Aveces llenamos los teatros cuándo se presenta algun artista de nuestro tiempo buscando
encontrar en ellos, lo que hemos visto, escuchado y vivido en nuestro país... Eso solo es nostalgia.
Por Jorge Cubanet
Mientras cientos de cubanos en Miami protestaban por la presentacion de Buena Fe, a pocos dias de ese concierto muchisimos cubanos aplaudian y clasificaban de grande a Ivette Cepeda.. En calificativos a los artistas, los cubanos tienen un lugar privilegiados ya que a cualquiera le dicen Diva, Unica, Fabulosa, Grande, Perra y miles más de calificativos.. En fin que la tan y no tan, Ivette Cepeda vino a crear su revolución de intercambio cultura entre Miami y Cuba y muchos la han llamado grande y orgullo de Cuba...
Ahora pregunto y ojala alguien me respondiera... ¿Es grande, es una Diva la señora Ivette Cepeda?.. ¿Por qué alguien se atreve a decir que ella es un orgullo de Cuba?.. ¿Qué ha hecho para merecerlo?..
Para mí no lo es, sencillamente no... esta señora y digo lo de señora ya que esta un poco entradita en años, le falta el glamour, la elegancia y el carisma de algunas que si fueron Divas en Cuba y estan en el olvido de las nuevas generaciones...
Ella es una buena voz su merito no se lo quito, pero su voz es corriente, como ella hay muchisimas más por todo el mundo, su cara no proyecta nada, solo nos dice el oficio para lo que estudio, profesora de escuela y su humilda al querer cantar exitos de otras cubanas que si fueron grandes, pasa sin pena, ni gloria..
Los que disfrutamos del arte de Moraima Secada, Elena Burke, Rosa Fornés, Martha Strada y Leonora Rega entre otras, saben de que estoy hablando. Ellas si eran divas... no incluyo a Omara Portuondo, por que solo era una voz, pero sin elegancia, sin glamour, sin angel, sin público que la siguiera despues de sus presentaciones... Ahora a la anciana Omara Portuondo le dicen Diva, y es solamente por vieja, por que mantiene su voz y se identifica con la dictadura de los Castro... (En tierra del ciego el tuerto es rey) ...
Así que lo que mejor que hace Ivette Cepeda es navegar entre Miami y La Habana donde dice vive feliz y en libertad..., pues si viviera en tierra de libertad, seria una más del grupo que forma Annia Linares, Mirta Medina y otras que vinieron para el exilio, pero ya pasadas en edad..... El tiempo pasa, los existos tambien, no se recuperan solo quedan en la memoria de los que aplaudimos un dia.. La realidad es que en la actualidad para triunfar hay que ser joven, se necesita belleza, buen cuerpo, tener suerte,... en último plano voz y de eso casi siempre la tecnología se ocupa .
Aqui les dejo la entrevista que Jaime Bayly
le hiciera el año pasado en su primer año en Miami
Aymee Nuviola, Malena Burke y Albita Rodríguez exiliadas en Miami
BUENO, bueno, BUENO ... Ella no es la voz de un país, la voz de la isla son los cubanos dignos que le hacen frente al desgobierno desde la isla, muchos de ellos encarcelados por el solo hecho de dar su opinión y criticar al gobierno en alta voz,.. la voz del país son los cientos de miles de balseros que escapan a diario del régimen sin importales morir en el intento.. Para mi ella es una artista creada por la dictadura y que representa a la Dinastia de los Castro donde quiera que se presente.., esa es mí verdad.
...llueve sobre lo mojado, ya di mi opinión sobre esta cantante, solo me falto decir que detras de este exitoso concierto, esta presente la nostalgia, el sociolismo y la amistad de algunas figuras importantes de Miami con la cantante, para mi es una más de las tantas que ya existen aquí, allá y en mariculla.., Todo parece indicar que algunos quieren hacer rrealidad la canción de Manolin (Voy a hacer un puente entre la Habana y Miami), ese puente ya casi existe pero es solamente de allá para acá.. Ahora hay que esperar cuando ese puente funcione las dos vias y permitan ir a cantar sin censura y sin la mano asesina de los Castro, a Gloria Estefan, Willy Chirino, Marisela Verena y Luisa Maria Guell entre muchos más.
¡Por fin, Ivette en concierto! Desde marzo la esperábamos en esta orilla con amor y ansias. En su primera visita nos ganó con ese amor a primera escucha que solo quienes cantan con el corazón logran. En esa ocasión, la llame La voz de La Habana, como si la ciudad le pidiera que nos dijera todo lo que quiere y no puede y ella accediera gustosa, en su mensaje de amor. En este segundo concierto su misión no es solo traernos el mensaje de una ciudad, es mayor, sobre su voz pesa la responsabilidad de ser, la voz de un PAIS. Como si la isla, le dijera a nuestra ciudad, la necesito, solo ella, su voz, como un milagro, podrá hablar por mí y La Habana en un guiño le dijera, es nuestra voz, dejémosla hacer seguros y confiados.
Comienza el concierto y su voz teje lazos, puentes, cercanías, borra ausencias. La música logra lo que absurdos, prohibiciones, decretos y extremismos no pueden, une a un pueblo disperso por el mundo. Reafirma que estar a un lado u otro del mar no nos hace enemigos, somos hermanos, orgullosos de serlo. Comparte escenario, emociones y aplausos con Aymee Nuviola, Malena Burke y Albita Rodríguez. Su dúo con Malena se me antoja un trio, sé que Elena desde el cielo sumo su voz y sus ganas en cada nota, cada agudo. Se hace historia en el escenario y en nuestros corazones. Las imagino en la Habana, en una plaza o parque, en el Malecón, regalando su arte y su mensaje de amor y unidad a nuestros hermanos de la otra orilla, como un regalo necesario y esperado. Cuando Ivette, Malena y Aymee, se unen en “De mis recuerdos”, sus vestidos azul, blanco y rojo se me antojan bandera desplegada al viento de la unión y las ganas. Invocan a Elena que no puede unirse a este trio de lujo, las lágrimas de emoción se le vuelven lluvia y refresca emociones y alientos.
Ivette, recordando sus tiempos de maestra, decide hacer un pase de lista de figuras imprescindibles de nuestra música, Celia, Rosita, Benny, Gloria Stefan, Willy Chirino, Formel, Memé Solís, Moraima, Elena, muchos más. Su pase de lista reafirma uniones, borra distancias, dinamita absurdos, nos convoca a la unión.
En mayo pasado le dije.
“- Imagino lo que pasara en el teatro en Miami, cuando cantes “País”, será una apoteosis de emociones, le digo.
– ¿Tú crees?
– ¡Lo sé!”
Mi profecía se cumplió con creces, un silencio de emoción y alientos contenidos inunda el teatro mientras nos regala un PAIS, en su voz. No tuve tiempo de voltearme a mirar a los ojos del público a mi lado, mi vista nublada por las lágrimas no quería perderse un detalle. Los aplausos fuertes y prolongados agradecen su canción, su voz, su presencia, su ser cubana. El orgullo de ser cubano estalla, casi puede tocarse con el alma.
Reconoce a Rosita Fornés en el público y baja a dedicarle una canción, se abrazan, intercambian halagos y cariños. El público de pie no quiere perderse un detalle de ese minuto histórico, como si el siempre y el futuro se abrazaran.
Canta “Préstame tu color” y una bandera orgullosa se los regala, segura que sabrá cuidarlos y lucirlos con orgullo. Su voz abrirá ventanas y puertas, derrumbara paredes, hará milagros.
Fabio, artífice de este concierto, enamorado, como muchos, de Ivette y su voz, le trae un ramo de flores. Después de escucharla, tenía que traerla, como un regalo a este pueblo, nos dice. Agradecemos su regalo que esperamos se repita, aún sin concluirse, ya tenemos ganas de más.
Termina el concierto, Ivette sigue cantando en mi corazón. Escribo escuchando su disco, revivo emociones y nostalgias. Se me antoja que nuestro país, este país nuestro, agradece junto a nosotros canciones y voz, casi le escucho decirle al oído, gracias Ivette, ¡Por prestarme tu voz!.
Ivette Cepeda en concierto el sábado 27 de septiembre en el Miami-Dade County Auditorium.
LA JOYA DE LA CANCIÓN ME PARECE QUE ES DE FANTASIA, FALSA
Jajajaja...Un querido amigo, de esos pocos que son para toda la vida me mando un email que me hizo mucha gracia con el siguiente mensaje, jajajaja....Niño....la has cogido con esta pobre diabla...me acabo de dar cuenta que nunca te quiero tener de enemigo....candela!!!! Para que vean que no soy tan malo les traigo esta critica aparecida hoy en El Nuevo Herald
donde la tratan muy bien.. Así que dejo tranquila por el momento a la llamada, LA JOYA DEL CANCIÓN....
Durante el concierto que ofreció el sábado pasado en el Miami-Dade County Auditorium, Ivette Cepeda demostró el cariño que aún siente por su anterior profesión de maestra cuando realizó un singular pase de lista. Los nombres de Celia Cruz, Olga Guillot, Beny Moré, Meme Solís, Elena Burke, Marta Valdés y Juan Formell resonaron junto a los de muchos otros artistas de dentro y fuera de Cuba, como preámbulo de un espectáculo concebido bajo la premisa del respeto, el amor y el entendimiento entre todos los cubanos.
La presentación constituía el regreso a nuestra ciudad de la cantante residente en Cuba con un show renovado que incluía el estreno en Miami de un manojo de canciones de País, su material discográfico más reciente, y la oportunidad de compartir escenario con Albita, Malena Burke y Aymée Nuviola, tres grandes artistas cubanas residentes en el sur de la Florida.
Radiante, vestida enteramente de blanco y con los brazos extendidos a la platea, Cepeda salió al escenario del Auditorium, acompañada por una excelente banda integrada por el grupo Reflexión (bajo la dirección de José Luis Beltrán) y por músicos residentes en Miami. La artista, que disfruta un momento de espléndida madurez, comenzó entonces a tejer con su voz una mágica atmósfera poblada de temas clásicos de la música cubana más reciente.
Alcé mi voz ( Roly Rivero) y El sol no da de beber (Silvio Rodríguez) fueron los temas escogidos por la intérprete para dar inicio al concierto. A continuación, el trompetista Julito Padrón dejó sonar con virtuosismo los acordes de Canto No. 1, una hermosa canción escrita por Vicente Feliú, que sirvió de marco para la presentación de Malena Burke y Aymée Nuviola, las primeras artistas invitadas de la noche.
Después de un emotivo y sincero intercambio de elogios, Burke y Nuviola tomaron turnos por separado para unir sus voces a la de la cantante y ofrecer, en sus respectivos estilos, muestras excelentes de talento interpretativo. El dúo Nuviola-Cepeda eligió Si me hubieras querido, que mostró el lado mas íntimo y sensible de las intérpretes y su extraordinaria capacidad a la hora de empastar armonías y modular voces. Por su parte, Burke sentó cátedra cuando eligió para su dúo el tema Elena querida –una intensa composición de Marta Valdés en homenaje a la inolvidable Elena Burke– con el que ambas artistas hicieron gala de una complicidad llena de recuerdos y matices que culminó con una de las más grandes ovaciones de la noche.
Diario, el tema clásico de Mike Porcel, fue el perfecto catalizador de emociones con el que Cepeda concluyó la primera parte del espectáculo. Su conmovedora y desgarrada interpretación –dedicada al autor, presente en el concierto–, ratificó su extraordinaria capacidad para apoderarse de grandes canciones.
La segunda parte dio comienzo con la esperada presentación de Albita, la carismática artista que se ha ganado un lugar especial dentro del panorama musical internacional y que es todo un referente musical para los artistas de la isla. Con una flor como saludo, la autora de Una mujer que canta apareció en el escenario uniéndose a Cepeda en un auténtico y enérgico abrazo musical. La interpretación a dúo de Si no fuera por ti, un hermoso tema de Albita, y de Esta caída, una pegajosa canción incluida en País, marcaron el genuino y cálido acercamiento entre estas grandes artistas.
En el último bloque del concierto, Cepeda complació los reclamos del público con un tránsito exquisito que se movió entre la intimidad profunda y cotidiana de Te perdono, la pasión desmesurada de Perdóname concienciay la exquisita poesía de Contigo (una hermosa canción de Joaquín Sabina) que en su voz se hace inolvidable.
Antes de bajar el telón, la artista agradeció entre lágrimas a su equipo, a la excelente producción de Nivaldo Carbonell y Fabio Díaz Villela y, sobre todo, al público de Miami por “esta noche inolvidable”, gesto que Villela reciprocó con un ramo de flores. •
*Ivette Cepeda se presenta con el grupo Reflexión este viernes 3, sábado 4, 10:30 p.m., y el domingo 5, 7 p.m, en Hoy como Ayer, 2212 SW 8 St. (305) 541-2631.