Desplome del euro golpea remesas a Cuba
Quienes reciben dinero en moneda comunitaria han
perdido casi un 30% de su poder de compra respecto al año anterior.
Por Víctor Ariel González | La Habana | 14ymedio
El valor del euro en los bancos cubanos continúa en picada pese a que entre el domingo y el lunes experimentó una recuperación casi imperceptible, de tan solo una centésima. Este fin de semana la moneda comunitaria llegó a cotizarse a 1,03 CUC, según refirió el portero de una sucursal del Banco Financiero Internacional, en La Habana. El lunes, el valor superaba ligeramente los 1,04 CUC por un euro.
Más allá de esa fluctuación, la tendencia general apunta al desplome. Desde finales de 2014, la tasa de cambio para la divisa europea comenzó a descender hasta el punto de que ahora se equipara casi con la moneda cubana libremente convertible. El fenómeno "tiene mucho que ver con la inestabilidad de la zona euro", según la economista opositora cubana Marta Beatriz Roque.
La especialista explicó además que a ese descenso –provocado, entre otros factores, por la situación política en Europa y en particular el caso de Grecia– se une la manipulación del Estado cubano sobre la brecha entre las tasas de compra y venta dentro del país. Este lunes la diferencia entre una y otra rondaba los diez puntos.
Roque también prevé que, de cumplirse los pronósticos internacionales sobre la paridad entre el dólar y el euro, en cuestión de meses no sólo sería posible que el CUC y la moneda comunitaria valiesen lo mismo, sino que incluso la colorida –e inservible en términos internacionales– moneda cubana podría superarla. Un escenario que "traería inconvenientes al propio régimen", comenta la economista.
Llegado ese momento sería lógico que el CUC superara al euro, máxime si se tiene en cuenta que en la práctica el chavito vale más que el dólar. La tasa de cambio para éste en Cuba es estable, fijada por última vez hace unos dos años.
Además de la fórmula vigente, a cada dólar que entra en territorio nacional a través de los mecanismos controlados por el Estado se le realiza un descuento del 10%, debido a una directiva emitida por el Banco Central. El motivo oficial de tantos gravámenes es que la aplicación del embargo norteamericano limita a los bancos internacionales que trabajan con Cuba y esto supone costos. A la larga, el cubano común termina pagando.
A pesar de la recuperación del billete verde en los últimos meses y de los cambios en la política de la Casa Blanca respecto a Cuba, en la Isla el valor del dólar no ha cambiado frente al CUC. Los fulas, principal divisa extranjera que llega a la Isla, vuelven a despuntar en el mercado mundial, pero esos cambios en las finanzas no han afectado la tasa de cambio oficial.
Volviendo al euro, la disminución de su valor tiene un impacto nada despreciable –y nada positivo– en las economías domésticas que perciben una ayuda, por ejemplo, de familiares en España, donde vive la segunda comunidad de exiliados cubanos más grande, después de EE UU. Cuba depende en gran medida de esas remesas, y quienes las reciben en euros han perdido casi un 30% de su poder de compra si se compara con el pasado año, cuando la moneda comunitaria se cotizaba a más de 1,30 CUC.
Ni en los momentos más oscuros de la crisis en Europa, el valor de su moneda había descendido tanto en Cuba. La bajada actual, que ya ronda la paridad forzosa entre el euro y el CUC, se une a la coyuntura de una anunciada unificación monetaria. Es decir, agrega suspenso a una trama que tiene en vilo a no pocos cubanos.