esa diferencia entre lo que veía y la persona que yo sabía que era”. La ocultó en los barracones. “Si la hubieran descubierto, conocía las consecuencias”, afirma. Hija de un veterano de Vietnam que acabó su carrera profesional en la guerra de la antigua Yugoslavia, sabía que gais, lesbianas y transexuales se arriesgaban a la expulsión.

La Administración de Obama revocó en 2012 la regla Don’t Ask, Don’t Tell (no preguntes, no cuentes) que prohibía pertenecer al Ejército a quienes revelaran su homosexualidad. Aquel gesto sincronizó el Pentágono con el cambio de opinión de la sociedad estadounidense y los últimos avances judiciales en materia de derechos como el matrimonio igualitario. Pero la normativa sólo mencionaba la exclusión por su orientación sexual, no por identidad de género, de manera que sigue vetado el servicio militar a los transexuales, a diferencia de Reino Unido, Israel o Australia.

Fiona Dawson, autora de la serie documental TransMilitary, explica que el Pentágono justifica dicha exclusión por una definición anticuada de la identidad de género que lo equipara con un problema de salud mental, pese a que la Asociación Americana de Psiquiatría ya la ha eliminado. El Pentágono descalifica a los candidatos que presenten “un historial de malformaciones o defectos en los genitales como el cambio de sexo y hermafroditismo”.
 
Foto
Allyson Robinson, a la derecha, recibe el diploma de graduación de West Point en 1994.
Líderes como Robinson intentan cambiar las normas a golpe de visibilidad. La primera en dar el paso fue Chelsea Manning, antes Bradley: el Pentágono acaba de anunciar que le proporcionará el tratamiento para cambiar de sexo. Unas semanas antes, un transexual expulsado del Ejército protagonizaba la portada de The Washington Post. La actriz Laverne Cox, protagonista de la serie Orange is the new black, apareció bajo la cabecera de TIME. Y Kristin Beck, veterana de los Navy Seal con 20 años de carrera, ha revelado en su libro Warrior Princess que un día fue Chris, miembro del más exigente de los equipos de fuerzas especiales. “Si sus compañeros pueden acogerle, no hay unidad militar que no pueda hacerlo”, afirma Robinson.

La tendencia coincide con señales tímidas de parte de la Administración. El presidente dijo en 2013 que “el valor no entiende de géneros”. Y esta semana, el presidente firmó una ley que prohíbe la discriminación laboral por razón de orientación sexual e identidad de género, aunque el Pentágono sigue exento de cumplirla.

Robinson, licenciada en física nuclear y destinada en operaciones en Oriente Próximo, Alemania y Corea del Sur, admite que siempre supo que no hubiera podido hacer su transición de continuar en el Ejército. Fiona Dawson, una directora británica que ha convertido a personas como ella en el centro de un documental para estudiar por qué hay el doble de transexuales en el Ejército que en otras instituciones, ha encontrado razones que pueden más que el miedo. “Los hombres que se identifican como mujeres encuentran el entorno perfecto para esconder su feminidad y las mujeres tienen la excusa perfecta para ser más masculinas”, explica. “Los transexuales son la comunidad con mayor desempleo y el Ejército es un buen trabajo”.

Siete de cada diez estadounidenses tienen un amigo, familiar o colega homosexual. Pero sólo el 2% conoce a un transexual. “Queremos que dejen de vernos como un problema y nos vean como personas”, añade Robinson.

Robinson, activista y licenciada en física nuclear, admite que no hubiera podido hacer su transición en el Ejército
Nadie le ha enseñado esa lección mejor que sus propios hijos. Junto a su esposa Danielle, compañera de graduación en West Point con la que acaba de celebrar su vigésimo aniversario de boda, los crían como una pareja de lesbianas. Dos de ellos son lo suficientemente mayores para recordarle como padre. “Mi transición no ocurrió de la noche a la mañana”. ”Asesorada por una terapeuta, Robinson fue cambiando su aspecto poco a poco. Un día se vistió con una falda y una camiseta ajustada. Al salir del baño se chocó con su hijo. “Nos quedamos mirándonos unos instantes. Miró la ropa y después me dijo ‘papá, estás muy guapa’. En ese momento supe que todo iba a salir bien”.

Robinson hizo su transición a mujer poco después de graduarse en la Universidad de Baylor, en Texas. Acudió allí tras casi una década en el Ejército, con la vocación de ser pastor de la Iglesia baptista. En la mayor universidad religiosa del país también tuvo que esconderse, y allí tomó la decisión. Lloraba todos los días. Con el apoyo de su mujer, Robinson contactó con una psicóloga para empezar el camino que, según ella, sabía que tenía que recorrer. “Necesitaba darme permiso a mí misma para hacerlo”.
 
el país

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: administrador2 Enviado: 27/07/2014 19:36
Supongo que como todo en esta vida
Hoy en día el cambio de sexo es un proceso que incluye
 psicólogo o psiquiatra, endocrinólogo para un largo y temible camino de dosificación de hormonas
  
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                    Por Alina Fernández, la hija rebelde de Fidel Castro | Periodista, vive en Miami Diario las Americas
Supongo que como todo en esta vida, hasta en el costo del cambio de sexo tiene que haber una relación “calidad/precio”.
He tratado de averiguar una cantidad exacta con vistas a exponerla en esta columna, pero confieso que tras un viaje bastante tórrido sigo sin saber si transformarse de hombre a mujer cuesta $20 000.00 o $100 000.00. Lo único seguro es que el caso contrario, o sea, insertar un pene, despechugar a mujer y hacer que le salga barba vale el doble. Tanto en Seúl como en Madrid.

¿Que a santo de qué me meto en estos temas? Por algo que tiene que ver con Wikileaks y el Pentágono, ya veremos.

Lili Elbe fue la primera mujer atrapada en un cuerpo de hombre que se sometió a procedimientos hoy impensables. Fue en Alemania, en 1930, y allí se dejó operar cinco veces. La primera fue una penectomía, la segunda una orquiectomía (le cortaron las orquídeas, creo); luego le implantaron dos ovarios, que obviamente su cuerpo rechazó dando lugar a otra operación más y como parece que se había vuelto adicto al bisturí, se dejó hacer una vaginoplasta, (que no vaginoplastia), tras la que murió a los tres meses. Fue una pionera y se dejó masacrar en aras de que casi un siglo después, el procedimiento se haya mejorado casi hasta la perfección.

Hoy en día el cambio de sexo es un proceso que incluye psicólogo o psiquiatra, endocrinólogo para un largo y temible camino de dosificación de hormonas y desde luego, una o varias, manos de cirujanos. Aunque las hormonas trastornadas provoquen que le salgan unas almohadillas fofas a los hombres, es preferible un par de pelotas de silicona de buena calidad. Así que imagino que aquí es donde el precio cambia, pues hay algunos hombres que se operan la nuez de Adán, esa prominencia laríngea que adorna los longilíneos cuellos de algunos adolescentes, como el de Bradley Manning, por ejemplo. Otros se afinan las cuerdas vocales para atiplar la voz y perder el sonido grave, como de panadero búlgaro, al hablar…Y otros se gastan una fortuna en aniquilar cualquier vestigio de vello facial.

Ahora vamos a Wikileaks y al Pentágono. Seguramente el nombre de Bradley Manning sonó familiar, conocido. En efecto, es el soldado estadounidense que está cumpliendo en estos momentos 35 años de cárcel por regalarle, o venderle, a Julian Assange documentos de comunicaciones secretas del Departamento de Estado, diplomáticas y militares, que causaron un escandalo en el 2010.

Julian Assange, el editor de Wikileaks, sigue metido en la embajada del Salvador en Londres desde hace dos años, pero en este tiempo Bradley Manning ha hecho su propia guerra: al día siguiente de ser condenado anunció que se identificaba como mujer, que su nombre sería Chelsea y que quería empezar un tratamiento para cambiar de sexo.

Bradley, hoy Chelsea, ganó recientemente una querella que obliga al Pentágono a identificarle como tal y ya todos sus documentos oficiales llevan ese nombre. Pero lo que los jueces no han autorizado todavía es su traslado a una cárcel de mujeres o a una prisión civil, donde pudiera recibir el tratamiento. De eso nada. La autoridad federal de prisiones se opone.

El Ejército de los Estados Unidos no autoriza a transexuales en sus filas, aunque desde el 2011 permite que los soldados se expresen abiertamente sobre su preferencia sexual.

Chelsea Manning ha encontrado defensores en organizaciones de derechos civiles que piden una actualización o modernización de las definiciones del Ejército norteamericano para que acepte el concepto de “disforia de género” y deje de considerar el asunto como un trastorno mental.

Tal parece que, aunque el presidente Obama dijese que “el valor no entiende de géneros”, lograr que se permita el servicio militar a los transexuales aquí va a tardar. Llevan la delantera en este campo Australia, Israel y el Reino Unido.

Volviendo a Chelsea, vean ustedes, es el propio Ejército de Estados Unidos quien le proporcionara a la soldado su anhelado cambio. Tras la denegación del traslado, el Pentágono anunció, hace pocos días, que proveerá a la soldado Manning el tratamiento hormonal necesario para comenzar su transición…

No es un asunto de Seguridad Nacional, y aunque no creo que a Chelsea le ofrezcan lo más caro que exista en el Mercado en relación “calidad/precio”, es desde luego un precedente humanitario interesante y podría decirse que hasta inesperado, en este caso, por parte del Departamento de Defensa.

        ..Alina Fernández, es una de las hijas de Fidel Castro y vive en Miami..


 
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