La calle ve con alivio las nuevas relaciones
La Habana-Washington, pero la disidencia se mueve entre el escepticismo y la indignación
Un ciclotaxi este miércoles en las calles de La Habana
Los opositores creen que los Castro van a cantar victoria y mantener el régimen
MADRID Los cubanos empiezan a especular con las consecuencias que tendrá directamente en sus vidas el anuncio de Washington y La Habana de retomar relaciones. A nivel de calle, el optimismo se palpa, según las primeras reacciones recogidas por algunas agencias de prensa, pero los disidentes observan la realidad con mucha más cautela y hasta indignación.
«Nuestro objetivo ahora es optimizar los anuncios (hechos por ambos países) para potenciar la lucha en favor de los derechos humanos y las libertades», afirma a ABC a través del teléfono desde la ciudad de Santiago de Cuba el ex prisionero político José Daniel Ferrer, secretario ejecutivo de la opositora Unión Patriótica de Cuba (Unpacu).
El pueblo debe ser el «protagonista de la democratización», más allá de las decisiones de Estados Unidos y Cuba, entiende Ferrer, que en todo caso ve con respeto que tanto Washington como la Unión Europea mantengan su «compromiso» con la sociedad civil cubana. «La disminución de las restricciones económicas puede traer cierta mejoría para la población, pero va a acabar beneficiando al régimen», añade.
Anivel social «seguirá habiendo las mismas desigualdades. Seguirá habiendo una mayoría marginada sin derechos ni libertades y unacasta dirigente, un número mínimo que ya se beneficia de lo generado por las empresas mixtas», la forma que tienen en la actulidad los extranjeros de aterrizar en la isla.
«Nos va a cambiar la vida» «Solo dios sabe si las cosas van a cambiar de manera rápida o lenta», afirma Amelia Gutiérrez, una empleada de banco de 28 años, a la agencia France Presse en La Habana. «En todo caso se trata de un paso importante». En ese sentido se expresa también Ernesto Pérez, un cocinero de 52 años. «Es una noticia muy importante que nos va a cambiar a todos la vida», dice esperanzado.
Pero Ferrer, más acostumbrado a enfrentarse a las autoridades, reconoce que según sea el que pregunta, la población responde de una forma u otra. Por eso ve normal el optimismo a pie de calle y ese derroche de esperanza captado por el reportero de la agencia en las calles de la capital. «El régimen cubano ha dejado esa mentalidad instaurada», entiende el opositor.
Eso sí, «el pueblo está cada vez más molesto con el régimen», lo que, entiende, servirá para que las autoridades de La Habana tengan cada vez más complicado mantener callada a la población.
Otro ejemplo de locuacidad frente al intento de mordaza es el de la bloguera opositora Yoani Sánchez, que no esconde que con el anuncio hecho el miércoles y la liberación de tres espías por parte del Gobierno de Barack Obama, «el castrismo ha vencido», informa AFP. «Nos esperan largas semanas de jolgorio y eslogans durante las que el gobierno cubanose proclamará ganador de su última batalla».
Sánchez coincide claramente en ese sentido con Ferrer que asegura que lo ocurrido estos días «el régimen cubano trata de interpretarlo como una rotunda victoria y una derrota para la política estadounidense».«Nuestros derechos y libertades los tenemos que seguir reclamando de forma pacífica».
Y lanza una advertencia: «Es obvio que si (no hay cambios y) los empresarios norteamericanos vienen serán elos también parte de la explotación de los cubanos, que ni siquiera podrán decirles a esos empresarios que están siendo explotados». Y el dinero que entre en la isla seguirá yendo a manos «del aparato represivo del Ministerio del Interior y de la familia Castro».
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