importante carrera en solitario, lleva diez años alejado de la vida pública
Juan Pardo con La Más Grande, La Jurado
POR JUANMA FERNÁNDEZ Cuando España entera pensó que la cancelación de «Entre todos» iba a acabar con los graderíos televisivos plagados de hooligans pensionistas, reapareció Juan Pardo en «Qué tiempo tan feliz» y desató la locura entre el público. Lo hizo para promocionar el nuevo disco de su hija, Lys Pardo, titulado «De familia», compuesto por versiones de aquellas canciones que él convirtió en éxitos en los 70, 80 y 90. Fue tal la sorpresa de su presencia, que hasta Amador Mohedano entró por teléfono para insistir en que echaba de menos no poder verle en más platós, que es el sitio donde los Mohedano habitan desde hace unos años. Tanto es así, que incluso Chayo se animó a recordar que Juan Pardo fue la primera persona que le dijo que podría ser cantante: «Tenía 15 años», matizaba. Pero hasta él, que descubrió como productor a fenómenos como «Los Pecos», tiene derecho a equivocarse.
Alejado de la vida pública desde hace 10 años, su retiro lo lleva al punto de no conceder entrevistas. Quien sí lo hace es su hija, que explica que su padre está volcado en la pintura: «Lleva unos 4 años dedicado a ella. Empezó como un entretenimiento personal pero se ha dado cuenta de que tiene mucha mano y ya acumula una buena colección». Con Lys tiene un cercano contacto personal pero también laboral: ha producido su último disco. «Al principio solo escuchaba lo que íbamos haciendo en el estudio, pero al final se "picó" y se metió de lleno. Con este trabajo se ha quitado la espinita de atreverse a hacer con muchas canciones lo que nunca hizo», explica. «Enormemente creativo», como le define su retoña, reconoce que su padre siempre le despertó su vena artística: «Nos inventábamos idiomas, juegos... era muy divertido».
Con una evolución que a juicio del periodista musical de ABC Pablo Martínez Pita, terminó por ser demasiado comercial, Pardo formó parte en sus inicios de bandas clave en la historia del pop español. Sin «Los Pekenikes» o «Los Brincos» no se puede entender buena parte de la cultura popular del siglo XX español, como tampoco se puede hablar de su trayectoria sin tener presente los encuentros y desencuentros con el desaparecido Junior. Pero no solo sus innumerables discos describen su carrera. El músico dedicó parte de su tiempo en hacer música para televisión, y suyas son sintonías tan conocidas como aquel: «Quiero Danone, dame Danone». «Para poder interpretar la música de estos anuncios, a veces tenía que poner voz de niña al cantar», recuerda con cariño Lys.
Su último disco, «Lúa chea», data de 2003. Doce canciones que sirvieron como una despedida quizá no premeditada. Porque aunque ahora «no está componiendo», su hija afirma que con él nunca se sabe:«Dice que no va a volver», comenta dejando un espacio a la duda. Y es que las previsiones a veces se tuercen, como aquel productor que en sus comienzos le dijo que «jamás» tendría una carrera en la música. Y además a Pardo se le veía cómodo entre los aplausos de aquel plató donde María Teresa Campos rescata, a su manera, pasado y gloria a partes iguales.