Muere en México a los 85 años la bailarina y actriz Ninón Sevilla
Por Luciano Castillo / México, DF. /
La actriz y balilarina cubana Ninón Sevilla, uno de los pilares de Cine de Oro Mexicano, falleció este jueves a los 85 años de edad en un hospital capitalino, víctima de un paro cardiaco. La noticia fue confirmada por los familiares, quienes horas antes habían declarado que la actriz se encontraba estable y agradecía las muestras de cariño por parte de sus amigos, familiares y fans respecto a su estado de salud. Su hijo, el músico Genaro Lozano, compartió que aún no saben dónde serán velados sus restos, pero que "ya está con la virgencita de Guadalupe".
"Mi mamá era guadalupana de hueso colorado, ya está con ella", expresó con gran nostalgia el líder del grupo Trapiche, quien a lo largo de estos últimos cinco días no se apartó de Sevilla más que para lo necesario, bañarse y mudarse de ropa. Sin dar más detalles dada la situación, Lozano externó su agradecimiento a amigos, familiares y seguidores que han estado al tanto de la salud de su mamá, quien fue hospitalizada el pasado viernes a causa de neumonía, y dijo que ahora lo que vine es el "papeleo".
Tras la noticia, uno de los primeros en llegar fue el productor de televisión Federico Wilkins, quien dijo que le consta que Sevilla se fue llena de amor y sujeta por dos manos, en una la de su hijo y en la otra Doña Mari, una señora que la cuidó por 10 años". "Primera vez que veo irse a una persona con tanto amor y tan cuidada. Yo les decía a ellos que no se podía ir porque ellos le pasaban vida y amor, la tenían sujetada de las dos manos y la atención que le han dado las enfermeras ha sido muy buena", expresó.Finalmente, puntualizó que "se fue rodeada de amor. Su luz se fue apagando, se fue muy tranquila y hasta ayer que estuve aquí muy lúcida".
Deja un gran legado por las más de 20 películas que filmó, algunas de ellas dentro del “Cine de Rumberas” como Pecadora (1947), Aventurera (1950) y Mulata (1954), en la Época de Oro del cine Mexicano.
La bailarina destacó por su participación en cintas como Coqueta (1948), Sensualidad (1950), Víctimas del pecado (1951), la comedia musical española Zarzuela (1959), este último filme de su primera etapa cinematográfica.
Sevilla regresó al Séptimo Arte en 1981 con la cinta Noche de carnaval, por la cual ganó el Ariel a la Mejor Actriz del Año.
Asimismo, debutó en televisión en la telenovela Juicio de almas (1964), para después continuar su carrera en melodramas como Tú eres mi destino, Rosa salvaje, Cuando llega el amor, La usurpadora y Qué bonito amor, entre otras.
Neé Emelia Pérez Castellanos, su nombre real, protagonista también de filmes como Carita de cielo, nació en La Habana, Cuba, el 10 de noviembre de 1929.
Aunque deseaba ser monja misionera, su pasión por el baile y el mundo del espectáculo fue más fuerte.
Su carrera artística la inició en su adolescencia al integrarse al coro de un conjunto de variedades, en el que bailaba y cantaba, y con el cual visitó un gran número de foros en su tierra natal.
La actriz llegó a México en 1946 para participar en algunas obras pequeñas, hasta que fue descubierta por el productor cinematográfico Pedro Arturo Calderón, quien embelesado con sus piernas y su erótico vestuario la hizo debutar en Carita de cielo.
Su carrera fílmica continuó con películas de éxito como Pecadora, Aventurera y Sensualidad, en las que explotó al máximo sus dotes histriónicas que provocaron que muchos críticos de la época la llegaran a comparar con Marlene Dietrich.
Aunque su paso por el Séptimo Arte puede considerarse breve, éste fue suficiente para que impactara al público que la adoptó como una de las máximas figuras del llamado “Cine de Rumberas”.
Sus piernas perfectas para la época de los 40, sus movimientos desenfrenados al ritmo de la rumba cubana y la mirada expresiva fueron los elementos que la ubicaron como un símbolo sexual.
La actriz y bailarina protagonizó filmes importantes como Pecadora (1947), Revancha (1948), Perdida (1949), Aventurera (1949), Víctimas del pecado (1950) y Sensualidad (1950).
Además de Mujeres sacrificadas (1951), Llévame en tus brazos (1953), Club de señoritas (1955), Yambaó (1956), Maratón de baile (1957) y Mujeres de fuego (1958), entre otras.
A finales de los 50 la cubana se retiró de los escenarios y volvió hasta la década de los 80 para participar en algunos largometrajes como Noche de carnaval (1981), con el cual obtuvo un Ariel a la Mejor Actuación.
Ninón Sevilla, quien decidió quedarse a vivir en México, ha participado en los últimos años en telenovelas como Entre el amor y el odio (2002), Rosalinda (1999) y La usurpadora (1998), por mencionar algunas, mismas que se han retransmitido, lo cual la hace estar vigente en la pantalla chica.
Después de cuatro años de no participar en algún proyecto, en 2008 formó parte del elenco del melodrama Central de Abasto.
En 2010 la actriz fue homenajeada por parte de la compañía teatral La Trouppe, con su espectáculo Trupefolis, y que se celebró en el Teatro Hidalgo.
Dos años después, la actriz trabajó en la telenovela Qué bonito amor, en la que dio vida a Doña Remedios. Compartió créditos con Danna García, Jorge Salinas y Pablo Montero.
En marzo de 2012, la actriz encabezó la lista de las actrices cubanas de la pantalla grande más famosas de todos los tiempos, entre las que también figuraban María Antonieta Pons, Rosa Carmina y Amalia Aguilar, según la revista “Actual”.
En 2013, la actriz decidió hacer una pausa en su carrera artística. A mediados de año recibió un homenaje por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y la Cineteca Nacional, debido a su trayectoria e influencia en el Séptimo Arte.
Durante el tributo a la cubana, el periodista Luis Terán y el escritor Jaime García Estrada destacaron la trascendencia de la figura de Ninón Sevilla y sobre cómo en poco tiempo marcó una tendencia sobre un cine social que tenía como tema central a las rumberas y en muchas ocasiones a las sexoservidoras.