Utah aprueba una ley contra la discriminación a homosexuales.
La propuesta obtuvo el poco habitual apoyo de la Iglesia Mormona de Jesucristo de los Santos
de los Últimos Días, con sede en el estado y que ayudó a acelerar el paso de la medida en la cámara.
Kody Partridge, izquierda, y su esposa Laurie Wood celebran después
de que la legislatura de Utah aprobara una ley contra la discriminación homosexual
SALT LAKE CITY
La legislatura de Utah, de mayoría republicana, dio su aprobación final el miércoles por la noche a una ley contra la discriminación de sus residentes homosexuales, bisexuales y transexuales, un texto respaldado por la Iglesia mormona.
La Cámara de Representantes del Estado aprobó por 65 votos contra 10 aprobar la medida desvelada la semana pasada. El Senado regional lo aprobó el viernes.
La propuesta obtuvo el poco habitual apoyo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con sede en el estado y que ayudó a acelerar el paso de la medida en la cámara.
El gobernador Gary Bergert, un republicano miembro de la iglesia, ha indicado que firmará el documento.
Algunos críticos conservadores han alegado que la propuesta, limitada al empleo y la vivienda, no va lo bastante lejos para proteger los derechos religiosos.
No aborda cuestiones de discriminación más espinosas, como si un negocio puede negarse a servir a alguien por motivos religiosos, como por ejemplo un fotógrafo de bodas que se opone a trabajar en un enlace entre personas del mismo sexo.
Además, las voces discordantes señalan que la ley crea protecciones especiales para personas homosexuales y transgénero.
La iglesia mormona dijo apoyar por completo la ley, que sigue los principios esbozados en su petición de que se aprueben normas que equilibren los derechos religiosos y las protecciones de personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero.
Esa postura de la Iglesia llega tras varios años de posiciones más moderadas de sus líderes en cuestiones relacionadas con la orientación sexual. Aunque se ha alejado de la retórica más dura y predica compasión y aceptación, la comunidad insiste en que no cambia su doctrina y sigue creyendo que el sexo es contrario a ley de Dios a menos que se produzca en un matrimonio entre un hombre y una mujer.
Por su parte, activistas defensores de la comunidad LGBT que llevan más de una docena de años pidiendo una ley similar en el estado celebraron el apoyo prestado por la Iglesia, que se trasladó en el amplio apoyo necesario para aprobar una ley contra la discriminación en la conservadora Utah.
La ley ilegalizaría basar las contrataciones, despidos y otras decisiones de empleo en la orientación sexual o identidad de género. También sería ilegal negarse a vender o alquilar, negar un préstamo para vivienda o basar otras decisiones sobre vivienda en ese criterio.
La cámara aprobó más tarde por 66-9 votos una ley que permite a los funcionarios del condado negarse a casar a parejas del mismo sexo por motivos religiosos. Pero la ley requiere que la oficina de administración designe a alguien que case a las parejas homosexuales si el funcionario no quiere hacerlo.
No estaba claro que el gobernador, el republicano Gary Herbert, fuera a firmar esa medida.