Por Andrew Demillo y Emily Wagster Pettus / Associated Press
Arkansas y Mississippi se convirtieron el martes en los dos estados más recientes a los que jueces federales les revocan su prohibición al matrimonio gay, pero nadie se apresuró por casarse ya que ambas órdenes están en suspenso para que los estados decidan si apelan o no.
Al igual que varios estados, Arkansas y Mississippi tuvieron enmiendas constitucionales aprobadas por los votantes en 2004 que definían el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
En Arkansas, la jueza federal de distrito Kristine Baker falló en favor de dos parejas del mismo sexo que habían desafiado la enmienda. Argumentaban que la prohibición violaba la Constitución estadounidense y discriminaba con base en la orientación sexual.
"El hecho de que la enmienda 83 fuera adoptada por referendo no la hace inmune al escrutinio constitucional federal", escribió Baker en su fallo.
Además de la enmienda, Mississippi tiene una ley de 1997 que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Pero el juez federal de distrito Carlton Reeves escribió en su fallo: "La decimocuarta enmienda opera para retirar de nuestros ojos las anteojeras de la inequidad. Aunque apreciamos nuestros valores tradicionales, éstos deben cederle el paso a la sabiduría constitucional. Las creencias tradicionales de Mississippi en torno a las ciudadanas lesbianas y los gay condujeron al estado a desafiar esa sabiduría al quitar derechos fundamentales que se le deben dar a cada ciudadano. Es hora de restaurar esos derechos".
"La decisión de hoy podría provocar inquietud y preocupación en torno al cambio que traerá consigo", escribió Reeves. "Pero 'las cosas cambian, la gente cambia, los tiempos cambian, y Mississippi también cambia'. El hombre que dijo estas palabras, Ross Barnett Jr., sabía de primera mano lo verdaderas que son".
Barnett Jr. es un abogado e hijo de Ross Barnett, que gobernó el estado de 1960 y 1964 y estaba a favor de la segregación entre negros y blancos.