Sociedad civil es un concepto desconocido para la gente en las calles de Cuba
Muchas de las respuestas recogidas no estuvieron a la altura del, según sus gobernantes, “país más culto del universo”
Los cubanos de a pie desconocen el término sociedad civil
Por Ernesto Pérez Chang | La Habana |
“¿Sabes qué es la sociedad civil?”, con esta simple interrogante salimos a recorrer La Habana. En las calles de Cuba, encontrar una respuesta acertada puede ser muy difícil. Conminar a responder esta pregunta, en ocasiones provoca las situaciones más absurdas, con respuestas dignas de aparecer registradas en una enciclopedia universal del disparate. La situación, aunque pudiera resultar divertida, en realidad es sumamente lamentable, aún más en el país que, de acuerdo con el chovinismo de sus gobernantes, es “el más culto del universo”.
“La sociedad civil está en ese edificio de [la calle] Infanta, cerca de Radio Progreso, a donde van los arquitectos y los ingenieros civiles”, nos indica Gustavo, un señor de unos 50 años, y hasta se ofrece para indicarnos el camino. Ha leído que habrá una reunión de presidentes en Panamá y que Raúl Castro tal vez coincidirá con Barack Obama pero jamás ha escuchado sobre sociedad civil ni gobernabilidad, aunque entiende que no es bueno ponerse a contestar mis preguntas sobre los derechos humanos en Cuba. “No me enredes en eso, compadre”, me pide casi de modo suplicante y observando a todos lados como si habláramos de asaltar un banco.
La inmensa mayoría de los alumnos de preuniversitario y secundaria a los que hicimos la misma pregunta no supo contestar. Incluso estudiantes universitarios y personas aparentemente con cierto nivel educacional, no fueron capaces de ofrecer una simple definición o, en cambio, arrojaron una sarta de galimatías cuando los interpelamos en la calle o a la salida de sus centros de estudio.
“La sociedad civil es todo lo que no es militar. Creo que yo no soy de la sociedad civil porque mi papá es coronel”, afirma Lorena, una estudiante de 15 años a la que los profesores le han hablado en los matutinos sobre la reunión de Panamá pero que admite “estar perdida” sobre lo que sucederá allá. “Es que nadie aguanta todo ese teque”, nos dice con desdén mientras le explico a grandes rasgos lo que sucederá en pocos días.
“La sociedad civil son esos que van a Panamá. En el trabajo de mi papá se armó tremendo lío porque ¿a quién no le gusta viajar? Y mucho más a Panamá . Para la sociedad civil solo escogieron a los más comecandelas”, afirma Carlos, un joven de preuniversitario.
“Yo no ando en nada de eso, mijo, ni en los derechos humanos ni en las Damas de Blanco y mucho menos en esa cosa [refiriéndose a la sociedad civil], yo no me meto en política”, nos advirtió atemorizada un ama de casa de Centro Habana que ni siquiera nos quiso decir su nombre.
“Eso es algo así como el Partido [Comunista], ahí solo están los ministros, los jefes y gente importante. Creo que hay una cosa en Panamá con Obama y Raúl, y toda esa gente va para allá porque creo que van a atacar a Venezuela. Ahora sí estamos jodidos”, nos dice, Felix, un señor de unos 60 años que trabaja como parqueador a la entrada de un restaurante en la Habana Vieja.
Para Celia, recepcionista de un policlínico en Arroyo Naranjo, muy confundida y sobresaltada, en la sociedad civil “hay tremenda corrupción. Todos son unos ladrones, sobre todo los abogados, te pierden los papeles de la casa, te piden un dineral por cualquier trámite. Si vas a ese lugar, te enmarañan”.
Para Mayra, una profesora de secundaria básica, “la sociedad civil es la nueva patraña del imperialismo”, sin embargo, para Belkis, enfermera de unos 30 años, “Cuba debería ser una sociedad civil porque ya los militares no resuelven nada. Si ya somos amiguitos de los americanos”.
Para Rosendo, gastronómico, “parece que Raúl se ha dado cuenta de que los civiles estamos pasando más trabajo que un forro de catre, que todo era para los militares. Yo soy revolucionario y sí estoy a favor de la sociedad civil pero lo que no me cuadra es eso de los derechos humanos”.
“Todo eso de la sociedad civil es para cobrarnos más impuestos. Cuando crees que te vas a librar de pagar sindicato y MTT [Milicias], vienen cobrándote por cualquier cosa. Se pasan la vida inventando cómo tumbarte más dinero”, protesta Norberto, trabajador por cuenta propia, mensajero en una panadería de Centro Habana.
A pesar de que la prensa oficialista ha dedicado amplios espacios a la próxima Cumbre de Panamá y a la participación en ella del gobierno cubano, los verdaderos objetivos del Foro sobre la sociedad civil y los debates sobre gobernabilidad y derechos humanos en la región han sido manipulados por los medios oficiales cubanos para alimentar la vieja retórica de “país bajo amenaza”. A juzgar por los “entrenamientos” previos y por los obstáculos que han debido sortear algunos opositores para poder asistir a la cita de Panamá, pareciera que el gobierno de la isla equiparara el vocablo “foro” con la acepción de “campo de batalla”.
En esa cuerda de la confrontación y la autodefensa se mueven los discursos de quienes inauguraron y dirigieron los “paneles preparatorios” en La Habana que, de manera ridícula, tuvieron que comenzar explicándole a los presentes qué cosa era la “sociedad civil desde la perspectiva de la revolución”, un confuso trabalenguas de quienes están obsesionados con la idea de “unanimidad ideológica”, concepto que habita en las antípodas de una sociedad civil, una realidad inimaginable para el pueblo cubano.
*Ernesto Pérez Chang