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General: Esperemos lo hagan. Arkansas e Indiana rectificarán sus leyes contra los gays
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 02/04/2015 15:41
Arkansas e Indiana
rectificarán sus leyes acusadas de discriminación
La polémica por la posible discriminación contra homosexuales obliga a pronunciarse a los posibles candidatos de las presidenciales de 2016
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Manifestación ante el Capitolio de Arkansas por los derechos de los homosexuales.
POR DANNY JOHNSTON
Los gobernadores de Indiana y Arkansas han anunciado que rectificarán sus leyes de libertad religiosa ante la avalancha de críticas y amenazas de boicot que les acusaban de discriminar en contra de los homosexuales. Las dos normativas provocaron numerosas manifestaciones en ambos Estados que han puesto de manifiesto la profunda división que resiste entre las bases más conservadoras del Partido Republicano y el resto del país.

La legislación, defienden los gobernadores, tiene el objetivo de proteger la libertad de quienes se ven forzados a actuar en contra de su fe por los recientes avances legales en materia de igualdad, que consideran impuestos por el Gobierno federal. Sus detractores les acusan de “proporcionar una base legal” para la discriminación,como afirma la organización Human Rights Watch, al permitir que empresas privadas nieguen servicios a clientes homosexuales.

Las normativas llegan además en un momento de amplio respaldo de la sociedad estadounidense a favor de los derechos de los homosexuales -un 59% de los ciudadanos aprueban el matrimonio igualitario-. Pero cuánto más sólido es ese avance, más duro ha sido el rechazo por parte de los republicanos más conservadores.

Este martes, el gobernador de Indiana, Mike Pence, aseguró que se sentía orgulloso de haber sancionado la ley y que la polémica suscitada se debía a una “interpretación incorrecta” del texto. Las principales empresas del país, como Apple, Yelp o Walmart, le han pedido que rectifique y dos Estados han anunciado un boicot a la medida. Su homólogo de Connecticut, el demócrata Dan Malloy, le acusó en la revista TIME de “saber que la legislación permitiría discriminar” contra la comunidad gay “pero la firmó igualmente”.

La ley de Indiana, copiada a los pocos días por la Asamblea de Arkansas, establece que el Estado protegerá a aquellos empresarios que nieguen determinados servicios a personas homosexuales si consideraban que atenderles -celebrando su banquete de bodas, fotografiando una ceremonia- violaba su derecho a la libertad religiosa. Numerosas organizaciones rechazaron la normativa alegando que legalizaba la discriminación y recordaron legislaciones similares contra las minorías raciales. Para la Casa Blanca, supone “un ataque a los valores que apoyan los ciudadanos de todo el país”.

El debate puede convertirse en el telón de fondo de las elecciones presidenciales de 2016, a pesar de los numerosos intentos de los líderes republicanos para evitar caer de nuevo en un enfrentamiento con una parte de la sociedad estadounidense y pagarlo con una derrota en las urnas. De momento, según el columnista de The Washington Post, Dana Milbank, los candidatos republicanos “están abocados a un choque frontal con el electorado”.

La exsecretaria de Estado y posible candidata demócrata Hillary Clinton calificó la legislación este fin de semana como un permiso “para discriminar” y lamentó que EE UU atraviese esta situación en la actualidad. Hasta ahora, es la única que coincide con la mayoría del electorado. Ted Cruz, el primer republicano en anunciar su apuesta por la presidencia, lamentó en un discurso que hace muy poco tiempo la defensa de la libertad religiosa tenía apoyo de ambos partidos, mientras que hoy “sufrimos un ataque coordinado contra el derecho de todo americano a adorar a su propio Dios”.

El senador republicano Marco Rubio planteó su respaldo con un ejemplo práctico: ¿debería un ciudadano ser castigado por negarse a fotografiar una pareja de recién casados “si su fe le ha enseñado que esa unión no es válida ante los ojos de Dios”? Y Jeb Bush, exgobernador de Florida, es el que ha dibujado una línea más fina. Para él, Indiana “ha hecho lo correcto”. El republicano asegura que la libertad religiosa es “un valor importante” en EE UU, que define como “un país diverso en el que se pueden respetar y tolerar los estilos de vida de otras personas así como permitir que las personas religiosas practiquen su fe”.

Los posibles aspirantes republicanos a la Casa Blanca han puesto de manifiesto así su dificultad para reconciliar su apuesta política con el cambio de perspectivas que ha adoptado la nueva realidad demográfica del país. Seis de cada diez estadounidenses apoyan el matrimonio igualitario y siete de cada diez viven en Estados donde ya es legal. Hace apenas tres años el presidente Obama hacía historia convirtiéndose en el primer mandatario que respaldaba el derecho a la igualdad de los homosexuales desde la Casa Blanca y este mes el Tribunal Supremo juzgará si tienen derecho a casarse.

Ese juicio puede dejar en evidencia a los políticos republicanos más conservadores y su último intento por resistirse a un cambio que ya ha abrazado el resto de la sociedad. Su apuesta, basada en la movilización del voto evangélico, puede ser arriesgada. Tal y comoexplicó el analista Tyler Deaton al National Journal, “habrá votantes republicanos que confían en su partido en la economía o en defensa, pero puede que tengan un hermano gay o una hija lesbiana, y eso es suficiente para romper el vínculo [con el Partido]”.

La ley de Indiana y su copia en Arkansas le han costado al Partido Republicano una de las primeras crisis de lo que ya esta considerado como la precampaña electoral. Quedan 20 meses para que los ciudadanos acudan a las urnas y el derecho a la igualdad de los homosexuales -como fueron antes el aborto o la regularización de indocumentados- es el primer asunto social que obliga a todos los aspirantes a pronunciarse.
 
Publicado en El País América


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: BuscandoLibertad Enviado: 02/04/2015 19:42
“Arreglen esto ya”…
La reacción social contra la ley homófoba de Indiana fuerza al gobernador a anunciar cambios inminentes
  
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Indiana va a cambiar la ley "libertad religiosa", aclarando que es para
garantizar que las empresas no niegan los servicios a las personas LGBTI.
            En portada en Dos manzanas
“Arreglen esto ya”. Era el titular que ocupaba el martes la portada de Indianapolis Star, el diario local más importante del estado. Un ruego a los legisladores de Indiana para que pongan remedio a la situación abierta por la aprobación de una ley que da carta blanca para discriminar a las personas LGTB argumentando motivos religiosos. Y es que la reacción social ha sido tal que el gobernador Mike Pence, que hace pocos díassancionaba la ley rodeado de líderes religiosos, algunos de ellosvirulentamente homófobos, ha anunciado ya su retoque. La tormenta ha llegado también a Arkansas, otro estado cuya legislatura acaba de aprobar una ley muy similar, y donde el gobernador se niega ahora a sancionarla hasta que no quede claro que no podrá usarse para discriminar a las personas homosexuales.
  
El editorial de Indianapolis Star no era otra cosa que la expresión de la gran inquietud que ha cundido en Indiana ante la inesperada (para muchos) reacción contra la ley. Como comentamos hace pocos días, ya en el mismo momento de aprobarse comenzaron a desatarse las alarmas: la llamada al boicot al estado de Indiana, que el actor George Takei (Star Trek) impulsaba en Twitter con el hashtag #BoycottIndiana, se convertía casi inmediatamente en Trending Topic. Marc Benioff, presidente de la tecnológica Salesforce, anunciaba la cancelación de aquellos programas que supusieran a sus trabajadores la necesidad de viajar a Indiana. Gen Con, una de las principales convenciones mundiales de juegos (juegos de rol, cartas, estrategia, etc.), y que el año pasado atraía a casi 60.000 visitantes a Indianápolis, avisaba por carta a Pence de que se estaba planteando marcharse del estado. Otros líderes empresariales, sin llegar a amenazar directamente con el boicot, expresaban su contrariedad en Twitter. Era el caso de Max Levchin, fundador de compañías como Affirm, HVF, Slide o PayPal, o del presidente de Apple, Tim Cook.
 
Precisamente fue la actitud de Cook la que acabó de precipitar la situación. El presidente de Apple no se limitó a su tuit inicial, sino que el domingo 29 de marzo publicó un artículo de opinión en The Washington Post en el que alertaba de los peligros que este tipo de leyes suponen al abrir la puerta a la discriminación. El artículo no descubría nada nuevo, pero el hecho de que su autor sea el presidente de una de las marcas más influyentes del mundo -quizá la que más en este momento- hizo que diera la vuelta al mundo. “Tim Cook se pasa al activismo y alerta del ‘peligro’ de las nuevas leyes contra los gays en EEUU”, llegaba a titular El Mundo, ejemplo de un medio español que hasta entonces no se había hecho eco de lo sucedido. El final del artículo de Cook marcaba además el rumbo a seguir. “Esto no es una cuestión política. No es una cuestión religiosa. Se trata de como los seres humanos nos tratamos entre nosotros. Oponerse a la discriminación supone valor, pero cuando las vidas y la dignidad de tantas personas están en juego, es la hora de que todos seamos valientes”, finalizaba el texto.
 
Llegados a este punto, los anuncios de boicot y cancelaciones de viajes y actos se precipitaban uno tras otro: EMC, Cloudera, Amazon, el sindicato AFSCME (el más importante sindicato de empleados públicos del país), la Mid-American Conference (subdivisión regional del deporte universitario), etc. Diferentes organismos públicos anunciaban también que no financiarían desplazamientos a Indiana, entre ellos las ciudades de Denver, Oakland, San Diego, San Francisco, Seattle o Washington D.C. (la capital federal) y los estados de Oregón y Vermont. La preocupación cundía y la presión sobre los legisladores republicanos que han promovido la ley aumentaba. Finalmente, el gobernador Mike Pence anunciaba el martes la inmediata aprobación de una legislación adicional que clarificará los límites de la ley e impedirá, supuestamente, la discriminación en la prestación de servicios a personas por motivos de orientación sexual. Pence aseguraba que la intención de la ley no había sido la de “crear un permiso para discriminar” pero aceptaba que así se había interpretado, “no solo aquí en Indiana sino en todo el país, y tenemos que afrontarlo”.
 
Y en Arkansas el gobernador exige retoques antes de sancionarla
 
Pero el “efecto Indiana” se ha hecho ya sentir también Arkansas, otro estado cuya legislatura, también bajo control republicano, acaba de dar su visto bueno a una ley similar. Y si hace solo unos días el gobernador Asa Hutchinson se mostraba dispuesto a refrendarla tal cual había sido aprobada, ahora exige que se modifique para incluir garantías antidiscriminatorias. “Lo que es importante desde la perspectiva de Arkansas es alcanzar un correcto equilibrio. Y en segundo lugar, trasladar la idea de que este no es un estado que no reconoce la diversidad en los lugares de trabajo, en la economía y en nuestro futuro”, declaraba en una conferencia de prensa en la que anunciaba su nueva posición.
 
En definitiva, y a la espera de conocer ambas modificaciones legislativas, a los sectores homófobos que han impulsado estas leyes puede haberles salido mal la jugada, consiguiendo como resultado final la implementación de una normativa antidiscriminatoria que antes no existía con carácter estatal ni en Indiana ni en Arkansas.
 
Seguiremos atentos a lo que suceda, que más allá de las fronteras de estos dos estados será un buen indicador de la fuerza de las posiciones homófobas en los Estados Unidos, a punto de perder la batalla del matrimonio igualitario a nivel federal pero empeñadas en trasladar la batalla al ámbito local.


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En la portada en Dos manzanas


 
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