Escepticismo ante la nueva Cuba
La comunidad de la isla en España no espera que haya un cambio político relevante
Restaurante cubano Zara en Madrid
CARMEN PÉREZ-LANZAC
El hombre entra al restaurante cubano Zara, muy cerca de la Gran Vía madrileña. Dentro huele a yuca frita y a jugo de lima. Ve a Inés María Llanos, la mujer que abrió este restaurante hace cincuenta años, y se acerca a saludarla: “Qué guapa te veo. ¿Será por las relaciones con Obama?”. La mujer, de 79 años, sonríe. “Eso ha sido un regalito de Navidad”.
Un mes después del anuncio del acercamiento de relaciones con EE UU, los cubanos que residen en España —unos 130.000, sumando los 50.000 empadronados y los alrededor de 80.000 nacionalizados— viven la noticia con el mismo escepticismo con el que la recibieron. Se alegraron y esperan que mejore las cosas en la isla, pero tienen poca fe en que traiga la democracia.
Algunos de ellos entran y salen de Cuba con asiduidad; otros salieron para no volver. La mujer que introdujo la ropa vieja y los tostones (plátano macho verde frito) en Madrid, llegó en 1961 pensando que regresaría. “Pero mi padre me decía 'Espérate un poco”.
Inés pertenece a la primera oleada de cubanos que llegaron a España. “Eran personas a las que habían expropiado que querían vivir en libertad”, dice el economista de origen cubano Elías Amor. “En 1994, tras el Maleconazo, las manifestaciones de protesta contra el Plan Especial, hay una salida muy importante de la isla”, continúa. “Y entre medias ha habido un goteo constante de cubanos que llegaban para buscarse una nueva vida y ayudar a sus familias”. La mayoría de ellos se ha integrado con facilidad y muchos han acabado casándose con españoles. “Nosotros decimos que se convierten en Cubañoles”, explica el economista.
Al igual que la dueña de Zara, el empresario Leopoldo Fernández Pujals, de 67 años, creador de Telepizza y Presidente de Jazztel, también salió de Cuba para siempre. Famoso anticastrista, no rebaja nunca sus críticas. Ha publicado recientemente Apunta a las estrellas y llegarás a la luna (Espasa). Responde por correo electrónico desde Bahamas: “Tras el acercamiento, se tendrían que cumplir tres condiciones para que estuviera de acuerdo con el levantamiento del embargo: liberación de todos los presos políticos, sin expatriarlos y sin que vuelvan a ser encarcelados; que el régimen cumpla con los tratados firmados por los 35 países del hemisferio Occidental y que se autoricen los partidos para que haya elecciones libres”.
Alexis Cruz, dueño de una empresa de paquetería a Cuba, ODC envíos, no ve ninguna señal que indique que Cuba esté facilitando el intercambio de bienes con el exterior. “Cada vez es más caro enviar allí cualquier cosa. En septiembre redujeron de tres kilos a un kilo y medio el peso del paquete exento de impuestos. Es uno de los motivos por los que los cubanos solo enviamos un contenedor al mes frente a los siete a la semana de los dominicanos”.
“Viví la noticia con alegría y esperanza”, dice Vladimir Cruz, de 'Fresa y chocolate'
Anticastrista es también el escritor y periodista Antonio José Ponte, de 51 años, que llegó a España en 2006. Antes lo censuraron, le prohibieron salir de Cuba y lo expulsaron de la Unión de Escritores y Artistas. Ponte, que actualmente vicedirige Diario de Cuba desde Madrid, habla desde un Starbucks, la famosa cadena estadounidense. Cree que Obama tomó la decisión por asegurar su paso a la Historia. “El día del anuncio vimos la diferencias entre ambos: Obama dio explicaciones, Raúl Castro no. La preocupación de este ahora es colocar a sus herederos, obtener garantías de que no serán juzgados y conservar su capital”.
El reparto territorial de los cubanos, reproduce el modelo de los españoles en Cuba”, explica Amor. “La mayor concentración está en Canarias, y después en Asturias, Galicia, Madrid y Cataluña”. Joan Lino Martínez, medalla de bronce en salto de longitud en los Juegos Olímpicos de Atenas, hoy en paro, conoció en Guadalajara a su mujer, española, y allí se mudó. Tras su divorcio dos años después se cambió a Madrid. Lo que más le sorprendió al llegar fue “la necesidad de comprar por comprar”. “Yo sigo siendo anticonsumista”. Con 37 años, no se define ni como castrista ni como anticastrista. “Hay cosas que cambiaría de Cuba y cosas que no. La noticia del acercamiento la vivo con escepticismo. La cosas en palacio van despacio”.
El actor Vladimir Cruz (49 años) saltó a la fama a los 29 con el estreno de Fresa y Chocolate, que fue nominada al Óscar y ganó un Goya. “Sin querer o queriendo” acabó quedándose en España, aunque visita a menudo Cuba. Se considera un hombre de izquierdas. El acercamiento de relaciones con el viejo enemigo lo vivió “con alegría y esperanza”. “Ha quedado demostrado que el bloqueo fue una política equivocada y estéril. El cambio puede significar un mejoramiento en las condiciones económicas del pueblo cubano, aunque me temo que es tan complicado y hay tantos intereses que es mucho más facil anunciarlo que ponerlo en práctica”.
En una mesa de La Negra Tomasa, un restaurante cubano a pocos pasos de la madrileña Plaza del Sol, charlan Justo Salas (57 años), Rey Montesinos (39) y Dayana Contreras (37). Los tres son actores del grupo Memphis teatro. Salas tiene dos hijos, uno en Cuba y una en España. Deja claro que dedicó treinta años a la revolución. “Creí en una sociedad en la que todos éramos iguales. Pero un día vi que el hijo de mi vecino desayunaba leche y pan con jamón mientras que el mío solo tenía pan y agua con azúcar”. “El acercamiento actual con EE UU no lo veo claro. Si el camino para Cuba es ir a un sistema cercano al de EE UU, no va a ser positivo. Si mantiene un orden de otro tipo, sí puede ser muy importante”.
Cubañoles' que llegaron por oleadas
No hay un cómputo oficial del número de cubanos residentes en España. A 1 de enero de 2014 había 50.237 empadronados, según el Instituto Nacional de Estadística. A ellos tendríamos que sumar los nacionalizados españoles, que se calcula rondan los 80.000. La mayoría obtuvo la nacionalidad gracias a la Ley de Memoria Histórica de Zapatero, también conocida como Ley de Nietos. Sí hay datos oficiales de los nacionalizados entre 2012 y 2014 que se acogieron al Plan Intensivo, gracias al cual 11.915 cubanos son ahora españoles. Es una de las comunidades con mayor porcentaje de nacionalizados. “Nosotros decimos que se convierten en Cubañoles”, explica el economista Elías Amor, de origen cubano.
Su llegada a España de forma masiva comenzó en los sesenta, tras las expropiaciones del régimen. “Eran personas que querían vivir en libertad”, dice Amor. “En 1994, tras el Maleconazo, las manifestaciones de protesta contra el Plan Especial, hay una salida muy importante de la isla”, continúa. “Finalmente, en 2010, se produce la última gran salida por la acogida de un centenar de presos políticos junto a sus familiares gracias a Moratinos, aunque la mayoría acabó marchándose a Estados Unidos”. Entre medias ha habido un goteo constante de cubanos que llegaban para buscarse una nueva vida y ayudar a sus familias.
La mayoría de ellos se integra con facilidad y muchos acaban casándose con españoles. están bastante repartidos por España. “Reproducen el modelo de los españoles en Cuba”, explica Amor. “La mayor concentración está en Canarias, y también hay comunidades importantes en Asturias, Galicia, Madrid y Cataluña”, dice el economista. “Lo normal es que prefieran no manifestar sus ideas sobre Cuba porque muchos de ellos han tenido malas experiencias en el país o por proteger a sus familiares que viven todavía allá”.