Ante la parálisis a nivel nacional, la ciudad de Roma aprueba
una normativa de uniones civiles para las parejas del mismo sexo
El ayuntamiento de Roma aprobó el pasado miércoles, por 32 votos a favor frente a 10 en contra, una ordenanza municipal de uniones civiles que otorga a todas las parejas inscritas, sin distinción de sexo, derechos y obligaciones hasta ahora reservadas a los matrimonios. Se trata de una iniciativa pionera en Italia, donde solo algunas regiones habían emprendido iniciativas parecidas.
El proyecto del Partido Democrático (PD), Izquierda Ecología Libertad (SEL) y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) establece un registro de uniones civiles para las parejas “mayores de edad y convivientes de cualquier sexo”, tanto italianas como extrajeras, que puedan acreditar su convivencia durante al menos un año. Los contrayentes podrán celebrar una ceremonia similar a las que están disponibles para los matrimonios y disfrutarán de derechos como las visitas hospitalarias y ser informados sobre el estado de salud del cónyuge. Además, las parejas del mismo sexo casadas en el extranjero serán reconocidas en Roma como uniones civiles.
Al acto de aprobación de la normativa asistieron dos políticos y activistas LGTB muy conocidos, invitados por el alcalde Ignazio Marino: el presidente de la región de Apulia, Nichi Vendola y la exdiputada Vladimir Luxuria. Ambos celebraron “momento histórico” para el movimiento LGTB en Italia y una “victoria civil de una capital de un Estado laico”. También la concejala romana Imma Battaglia, abiertamente lesbiana, ha afirmado que la ciudad está “haciendo historia” con una política “que respeta los derechos de los ciudadanos”.
Menos entusiasmo ha mostrado la derecha del ayuntamiento romano. El exalcalde Gianni Alemanno, de Forza Italia, opinó en Facebook que solo “una ley hecha en el Parlamento” puede reconocer derechos a las parejas del mismo sexo y afirmó que la ordenanza pretende “engañar a la gente” y “abolir la familia”. Los grupos de la oposición han anunciado recursos judiciales para intentar paralizar la aplicación de la normativa. A pesar de ello, un grupo de jóvenes celebró el avance con un flashmob en las escaleras del Capitolio, la sede del gobierno local.
Derechos LGTB en Italia: una excepción en Europa occidental
Italia se encuentra en una posición muy retrasada con respecto a sus vecinos de Europa occidental en lo que se refiere a igualdad LGTB. Sin ningún reconocimiento a nivel nacional, hace unos meses informábamos de la iniciativa de varios alcaldes, entre ellos los de Bolonia y Nápoles, de inscribir en sus registros civiles los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados fuera de Italia. Tan solo unas semanas después, el ministro del Interior ordenaba detener estas inscripciones y avisaba de su nulidad por no ajustarse a la ley italiana. Una polémica jurídica y política que de hecho ha continuado viva hasta este momento.
En cualquier caso, aunque estas inscripciones queden finalmente sin valor legal, de lo que no cabe duda es de que suponen (junto con la norma ahora aprobada por Roma) una llamada de atención al Parlamento italiano. Una cámara que se ha mostrado incapaz de aprobar ni siquiera una ley de uniones civiles largamente prometida por el primer ministro Renzi pero que este, ante la indignación de los colectivos LGTB italianos, supeditó al principio del verano a la aprobación de una serie de reformas políticas y que tras la vuelta de las vacaciones excluyó de sus prioridades al considerarlo en todo caso una promesa a cumplir a lo largo de sus próximos “1000 días” de gobierno.