Editorial: La iniciativa del odio
La iniciativa contra los gays es especialmente preocupante porque refleja el clima de hostigamiento alrededor del país
El sistema de iniciativa electoral de California se presta hasta para la peor expresión de odio. El Acta de Supresión Sodomita sobrepasa lo aceptado, promoviendo acciones criminales y poniendo aprueba los limítes del sistema.
La propuesta del abogado Matt Mclaughlin se basa en argumentos religiosos, sugiriendo que la muerte de "un balazo en la cabeza" es el castigo para una relación homosexual. También convierte en un delito de cárcel, multas y expulsión del Estado para quien hable de derechos gays en presencia de menores.
Esta medida es indignante. Es una barbaridad que no merece ninguna consideración. Sin embargo, McLaughlin pagó los 200 dólares de registro y la iniciativa está circulando en busca de las 365,880 firmas que la permitan estar en la boleta electoral. La secretaria de Estado, Kamala Harris, no puede rechazar una medida, con justa razón, por lo cual le puso título e hizo un resumen como con cualquier otra.
Harris ya pidió a los tribunales que anulen la medida, pero los jueces en los casos de iniciativas electorales de dudosa constitucionalidad -como en el caso de la Proposición 187- suelen actuar después de que la propuesta fue aprobada por los votantes.
El sistema de iniciativas electorales tiene el fin de dar una voz a los ciudadanos cuando la legislatura los ignora. Desde 1910 hasta 2012 han habido 1,216 iniciativas en las boletas electorales, muchas más circularon sin éxito. Esto les permite a las personas promover su causa con la esperanza de que resuene en el estado; por ejemplo, ahora circula una propuesta que cambia el título de Gobernador de California por el de Presidente y otra modifica la ley de manutención.
La iniciativa contra los gays es especialmente preocupante porque refleja el clima de hostigamiento alrededor del país. En Indiana no proponen matarlos, pero ahora una ley en nombre de la libertad religiosa permite a los comercios rechazarlos por su preferencia sexual.
La intolerancia está ganando terreno. El uso de la religión como justificativo es inaceptable. Primero se señala a la persona distinta, luego se la discrimina y finalmente se la quiere mata. Esto no se refiere a los fanáticos islamistas de Isis en el Medio Oriente, sino a los extremistas de California y de Estados Unidos.
ENGLISH VERSION
Editorial: The Initiative of Hate
Intolerance is gaining new ground
California's initiative system lends itself even to the worst expressions of hate. The California “Sodomite Suppression” initiative defeats everything we understand as a society, promoting criminal actions and testing the limits of the system.
Attorney Matt McLaughlin's proposal is based on religious arguments, suggesting that "death by bullets to the head" is a proper punishment for someone who is engaged in a homosexual relationship. It also seeks to turn speaking about gay rights in front of minors into a felony to be punished by jail, fines and expulsion from the state.
This proposal is outrageous. It is an atrocity that deserves no consideration. However, McLaughlin paid the $200 registration fee, and the initiative is circulating, aiming to collect the 365,880 signatures that will allow it to appear in the voting ballot. California's Attorney General Kamala Harris – with good reason – cannot reject a measure, which is why she gave it a title and made a summary, as she would with any other proposition.
Although Harris has already asked the courts to annul the measure, in cases of initiatives of dubious constitutionality – such as Proposition 187 – judges often act after the proposal has been approved by voters.
The system of initiatives was created to give citizens a voice when the Legislature ignores them. Between 1910 and 2012, 1,216 propositions have been included in the California ballots, and many more did not make it to election day. The system allows people to promote their causes in the hopes of attracting attention statewide. For instance, at the moment, a proposition is circulating to change the title of the governor of California for "President," and another one seeks to modify alimony laws.
The anti-gay initiative is especially disturbing because it reflects the harassment climate prevailing throughout the country. In Indiana, there is no proposal to kill gays, but a law now allows businesses to discriminate against them because of their sexual preference.
Intolerance is gaining new ground. Using religion as a justification is unacceptable. First, they single out people for being different, then they discriminate against them, and finally they want to kill them. We are not talking about Islamist extremists in the Middle East, but extremists in California and the United States.