"Soy de la generación que no agradece nada a la revolución"
El bloguero cubano Yusnaby Pérez
"Llevo dos años mostrándole al mundo cómo viven los cubanos, ahora quiero mostrarles a los cubanos cómo se vive
en el mundo, sobre todo aquí en Miami, porque hay como una nube entre Cuba y esta ciudad", asegura el bloguero cubano Yusnaby Pérez
Por Iliana Lavastida / DIARIO LAS AMÉRICAS Un cubano de 26 años, graduado de ingeniería en Telecomunicaciones ha logrado poner al descubierto desde la isla el fracaso de un sistema que apenas se sostiene con el espejismo de las promesas, sólo con la publicación de imágenes en las redes sociales.
Eduardo Rodríguez lo llamaron cuando nació pero el pavor que sintió al saberse popular por el impacto de las primeras fotografías colocadas en Twitter le hicieron adquirir una nueva identidad bajo el nombre de Yusnaby Pérez.
La mirada fotográfica la heredó quizás de la profesión de sus padres, arquitectos que por el inmovilismo constructivo padecido en Cuba durante las últimas cinco décadas, no han hecho más que presenciar el deterioro de una ciudad en la que sus años de florecimiento como urbe metropolitana quedaron atrás y los estandartes del barroco, neoclásico, mudéjar y eclecticismo de los edificios que la hacían única, han ido desapareciendo hasta de las zonas más exclusivas.
Él confiesa que cuando comenzó su trabajo en las redes no estaba preparado para dar la cara. Sin embargo, ahora reconoce que no hay marcha atrás y a pesar del riesgo que representa en Cuba alcanzar una influencia mediática, Yusnaby decidió trascender las fronteras y lanzarse al mundo, a conocer cubanos para convencerlos de que entre los de allá y los de cualquier parte donde estén, se puede recuperar el país perdido.
Con esa intención viajó a Miami y para dejar un mensaje que despierte el interés de los que todavía no han perdido la esperanza concedió una entrevista a Diario Las Américas.
¿Quién es Yusnaby Pérez?
Nací en Miramar en el año 1988, estudié Ingeniería en Telecomunicaciones, pero no he ejercido porque tener esta profesión en Cuba es como ser astronauta. Llegué a las fotos por accidente, un día hice la primera, la coloqué en Twitter vi que tuve mucho éxito y me dije, por aquí voy a entrar.
En mis años de vida, primero la infancia y después la juventud, he visto un país que aunque parezca estar en un inmovilismo, está en perenne cambio. Por ejemplo, se acabó la Unión Soviética, después vino el Período especial, después Hugo Chávez con la ayuda de Venezuela, ahora es el tema de las relaciones con EEUU, entonces aunque no parezca, las cosas están en giro constante, a pesar de que el cubano común percibe que estemos igual porque ninguna de esas políticas determina su vida. Les dicen que están ocurriendo cosas, pero nada de eso cambia su cotidianidad, las mismas prohibiciones, las mismas limitaciones.
En el caso de La Habana, cada vez está más deteriorada, reparan la primera línea del Malecón pero cuando llegan al final se cae lo que hicieron al principio. Es muy triste, en La Habana la gente reza para que no llueva por temor a los derrumbes.
Mis padres, arquitectos, se han pasado toda mi vida compartiéndome sus frustraciones porque no han podido construir ni hacer nada importante, aunque saben que la riqueza arquitectónica de La Habana es inmensa y se está perdiendo.
¿Qué buscas con tus reseñas fotográficas?
Hago fotos donde quiera que vaya. El propósito es inspirar a otras personas que hagan lo mismo. Que sientan la necesidad de expresarse. Lo que hago, en otro país no tiene nada de especial. En Cuba lo es porque no hay libertad de expresión y yo a través de este medio me comunico.
¿Qué ocurriría en Cuba si comienza a aparecer mucha más gente que busque expresarse libremente?
Obviamente habría más presión sobre el Gobierno porque es más difícil reprimir a 100 que a dos. Desde luego bajo el actual régimen todo el que intente manifestarse con libertad va a sufrir represión física o psicológica, eso [bajo una dictadura] no varía.
A mí no me han atacado físicamente, pero sí a través de las redes sociales han tratado de intimidarme y me han hecho presión psicológica. Por ejemplo en las redes han publicado recientemente la foto oficial que me tomó inmigración cuando salí de Cuba, como para demostrarme que tienen el control, que saben quién soy. También ejercen presión sobre mi madre y mi padre para que intenten convencerme de que no publique más fotos y deje twitter. Les envían mensajes de que debo tener cuidado. A veces eso es peor que si te dieran un golpe en la cara.
¿A qué viniste a Miami?
Llevo dos años mostrándole al mundo cómo viven los cubanos, ahora quiero mostrarles a los cubanos cómo se vive en el mundo, sobre todo aquí en Miami, porque hay como una nube entre Cuba y esta ciudad. La mayoría de las veces se tiene una idea falseada de lo que es Miami y a mí me gustaría mostrar la imagen real, que hay cubanos con esperanzas, que se han superado. Quiero retratar al que está en la calle, pero igual al que ha montado su propio negocio y ha prosperado.
Los cubanos de Miami, para los de la isla son lo más cercano, sin embargo los ven como una fantasía.
La única diferencia que veo entre los cubanos de Miami y los de Cuba es que los de aquí viven y trabajan con un objetivo y una meta. Eso es lo que quiero mostrar a los de allá, que sí se pueden tener aspiraciones.
En la generación de mis padres muchos estudiaron una profesión esperanzados en un futuro. Ahora los padres dicen, prepárate para que te vayas y el interés por la educación se ha perdido porque la gente ve en la educación una línea directa a la política desde que los muchachos están en pre escolar.
A mí por ejemplo me querían mandar al psicólogo porque le dije un día a la maestra que Fidel era malo.
La mayoría de los de mi generación emigraron a EEUU. Antes se decía que el que se iba de Cuba sentía añoranza, por su familia, sus amigos, ahora el que se queda, es el que añora porque todo el mundo se va. Todos mis amigos están aquí [en Miami], aquí me he reencontrado con algunos que no veía desde los 15 años.
Si tuvieras que hacer una caracterización de tu generación, ¿qué dirías?
Somos la generación de los que no tenemos nada que agradecer. Mis abuelos por ejemplo, vivieron el tiempo de Batista y quizás alguno se pudo haber identificado con la revolución [de Fidel Castro] en sus inicios. Mis padres vivieron la época del apoyo del campo socialista donde quizás había un poco más de posibilidades, pero mi generación todo lo que le ha tocado es lo malo: período especial, no nos permiten el acceso a la tecnología, podemos estudiar pero nuestras carreras no valen nada, o sea no tenemos ningún compromiso que en un futuro pueda representar un apoyo al régimen y menos al partido comunista.
Con la gente de mi generación, bajo el actual régimen, no se puede contar para reconstruir Cuba y la de mis padres es una generación perdida, porque les inocularon el miedo, la autocensura, el hablar bajo para que no los escuchen, eso sacarlo del cerebro en muy difícil.
Mi generación sí quizás sea capaz de propiciar un cambio, pero no con la actual nomenclatura, en esa circunstancia estamos anulados.
¿Crees que los cubanos de Miami tienen una buena proyección hacia lo que Cuba necesita?
Yo creo que Cuba lo que más necesita, en lugar de un acercamiento con EEUU, es un acercamiento entre cubanos, los de allá y los que se han ido. Eso es más importante que Barack Obama y Raúl Castro se den un abrazo. La división que existe entre estas dos partes de la nación cubana es injusta porque al final todos somos inocentes todos, la división es lo que complica las cosas y es lo que no favorece.
¿Vas a continuar con tu propósito a pesar de cualquier presión?
En esto que estoy haciendo no hay marcha atrás, una vez que lo inicias, asumes una responsabilidad. Seguiré en Cuba mientras vea que mi vida no corre peligro, cuando vea que puedo ser encarcelado o algo similar, ya veré otras opciones, pero mientras pueda seguir haciendo mi trabajo allá, ahí voy a continuar. Por este momento no creo que corra peligro porque mis mensajes no llegan a los cubanos por la falta de internet y la falta de acceso a la información.
Por el momento, al Gobierno le conviene que yo salga y de entrevistas porque cuando me queje de la libertad de expresión, me van a decir que yo salí y me entrevisté con medios extranjeros, lo que pasa es que en Cuba, casi nadie va a poder leer entrevistas como esta que tú me estás haciendo.
¿Cómo perciben los cubanos la ausencia o inminente fallecimiento de Fidel Castro?
El cuerpo de Fidel Castro puede tener vida o no, pero su figura ya murió. Ya el cubano no piensa en Fidel. Cuando hubo el fuerte rumor sobre su muerte la gente decía seguro se murió y lo van a decir dentro de tres meses. A la gente no le importa. Obviamente si mañana dan la noticia harán un show y veremos gente llorando como en Corea del Norte, pero esa no es la realidad.
¿Quién te invita a Miami, quién patrocina tu viaje y tu proyecto?
Me lo pago yo con la publicidad de mi blog. Tengo un millón de visitas al mes, eso genera dinero como para que pueda venir aquí y financiar mis viajes.
Me defino como ciudadano libre, no me encasillo como disidente ni como opositor, porque el trabajo de las organizaciones disidentes también lo observo y lo comento, aunque no pertenezco a ninguna.
¿Qué mensaje puedes dar a nombre de los jóvenes de la isla?
En Cuba hay jóvenes con muchas inquietudes. El cubano de aquí no puede perder la esperanza en Cuba porque los de aquí son también parte del pueblo.