ESTADO DE LOS DERECHOS LGBTT EN CUBA
Por Rafael Monserrate
En Cuba, al igual que en muchos otros países, parece haber un doble discurso en torno a los derechos LGBTT. Por un lado se observan cambios reales en las políticas oficiales, pero a nivel del pueblo prevalecen, en ocasiones, el prejuicio y el discrimen. Veamos en detalle este asunto.
El gobierno cubano ha asumido posiciones oficiales de apoyo para con los derechos LGBTT a nivel internacional. Así lo demostró cuando votó a favor de dos resoluciones aprobadas por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en 2012 y septiembre de 2014, las cuales exhortan a los gobiernos a proteger los derechos de la diversidad sexual. Aunque primeramente Cuba y Venezuela se habían ausentado del debate celebrado en las Naciones Unidas, la acción fue interpretada como una estrategia para no entrar en contradicción con amigos poderosos como Rusia e Irán, cuyos presidentes homofóbos habían visitado la isla.
Aunque estas resoluciones no obligan a los Estados a garantizar los derechos humanos y luchar contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género, se entiende que sí expresan la voluntad política de los países firmantes.
La percepción general es que en Cuba la comunidad homosexual ha mejorado su situación gracias a los movimientos ciudadanos, y el liderazgo de Mariela Castro, hija del presidente cubano, Raúl Castro. Mariela Castro es, además, la Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), una institución docente e investigativa en el área de la sexualidad humana. CENESEX presentó, desde el 2006, un proyecto de modificación del Código de Familia en el cual se incluye la unión entre parejas del mismo sexo. El mismo, sin embargo, no ha sido presentado para discusión en el plano político por los funcionarios correspondientes. Al respecto Mariela Castro, expresó que la revolución cubana debe aprobar este código de familia para que sea más revolucionaria, y agregó que el mundo lo espera de Cuba.
Entre los logros de las comunidades LGBTT en Cuba se encuentra el que las personas transexuales cuenten con la cobertura médica para el cambio de identidad, y la inclusión en el nuevo Código del Trabajo de la orientación sexual y el género entre las causas por las que se prohíbe la discriminación laboral. Pero a la vez, este documento genera disgusto por la no inclusión de la identidad de género y el acoso laboral.
Sin embargo, parece que al interior de la isla, la vida cotidiana no siempre se corresponde con la política exterior.
Para el activista y estudioso Alberto Roque Guerra, conviven en el país "biopolíticas excluyentes que contravienen el principio de universalidad y equidad" en materia de derechos sexuales y reproductivos. En su artículo, Derechos, Sexualidades y Géneros en Transición, reconoce el amplio recorrido de Cuba en materia de derechos reproductivos, aunque opina que estos han sido garantizados principalmente para las mujeres y las parejas heterosexuales, "Las políticas del estado reconocen la parentalidad heterosexual como la única legítima".
Roque Guerra opina que la obligatoriedad de las intervenciones médicas como requisito para el reconocimiento legal de la identidad de género en personas transexuales vulnera los derechos de esta población en materia legislativa. Guerra señala en su artículo que "una ley de identidad de género que garantice estos derechos sin intervenciones médicas es perentoria".
Temas legislativos como el matrimonio igualitario y la adopción emergen frente al manto de silencio que rodea el pospuesto Anteproyecto de Código de Familia, pendiente de análisis y discusión por el Parlamento cubano y el cual incluye la unión legal de personas homosexuales, no así la adopción.
Garantizar y hacer disfrutables los derechos de la comunidad LGBTIQ (lesbianas, gais, bisexuales, trans, intersexuales y queer) en Cuba preocupa a activistas, académicos y funcionarios sensibles. Estos opinan que los cambios legales de avanzada generados en otros países han sido posibles por el protagonismo de la sociedad civil y su puja a favor del cambio.
Para el destacado intelectual cubano Norge Espinosa, el insulto, la vejación, la discriminación laboral, el recelo de la policía con ciudadanos homosexuales y trans son ejemplos de cuánto falta por hacer en materia de derechos, según publican en la página web cubainformacion.tv.
A nuestro entender todo señala a que, al igual que en otros países, los cambios operados por los gobiernos de avanzada en el terreno de los derechos LGBTT tomaran tiempo en reflejarse en las actitudes y conductas de unos pueblos que por siglos han sido educados en el prejuicio y la discriminación contra las persona LGBTT.