Las abuelas cubanas que lloran a sus nietos
Las abuelas argentinas de La Plaza de Mayo no piensan
en las viejitas de una Isla que han perdido sus nietos ahogados en el mar
Miles de jóvenes cubanos han desaparecido en el mar tratando de escapar de la Isla
A FIDEL CASTRO EN SUS 88 CUMPLEAÑOS
Tania Díaz Castro | La Habana, Cuba |
Las Abuelas de la Plaza de Mayo, en Argentina, han buscado a sus nietos desaparecidos desde 2003, cuando en ese país surge la libertad para hacerlo. Sus hijos o hijas luchaban contra el gobierno militar y perdieron sus vidas.
Combatir a los comunistas el América Latina no era cosa nueva: En 1973, a la muerte de Perón y con Isabelita su mujer en el poder, muchos militantes de izquierda fueron muertos.
En la Cuba republicana, al parecer, la represión fue menos agresiva. Con los dedos de una mano se pueden contar los comunistas que cayeron durante décadas bajo las balas del enemigo político: Julio Antonio Mella, Jesús Menéndez y dos o tres más. Los comunistas tuvieron suerte en la Mayor de las Antillas. Se reunían, por etapas su organización era legalizada y su partido se postulaba en los períodos de sufragio, aunque el fruto que recogían era insignificante.
Los que han estado fatales en verdad, son los anticomunistas del siglo XX y XXI de esta isla tropical, gobernada a golpe y porrazo por ¨aquel muchacho muy espigado, terco y medio loco¨, como calificó el poeta Nicolás Guillén en 1956 a Fidel Castro.
Este “muchacho”, ahora “abuelo diabólico” de los cubanos, cumple hoy 88 años de edad, de los cuales ha pasado 55 en el poder, directa o indirectamente. Muchos de los viejos comunistas, aquellos que eran blandamente reprimidos por gobiernos demócratas, hoy viven en el exilio, convertidos, paradójicamente, en anticomunistas, gracias al Comandante Invicto, mientras miles de ancianas cubanas viven alejadas de sus nietos.
Entonces, ¿se han preguntado las abuelas argentinas de la Plaza de Mayo que ha ocurrido con los nietos de los anticomunistas de hoy en Cuba? ¿Tienen idea de cuántas abuelas y abuelos viven en la isla, muchas sin conocer a sus nietos, porque murieron junto a sus padres comidos por los tiburones?
Son tantas las abuelas cubanas que como yo, viven alejadas de sus nietos que han nacido o crecido en el exilio, que fácilmente podríamos agruparnos en una organización parecida a la argentina. ¡Qué pena que ni Estela de Carlotto ni el resto de las pertenecientes a su organización, jamás han pensado en eso!
Nos conmueve que estas abuelas argentinas hayan encontrado a una gran parte de los 500 nietos que buscan; que lástima que jamás hayan pensado estas mujeres en Cuba, con su dictadura “socialista-comunista”, donde una gran parte del pueblo ha sufrido persecución, represión, tortura y terrorismo de Estado contra los militantes de derecha y contra los defensores de los Derechos Humanos.
Mi nieto Julián Rivas es norteamericano. Sus padres marcharon al exilio junto a miles de presos plantados políticos, cuando eran liberados después de largos años de condena.
Hoy, Juliancito tiene 15 años de edad. Prefiere hablar en inglés y yo casi que no lo entendía cuando me hablaba en español. Yo lo he visto dos veces. A los pocos meses de nacido y cuando cumplió sus 13 años.
En aquellos momentos, no hubo prensa para hacernos una foto mientras lo abrazaba, con unos tremendos deseos de romper a llorar. Exceptuando el caso de Elián González, el periódico Granma jamás ha hablado de los muchos miles de abuelas cubanas separadas de sus nietos.
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